Un experto en economía y dos de salud consideran que la nueva medida del Banco Central, de que la gente tenga que poner en el datáfono el pin de la tarjeta --de crédito o débito-- cuando realice compras mayores de 30 mil colones, la expondrá al covid-19.
Ronulfo Jiménez, asesor económico de la Asociación Bancaria Costarricense, fue el primero en alzar la voz contra la ocurrencia que empezará a implementarse el 1 de mayo de este año.
“Los bancos han hecho un gran esfuerzo e inversión para implementar productos y plataformas que garanticen el menor contacto para los usuarios. Estas operaciones se han acelerado aún más con el tema de la pandemia por la necesidad de proteger a clientes y trabajadores de contagios de covid-19 y la medida del Banco Central de hacer que las personas tenga que tocar el datáfono para poner el pin significa un retroceso en esta tendencia”, dijo Jiménez.
Yayo Vicente, epidemiólgo coincide con Jiménez.
“(Los datáfonos) equivalen a todo el resto de las superficies que generan contaminación cruzada como perillas, cajeros automáticos, pasamanos, etcétera”, dice el doctor.
Mientras que María Luisa Ávila, también epidemióloga y exministra de Salud, sustenta lo dicho por ambos expertos.
“Todo lo que sea contacto con superficies que mucha gente toque implica riesgo para muchas infecciones. De hecho la idea de los chips de las tarjetas era para seguridad y reducir contacto”, expresa María Luisa.
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¿Seguridad?
El Banco Central justificó la decisión diciendo que es para proteger a los dueños de tarjetas, pero eso también lo cuestiona Jiménez.
“Se supone que la medida lo que pretende es crear más seguridad para evitar fraudes, pero yo más bien creo que es todo lo contrario porque podría más bien crear inseguridad y riesgo para los usuarios.
“Las personas adultas mayores que no se saben los códigos de seguridad de las tarjetas y las personas que tienen varias tarjetas de débito o crédito difícilmente se aprenderán los pines, seguro van a andarlos apuntados en algún lado y eso es inseguro”, aseguró.
Ronulfo dice que la complicación podría hacer que los clientes prefieran pagar con efectivo o mediante Sinpe Móvil.
“Esto haría que retrocedamos también en los controles financieros porque los pagos con tarjetas son rastreables, pero los pagos en efectivo o por Sinpe Móvil reducirían la retención del Impuesto al Valor Agregado que actualmente realizan los emisores de las tarjetas.
“Esta medida, sin duda, viene a desincentivar el uso de las tarjetas y busca que los usuarios se inclinen por otras formas de pago que al final pueden resultar menos seguras y también podrían llevar a una mayor evasión fiscal, lo que definitivamente afectaría de forma negativa las finanzas del país en un momento en el que vivimos una importante crisis”, expresó Jiménez.
A partir de estas observaciones la Asociación Bancaria Costarricense le pide al Banco Central que, como lo ha hecho en reiteradas oportunidades, reconsidere la medida.
La nueva dispocisión regirá para clientes de bancos públicos, privados y cooperativas y el código que deberán poner en el datáfono, en caso de pagar con tarjeta de débito, es el mismo que utilizan para sacar dinero del cajero automático.
Si la compra es con tarjeta de crédito y no se sabe el pin, tiene que llamar al banco para que se lo den.
Los bancos han hecho un gran esfuerzo e inversión para implementar productos y plataformas que garanticen el menor contacto para los usuarios.
— Ronulfo Jiménez, asesor económico.