El retrato de Luis Guillermo Solís que fue develado este jueves en el Salón de Expresidentes de la Asamblea Legislativa, ha dado de qué hablar en redes sociales, algunos dicen que quedó feo, mientras otros que sí se parece.
Eso sí, los que sí saben del tema aseguran que el gran pintor Miguel Casafont logró el cometido de transmitir la personalidad del expresidente.
Casafont se salió un poco de ciertos lineamientos, pero sin irrespetar las reglas que deben cumplir los retratos presidenciales.
María Enriqueta Guardia, especialista en el tema comentó que hacer retratos es muy complicado, precisamente por esa reglas.
“El pintor no puede hacer lo que quiere, no puede ponerlo de perfil, o con una vista de arriba o de abajo y debe ser en un formato de óvalo.
"No se puede poner creativo con las pinceladas porque va en un marco dorado, lleno de texturas y formas orgánicas. Tampoco puede ponerlo riéndose o carcajeándose”, dijo.
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A la especialista le llamó la atención que hiciera el cuadro en acrílico cuando la tradición dicta que se haga en óleo.
“Fue menos académico, por eso, parece menos foto en comparación a otros”.
También dijo que cuando se ponga el marco respectivo, la gente verá más parecido a los demás.
A María Carlisle, propietaria de una galería de arte, le pareció una obra que transmite muy bien que la persona retratada es alguien importante.
“Se ve que es una persona inteligente, que tuvo que tomar decisiones. Logra transmitir con la mirada lo que se busca en un retrato, esa inteligencia. La ropa se ve un poco, quizás arrugada, pero es un detalle menor”, comentó.