Más de 265 mil nicaragüenses podrían morir por COVID-19, esto según expertos que fueron invitados por la Fundación Arias para la Paz y el Progreso Humano para analizar la situación que se vive en ese país por la pandemia.
La misma fundación aprovechó para alzar la voz y denunciar que la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo está aprovechando el coronavirus para provocar un genocidio impulsado por una negligencia criminal.
“La crisis del COVID-19 en Nicaragua se inició con unas declaraciones del Gobierno (Ortega-Murillo) diciendo que las fronteras nicaragüenses estaban blindadas por la protección divina y, para mostrar ese blindaje, convocaron a festivales, fiestas populares, manifestaciones y turistas.
“El resultado de sus acciones es que se calcula que morirán, según las proyecciones de esta mañana expuestas por el epidemiólogo Yayo Vicente, 265 mil nicaragüenses”, aseguró Lina Barrantes, directora de la Fundación Arias para la Paz, para iniciar la discusión del tema que atraviesa ese país.
Precisamente el primero en exponer el panorama del vecino del norte, fue el médico Yayo Vicente, epidemiólogo radicado en nuestro país, quien recordó que desde enero de este 2020, el mundo despertó distinto a como lo conocíamos.
“Nadie puede alegar ignorancia, ni decir que lo agarró por sorpresa, porque es una pandemia muy avisada. Todos sabían lo que se venía, pero nadie estaba preparado. La tecnología nos ha permitido ponernos al día rápidamente”, explicó el médico.
Según cálculos del experto, quien laboró en Vigilancia de la Salud del Ministerio de Salud tico, para que la pandemia se detenga, se tiene que infectar al menos el 80% de la población y, por la forma en la que el gobierno de Ortega ha manejado la crisis, eso provocaría la muerte de poco más de 265 mil nicaragüenses en poco tiempo.
En ese escenario, se verían los hospitales y los cementerios colapsados, algo similar a lo que viven actualmente en Nueva York y Brasil, donde hacen entierros colectivos.
“Esto no es jugando, dejar que las cosas sigan su rumbo y sin intervenir, es mandar al matadero a mucha gente”, puntualizó Vicente.
Por su parte, la socióloga nicaragüense Elvira Cuadra explicó que la decisión del Gobierno de su país, de no actuar contra el COVID-19, pareciera no tener lógica en un contexto de emergencia global tan crítico. Considera que se puede explicar como una negligencia criminal basada en todas las decisiones que el presidente Daniel Ortega y su esposa Rosario Murillo han tomado desde que aparecieron los primeros signos de la pandemia.
Al revisar las decisiones de la pareja presidencial nicaragüense, en primer lugar está la negación de la presencia del virus en su país, el realizar actividades que promueven el contagio como marchas, ferias, festivales, partidos de béisbol y fútbol, etc.
Además, le han ocultado la información real de los contagiados y muertos a organismos como la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Organización Panamericana de la Salud (OPS) y han provocado una falso estado de normalidad en el país, lo que hace que la población no se proteja como debe.
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“No han hecho campañas informativas y le prohibieron a la Iglesia católica que hiciera una clínica de atención de emergencia como planeaba hacerlo. Hasta han organizado cuatro millones de visitas casa por casa para informar medidas preventivas de salud, no contra el coronavirus, que más bien han favorecido el contagio”, comentó Cuadra.
La socióloga dijo que uno de los aspectos más graves cometidos por Ortega, es que han obligado al personal de salud a no protegerse mientras trabajan, con equipos como guantes, mascarillas o batas, provocando que ante el aumento de casos, muchos de ellos salgan contagiados y hasta hayan perdido la vida.
“Si el personal crítico se contagia rápidamente, no va a haber quién atienda a las personas cuando lo necesiten”, aclaró la socióloga.
Según los datos oficiales, en Nicaragua solo tienen 254 casos positivos y 17 muertes; sin embargo, datos del Observatorio Ciudadano de ese país, aseguran que los casos ya son 1.594 y los fallecidos son 351, lo que revela que el sistema de salud está colapsado.
El experto en derechos humanos Francisco Aguilar, asegura que en Nicaragua se da un genocidio por negligencia calculada y recalcó: "Nuestro deber como costarricenses para con el pueblo nicaragüense es darles todo el apoyo necesario. No es posible que se esté dejando morir a la gente y se escondan los datos”.
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