Pasar por duras crisis económicas le enseñaron a Danilo Montero, director ejecutivo de la Oficina del Consumidor Financiero (OCF), que si no ahorraba, no saldría de las limitaciones financieras.
Este experto explica que no es ningún millonario ni vive supercómodo y reconoce que tuvo que aprender a ahorrar a punta de guamazos.
A Montero lo buscamos porque en el pasado lunes le comenzaron a tirar en redes sociales, después de participar en la edición del mediodía de Telenoticias, ya que recomendó que “es mejor pagar el marchamo que darle regalos a la familia en diciembre”.
Por es comentario, alguien montó una foto del momento de la entrevista de Montero con Ignacio Santos, director de Telenoticias, en el cual se lee la frase que dejó a más de uno con los ojos bien abiertos.
“Es posible que algunas personas piensen que Danilo está muy cómodo, ganando mucho dinero y que por eso no tiene problemas económicos, pero no tienen idea por lo que uno ha pasado. Viví duras crisis económicas que me enseñaron a ahorrar.
“Entendí, obligado por esas crisis, que solo con el ahorro se puede salir adelante en los momentos difíciles. Hay que hacer una lista de importancia para entender cuáles son las prioridades de mi hogar, yo la hice”, explica don Danilo.
Él advierte que no está hablando de ahorrar miles de colones por mes, ya que su mensaje lo dirige a las familias que menos dinero tienen. Por eso habla de echar en un chanchito ¢500 al mes o hasta mil, para que se den cuenta que en un año van a tener un ahorrito bonito y sin sacrificar los pagos prioritarios de la familia.
“Lo que sucedió en redes sociales entre el lunes y el martes por mi participación en canal 7, me entristece porque demuestra una división muy grande en un país que debería estar más unido que nunca luchado por salir adelante”, reconoció.
Don Danilo prefiere concentrarse en alzar su voz para que todo hogar del país se anime a tener su chanchito y derribar esos mitos de que la gente mayor o de bajos ingresos no puede ahorrar.
“Si algo ha quedado claro durante esta crisis sanitaria, por lo menos desde la perspectiva de la situación financiera de las familias, es la importancia del ahorro. La experiencia diaria en la OCF ha sido que las familias que contaban con algunos ahorros han podido sortear de manera más favorable la crisis del desempleo, o la reducción de la jornada laboral”, explicó.
La OCF ya identificó 10 cuentazos a los que recurren las personas para no ahorrar:
- 1. Con salarios bajos no se puede ahorrar: Es el más frecuente. La persona se esconde en ese argumento, sin preguntarse primero qué gastos podría eliminar, con lo que podría crear espacio para el ahorro.
- 2. No me enseñaron a ahorrar: Es una justificación que se relaciona con el hecho de que la educación financiera es limitada. Lo cierto es que sí se puede aprender, en cualquier momento, basta con entender la importancia del ahorro.
- 3. No hay en qué invertir: En cierto sentido, es una variante del anterior; sin embargo, sí hay opciones que van desde un depósito a plazo a fondos de inversión o planes de pensiones voluntarios. Existe una amplia variedad de opciones, que se pueden ajustar a los objetivos de la persona.
- 4. El covid-19 me dejó sin posibilidades: Este se ha hecho muy popular. Puede que sea cierto que los ingresos se redujeron. Pero sorprende la frecuencia con que los consumidores comentan que la pandemia los obligó a revisar sus gastos, y al final están ahorrando a pesar de tener menos ingreso.
- 5. La inflación o la devaluación me van a consumir el ahorro: Este argumento fue válido hace 10 o 15 años. Pero la política económica del país ha permitido que los niveles de inflación se mantengan bajos y menores que las tasas de interés, por lo que, en la actualidad, no es válida esa excusa.
- 6. Tengo tantas deudas que no puedo ahorrar: En efecto, algunas personas tienen mucha deuda, y no les deja efectivo al final del mes. Pero algunos ajustes a los hábitos de consumo pueden generar ahorro, por poco que sea, que se puede dedicar a bajar las deudas. Recuerde que ahorrar no solo significa guardar dinero, sino también destinar recursos al pago de deudas.
- 7. ¿Para qué ahorrar si el banco me paga cualquier cosa?: Con los niveles de inflación tan bajos de los últimos años, es cierto que las tasas de interés han disminuido. Sin embargo, “comerse” todo el ingreso disponible no es prudente, pues impide crear una reserva para tiempos difíciles.
- 8. Estoy muy viejo (o muy joven) para ahorrar: Para los jóvenes, es complicado el ahorro porque significa frenar su deseo de vivir la vida a su gusto, y para los mayores, porque tienen obligaciones. En ambos casos, solo son excusas. En cualquier momento, el hábito del ahorro permite aportar al patrimonio familiar. Y cuanto más joven se inicie, mejor aún.
- 9. Es tan poco lo que puedo ahorrar que no vale la pena: Las personas se plantean objetivos de ahorro tan elevados, que no son alcanzables de inmediato, por lo que los abandonan. El ahorro es una práctica de largo plazo, que aún si comienza con montos pequeños pero sostenidos, a lo largo de muchos años se convertirá en una cantidad respetable.
- 10. Lo poco que ahorro se va en impuestos y no me queda nada: Las personas dicen que no vale la pena ahorrar porque le cobran impuestos sobre los intereses. Lo importante no es lo que le rebajan, sino lo que realmente les queda de intereses. Eso es lo que se suma a su patrimonio.