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Exembajador tico: “Los adultos mayores son muy bien aprovechados en el Vaticano”

Fernando Sánchez, exembajador de Costa Rica ante la Santa Sede de 2010 al 2014, comentó sobre la vitalidad de dos papás con los que tuvo relación

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Fernando Sánchez Campos, fue embajador de Costa Rica ante la Santa Sede durante los dos últimos años del ahora papa emérito, Benedicto XVI y los dos primeros años del actual pontífice, Francisco, lo que le permitió compartir estrechamente con ambos.

El exembajador comprobó de primera mano que aunque ambos llegaron al Vaticano siendo adultos mayores, siempre gozaron de una vitalidad envidiable, por lo que su relato es parte de la serie de esta semana inspirada en la vitalidad de esta población.

Entremos en detalles, cuando el papa Benedicto XVI asumió, el 19 de abril del 2005, tenía 78 años; mientras que el papa Francisco fue elegido el 13 de marzo del 2013, con 77 años. Cuando nuestro embajador llegó al Vaticano, Benedicto XVI tenía ya 83 años, eso fue en el 2010.

Durante los dos últimos años del ahora papa emérito, Benedicto XVI y los dos primeros años del actual pontífice, Francisco, el costarricense, Francisco Sánchez Campos, fue embajador de Costa Rica ante la Santa Sede, eso fue entre 2010 y 2014.
Don Fernando compartió en el Vaticano con el papa Benedicto XVI. Cortesía. (Cortesía)

"En aquel momento se estilaba hacer entrega personal de las cartas credenciales que lo confirmaban a uno como embajador ante la Santa Sede, en un encuentro privado. Yo tenía derecho a 15 minutos y duré más de 30.

"Benedicto XVI estaba entero, cumpliendo al cien por ciento su función con una lucidez absoluta. Me sorprendió que conocía todo de Costa Rica y me habló de sus preocupaciones sobre lo que pasaba en nuestro país.

“Me pareció increíble que supiera tanto de Costa Rica, lo que habla de un adulto mayor cumpliendo con su cargo perfectamente y más allá de lo básico”, recordó Fernando, quien ahora es el rector de la Universidad Católica de Costa Rica.

Una de las obligaciones del embajador tico en el Vaticano es estar informado sobre lo que hace el papa.

"Lo vi ir y volver en varios viajes a Europa y América. Siempre puntual, siempre cumpliendo con toda la agenda. Caminaba por cuenta propia y daba misa en la basílica de San Pedro, con unas homilías que eran una verdadera cátedra, daba gusto escucharlo, hablaba con profundidad y nunca mostró cansancio alguno”, comentó Fernando sobre Benedicto XVI.

Fernando nunca olvidará que en una ocasión le dijo al papa Benedicto XVI que en Costa Rica lo querían mucho y que lo estaban esperando; momento en el que se le vinieron las lágrimas al pontífice.

“Jamás canceló una cita, nunca llegaba tarde. El papa Benedicto XVI tenía una vitalidad tremenda. Pensé que al llegar al Vaticano me encontraría con un adulto de 83 años cansado, pero fue todo lo contrario, cumplía al máximo, tanto así que cuando sintió que sí le ganaba lo físico, dejó el puesto”, dijo.

Durante los dos últimos años del ahora papa emérito, Benedicto XVI y los dos primeros años del actual pontífice, Francisco, el costarricense, Francisco Sánchez Campos, fue embajador de Costa Rica ante la Santa Sede, eso fue entre 2010 y 2014.
Los pequeñines, Fernando y María Pía, don Fernando y su esposa Milagro, comparten con el papa Francisco en la Santa Sede. Cortesía. (Cortesía)

Papa Francisco

Tras la renuncia de Benedicto XVI, su puesto lo asumió Francisco, en ese momento con 77 años.

"Se lo resumo así, fue un adulto mayor que llegó a refrescar el Vaticano, lo llenó de una sencillez y una vitalidad absolutas. Siempre directo, sencillo y con su vocación de pastor.

“Le tocó, siendo adulto mayor, meterles mano a las reformas más complicadas de la Iglesia, tema al que otros no se atrevieron ni a tocar y él lo hizo con gran energía. Lo suyo es predicar con el ejemplo y demostrar con su presencia, por eso sus constantes rompimientos de protocolo.

"La energía del papa Francisco es envidiable y para muestra una anécdota que viví. Cuando lo eligieron mi familia estaba en Costa Rica porque uno de mis hijos estaba enfermo. En los primeros quince días, que todavía el mundo no sabía cómo era el papa, me tocó ir a saludarlo porque fue el día de presentación de todos los embajadores ante el Vaticano y cuando me estaba saludando le ofrecí disculpas porque todos estaban con sus esposas, pero yo no y le expliqué lo de mi hijo.

"Entonces, él se bajó de la grada en la que estaba y me preguntó: ‘¿es pequeñito tu hijo?´. Le dije que sí y le mostré la foto de mi familia, fue ahí cuando me dijo: ‘vamos a hacer una cosa, vamos a rezar por tu hijo’. Puso la mano encima a la foto, después me puso la mano en la cabeza y me dijo: ‘ahora, vamos a orar por ti porque como padre estás triste’.

Durante los dos últimos años del ahora papa emérito, Benedicto XVI y los dos primeros años del actual pontífice, Francisco, el costarricense, Francisco Sánchez Campos, fue embajador de Costa Rica ante la Santa Sede, eso fue entre 2010 y 2014.
Don Fernando, su hijo del mismo nombre, su hija María Pía y doña Milagro la esposa (fuera de foco) le entregaron la roja de todos los ticos al papa Francisco. Cortesía. (Cortesía)

“Cuando creí que había terminado me dijo: ‘ahora vos rezá por mí’. En eso duró más de dos minutos, aunque tenía decenas de embajadores que saludar”, indicó el exembajador.

Fernando, quien tiene 46 años, advirtió que en Tiquicia deberíamos aprender la lección del Vaticano, donde no tienen ningún problema en darle la máxima autoridad de la Iglesia a un adulto mayor.

"Los adultos mayores son muy bien aprovechados en el Vaticano, de hecho, las canas son fundamentales para dirigir la Iglesia católica. Los obispos entienden que esas canas, dan sabiduría, forman la humildad y consolidan la capacidad de saber escuchar, de entender que no se sabe todo y que se necesita de otros para avanzar.

“Costa Rica tiene gente adulta mayor muy experimentada y llena de vida que pueden ayudarle a tomar las mejores decisiones en favor del pueblo, pero en muchas ocasiones los dejamos de lado… Deberíamos aprender de instituciones como el Vaticano”, concluyó Fernando.

Eduardo Vega

Eduardo Vega

Periodista desde 1994. Bachiller en Análisis de Sistemas de la Universidad Federada y egresado del posgrado en Comunicación de la UCR. Periodista del Año de La Teja en el 2017. Cubrió la Copa del Mundo Sub-20 de la FIFA en el 2001 en Argentina; la Copa del Mundo Mayor de la FIFA del 2010 en Sudáfrica; Copa de Oro en el 2007.

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