Don Javier Sancho es una voz autorizada para hablar del conflicto que golpeó la semana anterior a Nicaragua y que causó la muerte de 30 personas.
Sancho se desempeñó como embajador de Costa Rica en el vecino país, por lo que tuvo la oportunidad de conocer al presidente nicaragüense, Daniel Ortega, a quien calificó como una persona inteligente.
Sancho conversó con La Teja y habló sobre los orígenes y consecuencias de este caos. Además cree que Ortega no terminará su periodo como presidente.
–¿Cuál es el detonante de todo este caos en Nicaragua?
Lo que sucedió la semana pasada con el aumento de las cotizaciones y de gravar las pensiones fue solo la gota que derramó el vaso, ya que la gente se cansó de las promesas incumplidas y de estar viviendo mal.
–¿Cuáles promesas?
Daniel Ortega lleva tres periodos consecutivos prometiéndole a la gente cosas que simplemente no puede hacer como el canal interoceánico, que a mi criterio nunca lo logrará, o la construcción de una refinería, así como las promesas de darle una mejor calidad de vida a su gente. Todas esas cosas ilusionaron al pueblo, pero hubo un momento en que decidieron no esperar más.
–¿Esta crisis se viene gestando desde hace mucho tiempo atrás?
Esto lleva años, ellos han estado reprimidos y si revisamos la historia nos damos cuenta que por más de 35 años esta gente estuvo bajo el zapato de los Somoza, que se hicieron millonarios a costillas del pueblo.
-Luego de Somoza aparece el sandinismo…
Claro, en el año 79 el Frente Sandinista por la Liberación Nacional (FSNL) triunfó y acabó con todo eso. Cuando la gente pensaba que todo iba a ser diferente se vino la contrarrevolución y nos dimos cuenta de que nada cambió.
–¿No hubo algún cambio?
En el 90 se realizaron elecciones y las ganó doña Violeta Barrios Chamarro, quien tenía buenas intenciones pero el FSLN no la dejó trabajar.
–¿Por qué no dejaban trabajar?
Los sandinistas habían perdido las elecciones y uno de sus líderes dijo que podían perder cualquier cosa menos el poder. Ellos tenían el apoyo del ejército y a pesar de que había otra persona en el poder, ellos manejaban todo a nivel interno. Lo mismo pasó con Arnoldo Alemán y Enrique Bolaños.
–Volviendo a la actualidad, ¿qué de cierto hay de que Nicaragua se ha levantado gracias a Ortega?
Eso es mentira, esa es la imagen que el Gobierno quiere darle al país y fuera de este, pero no están bien, hay gente que trabaja mucho y gana poco, por eso es que muchos vienen aquí (Costa Rica).
–¿Son realmente bajos los salarios?
Claro, por ejemplo una empleada doméstica trabaja 15 días seguidos y al mes gana 140 dólares (unos 75 mil colones), mientras que aquí una empleada doméstica trabaja de lunes a viernes y puede ganarse entre $400 y $500 (de ¢200 mil a ¢250 mil). Esas cosas son las que la gente acumuló y finalmente estalló.
Imagínese que hay gente en Nicaragua que en un día solo se toma un vaso de café y se come una tortilla, algunos solo con eso pasan el día porque la plata no les alcanza para nada.
–¿Y los que están en el poder tienen salarios altísimos?
Por supuesto, la cúpula de Daniel Ortega y su esposa (Rosario Murillo) ganan salarios muy altos, imagínese que ellos las enfermedades que tienen no se las tratan en su país. Ortega, por ejemplo, va a Cuba a tratar su enfermedad (lupus).
–Dicen que también vienen a tratarse a Costa Rica, ¿Es cierto?
El presidente del Congreso, Santos René Núñez, falleció aquí en un hospital privado. Los altos mandos del ejército, los magistrado, los diputados y las personas importantes de Nicaragua vienen a tratarse en hospitales privados porque la atención en sus países no es buena. Usted ve que aquí se hacen operaciones de riesgo como la de los siameses, pero eso en Nicaragua no pasa, la gente se muere.
–Ante tantas situaciones negativas, ¿cómo se explica que Ortega gane elecciones?
Eso se explica porque el Consejo Electoral lo que hace son fraudes y ahí la Organización de Estados Americanos (OEA) ha quedado debiendo.
–Regresando al tema principal ¿Quién manda en Nicaragua, Ortega o su esposa?
Mandan los dos, ellos son los que hacen y deshacen. Ellos controlan a los jueces, a los diputados, nada se mueve si ellos no lo dicen.
–¿Cuál de los dos es más violento?
Los dos.
–¿Le tocó vivir algo que comprobara este tipo de injusticias en Nicaragua?
Una vez fuimos a preguntarle a un juez por unos ticos que estaban encarcelados, hablamos con un juez y no nos resolvió nada. Al tiempo ese mismo juez nos dijo que tenía que consultar con Daniel o con su esposa para saber si los liberan o no.
–¿Es cierto que ese poder que ellos tienen se ve reflejado con pinturas de Daniel y su esposa por toda Nicaragua?
Uno va por las calles y ve banderas del sandinismo por todo lado, pinturas de ellos, hasta en las instituciones públicas hay cosas de ellos. Si esto pasara en Costa Rica sería un escándalo.
–¿Los famosos árboles de la vida son un reflejo de esto?
Hay centenares de esos árboles, son de lata y cuestan como 25 mil dólares (unos 13 millones de colones), con ese dinero pudieron ayudar a la gente pobre pero no lo hicieron.
–¿Qué pretendía el Gobierno con esa chatarra?
Es un mensaje subliminal, lo que le están diciendo a la gente es que ahí está Ortega y su esposa.
–Durante las manifestaciones eos “monumentos” fueron los primeros que la población decidió destruir, ¿por qué?
Cuando Saddam Hussein fue derrocado la gente lo primero que hizo fue destruir la estatua que él tenía.
-¿Esto pudo asustar a Ortega?
Probablemente, aunque creo que él se dio cuenta que existía mucho malestar. También pienso que recibió consejos de otros presidentes cercanos para que parara todo esto.
–¿De cuáles presidentes pudo recibir consejos?
Seguramente de Cuba (Raúl Castro) y de la gente de Venezuela.
–¿Qué es lo que quiere el pueblo de Ortega?
Que se vaya, esto ya no lo soportan.
–¿Usted considera que él se puede ir?
No se va a ir, aunque no creo que Ortega termine su periodo.
–¿Es el fin del imperio?
No creo, posiblemente el imperio pueda continuar con otra persona que no sea su esposa porque la gente tampoco la quiere a ella.
–¿Cuál sería la forma en la que él podría decir ‘hasta aquí llegó’?
Que alguien dentro del FSLN tome el control porque en ese partido hay gente que no quiere a Ortega.
–¿No todo es paz y amor entonces dentro de su partiudo?
No todo es amor y paz, esa división se ha generado durante todos estos años. Hay un partido político de renovación sandinista, pero no tiene mucho apoyo y otra gente a lo interno que definitivamente no quiere a Daniel Ortega.
–¿Qué pasó con la oposición?
Hay líderes flojos, hubo otros que fueron opositores pero se pasaron al bando sandinista. Ahí no hay una oposición definida.
–¿A pesar de que Ortega dio el brazo a torcer para no cobrar impuesto, la gente se va a quedar tranquila?
Me parece que no. Lo que creo es que la gente no se va a quedar quedita porque lo que quieren es que se vaya Ortega, pero no se va a ir.
–Bajo este panorama ¿Podrían darse más protestas?
En Nicaragua dicen que les han robado tanto que hasta el miedo se los robaron. Creo que pueden hacer más protestas y lamentablemente habrá un derramamiento de sangre mayor, el cual podría perjudicar a Costa Rica con la llegada de más migrantes.
–¿De qué forma?
Cuando yo era embajador tramitamos 650 visas por semana y eso que no había ningún conflicto, ahora con esto pueden venir más.
–Hablando de afectaciones ¿el tema de Crucitas podría servirle a Ortega para desviar la atención?
Claro, Ortega puede usar eso para desviar la atención y decir que en Costa Rica ya mataron a un nicaragüense y usar el tema del nacionalismo a su favor.
–¿Con el conocimiento que usted tiene sobre Nicaragua, les haría alguna recomendación a los altos mandos ticos para no caer en la trampa?
Lo que recomendaría a las autoridades nuestras es no caer en la trampa y ser muy cautos, ya que este régimen cuando tiene una situación interna negativa buscan cosas en el exterior para desviar la atención de la gente.
–¿Qué les puede decir a los nicaragüenses?
Siempre lo he dicho, es un pueblo noble que trabaja mucho, así que deseo que esto pase rápido, pero que haya justicia.