EscucharEl exembajador de Costa Rica en Venezuela, Vladimir de la Cruz, quien además es político, historiador y profesor universitario, hizo picadillo el proyecto de jornadas 4x3 que tanto defiende el presidente Rodrigo Chaves.
Él fue invitado a comparecer en la Comisión Permanente de Asuntos Jurídicos de la Asamblea Legislativa para que diera su punto de vista sobre este proyecto de ley y en dos toques desarmó la iniciativa.
Vladimir empezó diciendo que hay una tendencia mundial por bajar las jornadas laborales, mientras que en Costa Rica se quieren aumentar.
“Si la jornada de doce horas fuera buena ya se habría establecidos países industriales como Estados Unidos, Francia Alemania, Inglaterra, y no, ahí las tendencias más bien son a bajar las jornadas a seis o siete horas diarias y en Europa varios países ya han establecido las jornadas de 35 y 36 horas semanales”.
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De la Cruz dijo, además, que este proyecto de ley no representa una mejoría para los trabajadores en ningún sentido.
“Ni una mejoría en el trabajo, ni una mejoría en el salario, ni para las familias para que tuvieran más tiempo libre, ni para las relaciones familiares ni de pareja que van a estar 16 horas fuera del hogar y sola van a llegar a dormir ahí y las pobres mujeres, más de 430 mil, según los datos, son amas de casa que van a tener que levantarse más temprano y acostarse más tarde para atender al marido que llega cansado y nada de nada, entendámoslo gráficamente cómo va a ser la relación familiar en el país en el futuro, eso va a tener sus consecuencias psicológicas, psiquiátricas, de violencia doméstica”.
Buscan explotar a los trabajadores con horarios de doce horas
El compareciente manifestó también que estas jornadas no van a ayudar en nada a quienes estudian porque alguien que trabaja cuatro días seguidos tantas horas, difícilmente va a usar los días libres para estudiar.
“No se está buscando más empleo, están viendo a ver cómo explotan más al trabajador, como lo pagan más barato, porque la atracción del país y lo que se vende en varios escenarios, es una mano de obra barata”.
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El especialista criticó fuertemente al Ministerio de Trabajo en cuanto a la inspección laboral, ya que dice que hay menos de una docena de inspectores para todo el país, donde solo hay seis o siete carros para todo el territorio nacional y hasta dijo que muchas veces los inspectores avisan a las empresas antes de llegar a hacer la revisión.
Rodrigo Chaves defiende crear horarios en los que los trabajadores laboren doce horas durante cuatro días, para luego descansar tres días seguidos.
Él asegura que si se da la modificación a la ley vendrán muchas empresas extranjeras a invertir y que si no se aprueba, algunas de las que ya están en Costa Rica podrían irse.
“Costa Rica quiere ser próspera, tenemos que recuperar esta reforma que tanto costó a pesar de las celebraciones de mentalidades retrógradas que no quieren beneficiar a sus localidades y al país en general”, dijo el presidente sobre el tema.
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El Gobierno asegura que estas jornadas le permitirán a los trabajadores tener más tiempo libre para compartir en familia, estudiar y hacer las cosas que les gusta, pero mucha gente, entre ellas personas que ya han tenido esos horarios, contradicen esos argumentos, ya que saben que el trabajar doce horas diarias es muy pesado y más bien los aleja de sus seres queridos y les complica la vida porque los días libres sería solo para descansar y hacer las cosas de la casa.
El Poder Ejecutivo asegura que estos horarios extendidos no se aplicarían en todas las empresas, solo en algunas industrias específicas y con autorización y supervisión estricta del Ministerio de Trabajo. Además, sostiene que se aplicaría solo a los empleados que voluntariamente quieran tener ese horario, pero, quienes se oponen al proyecto aseguran que una vez aprobada la reforma, las empresas obligarían a sus empleados a trabajar doce horas.
Ya los diputados habían aprobado un proyecto de ley de jornadas 4x3, luego de un largo proceso de discusión debido a que el Partido Frente Amplio fue un gran opositor de la iniciativa y presentó cientos de mociones para atrasar la votación.
Sin embargo, la Sala Constitucional se trajo abajo el proyecto por un error de procedimiento, por lo que el proceso tuvo que volver a empezar de cero.
