Dos árboles que formaban como una especie de arco y que daban una sombra riquísima fueron cortados hace más de un año por orden del padre Kenneth Castillo, aparentemente sin razón alguna, según comentó don Evangelista Blanco.
Esa obra era la favorita del jardinero del parque de Zarcero, quien ha sido noticia en la última semana porque el viernes pasado fue despedido por el cura, lo que provocó el enojo del pueblo. Al final Castillo renunció, o más bien lo renunciaron y a don Evangelista le devolvieron su trabajo.
Incluso, al jardinero se le ponen los ojos vidriosos cuando habla de ese árbol, al que tanto cuidó y que fue el primero que hizo.
“Era uno que tenía por allá arriba (costado sur del parque) y daba una sombra muy linda. No sé por qué lo mandó a cortar, seguro porque llegaba gente y se sentaba en la noche. Era de una madera bonita, eran dos y los amarré con unos bejucos”, explicó don Eva.
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La sobrina del señor, Lucía Solano, también recuerda el arbolito y dijo que era muy gustado porque daba muy buena sombra.
“Yo no le deseo el mal al cura, pero no le puedo perdonar el daño y las humillaciones que le hizo pasar a mi tío. Verlo llorar tantas veces no se lo puedo perdonar, ese árbol era el favorito de él y lo mandó a cortar sin razón alguna" dijo la joven.
Carretica es la chineada
Don Evangelista no tiene ahora un árbol favorito, pero se esmera mucho en cuidar la carreta con bueyes. El empunchado artista no tiene problema cuando le dicen que la figura del boyero es él mismo.
“Lleva unas medidas que se deben hacer muy bien. No podían ser árboles ni muy grandes ni muy pequeños, son cuatro en total y hay que darles mantenimiento cada 22 días”, dijo.
Evangelista considera cada árbol del parque como verdaderos hijos, pues nunca se casó y no tiene descendencia.
Él contó que aprendió el arte de darle forma a los árboles solo y ahora hay dos muchachos a los que les puede enseñar para que sean sus sustitutos. “Vamos a ver cómo les va", dijo.
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Según su sobrina, don Evangelista rechazó ofertas de Disnelandia y de otros parques de España y Argentina para que hiciera el mismo trabajo.
“El ama este lugar, es su vida, por eso prefirió quedarse”, aseguró Lucía.