Manuel Núñez es un joven tico, de 20 años, quien desde hace tres vive en Estambul, Turquía, por motivos de estudio.
Núñez estudia Ciencias Islámicas en la universidad y nos contó que el terremoto lo agarró dormido y, por la enorme distancia de cerca de 900 kilómetros que hay entre la ciudad en la que él se encuentra y el distrito de Pazarcik, en la provincia de Kahramanmaras, en el sureste de ese país, donde ocurrió el terremoto, lo sintió leve.
“El terremoto se dio en la zona del sureste y acá realmente casi no se sintió; sin embargo, sí tenemos toda la información. Mucha gente que viene de esa zona y vive en Estambul, se puede decir que más del 50%, viene de allá. Son muchos los casos de gente que no logra contactarse con los familiares, otros que tienen familiares que lo perdieron todo o quedaron atrapados o están heridos”, relató el joven oriundo de Coronado.
Además, compartió que la situación al sureste del país es grave porque están afrontando el momento climático más frío de todo el invierno esta semana, lo que no ayuda mucho.
“Es una zona subdesarrollada, económicamente hablando, que no tiene las posibilidades que tienen las ciudades grandes como Estambul, Ankara o Esmirna, y un problema que tiene el país en general es que las construcciones no son antisísmicas, especialmente las que datan de 30 años o más”, explicó el costarricense.
Vulnerables
Esta situación aumenta la probabilidad de que se destruyan en un terremoto hasta en un 80%, lo cual quedó demostrado en algunas de las imágenes que se han dado a conocer en los medios internacionales, donde incluso quedó registrado el desplome de un edificio completo en segundos.
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“Es una bomba de tiempo. Lo vemos en el terremoto que acaba de suceder, son casi que barrios enteros que se terminan cayendo”, continuó relatando el tico.
La zona afectada es limítrofe con Siria y, según nos contó Manuel, la situación en ese país es peor, por todo el conflicto que viven.
“Ahí ni sistema de salud hay, ni hay una Cruz Roja formal y por ser una zona conflictiva de guerra, donde ni el gobierno de facto puede entrar, la guerrilla tampoco tiene las condiciones económicas. Además del tema de campo de refugiados. En general, la zona donde ocurre el terremoto es de las más pobres de Turquía y de Siria”, explicó Núñez.
El terremoto, de 7,8 grados en la escala de Richter, ocurrió a las 4:17 de la madrugada, hora local y ha tenido réplicas significativas, la más importante a la 1:24 de la tarde, de 7,5 grados, cuyo epicentro fue ubicado cuatro kilómetros al sureste de la localidad de Ekinozu. De momento se reportan unas 2500 personas fallecidas en ambos países.
“Todo está conectado como país, pero hay regiones donde ahorita no están entrando llamadas por afectación en las líneas telefónicas, está caído el Internet y el Gobierno está tratando de llevar recursos de las principales ciudades hacia esa zona”, nos siguió contando Manuel.
En cuanto al acceso a dicha región para la llegada de las ayudas, comentó que no hay tanta dificultad.
“Sí hay carreteras que se partieron en dos, pero por el momento el tema del transporte no está siendo problema, según dicen las noticias, porque como es un país militarizado, hay bastantes aeropuertos y miles de carreteras”, finalizó el coronadeño.