Navidad es época de dar y compartir, pero también de reflexionar sobre el mundo, el país y la sociedad en la que vivimos.
Estos 24 y 25 de diciembre familiares y amigos se repartirán regalos y complacerán sus deseos navideños, pero, ¿dónde queda nuestro país en medio de todo esto?
Muchos son los desafíos que enfrenta el terruño en el que vivimos y, como ciudadanos de esta nación, es responsabilidad nuestra trabajar por sacarla adelante.
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Por eso fue que La Teja les preguntó a dos politólogos cuáles regalos debería recibir Costa Rica durante la Nochebuena de este 24 de diciembre, en un mundo ideal.
“Lo más importante es tener una tranquilidad como país, que tengamos paz en nuestros corazones y que eso se refleje en la forma de ser, de comportarse, de hablar. Que entre los tomadores de decisiones del ámbito público haya más diálogo, más contundencia en la defensa de posiciones, pero con respeto hacia las personas”, afirmó el analista político, Sergio Araya.
También destacó que un gran regalo para el país sería convertir las redes sociales en un espacio para edificarnos como sociedad y no para destruirnos. “Que sean un espacio para edificar, para fortalecer la cultura cívica y no para destruir o sacar lo más oscuro y desagradable de la naturaleza humana”, destacó.
Honrar la historia de paz y la tradición democrática de Costa Rica sería otro gran obsequio para sorprender en Navidad a esta tierra del “pura vida”.
“Me encantaría que este fuera una país que, haciéndole honor a su historia de paz, de democracia, de respeto al ambiente, también pueda ser un país más cohesionado socialmente, donde las diferencias socioeconómicas no sean tan abismales entre los que más tienen y los que menos tienen, y todos tengamos la posibilidad de tener oportunidad sin necesidad de irse del país o, lamentablemente, meterse en cosas ilícitas”, puntualizó.
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Don Sergio se niega a ver como imposible que Costa Rica pueda recibir todo eso en alguna Navidad, porque “es a lo que deberíamos aspirar como país”.
Sin Trump y con mejores liderazgos
Francisco Barahona fue otro de los expertos que mencionó a este medio los regalos que a él le hubiera gustado que Costa Rica recibiera en esta Navidad.
Su visión fue en el “mundo ideal”, ya que dice que hay cosas en las que no hay vuelta de hoja, y unas cuantas en las que tenemos que actuar ya para cambiar el rumbo.
Barahona inició mencionando que dos grandes obsequios navideños para Costa Rica hubieran sido que Donald Trump no llegara a la presidencia de Estados Unidos, y que Costa Rica ya tuviera más claro un perfil de candidato a las elecciones presidenciales del 2026.
Para él, la elección de Trump repercutirá de forma negativa en países como Costa Rica.
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“El segundo elemento que sería un enorme regalo, pero que también es imposible, es que hubiésemos tenido ya el perfil de un candidato o una candidata democrático, tolerante, constructivo, dialogante, inteligente, experimentado, y de un partido político que se haya renovado, cosa que tampoco parece posible y que pudiera significar, digamos, una esperanza para el elector, en las próximas elecciones”, subrayó.
La reducción en las cifras de criminalidad y la adopción de políticas que fortalezcan el sistema educativo fueron otros aspectos de los que opinó don Francisco.
“Que en la violencia de la criminalidad y del narco se aplicara una política del Estado que controle el salvajismo de casi 900 muertos por año cada uno de estos dos años, que tengamos educación de calidad para todos en un sistema democrático, que permita la educación, esperanzas y oportunidades para todos”, analizó.
Según él, ambas situaciones se tienen que atacar con la adopción de políticas que han estado ausentes y tampoco las ve en el horizonte.
“Y lo otro que destacaría es que Costa Rica vuelva a defender la naturaleza, a ser líder en el mundo en contra del calentamiento global y de la defensa del medio ambiente”, consideró.
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Si bien don Francisco sacó sus conclusiones bajo la lupa de la utopía, al igual que su colega Sergio Araya, dice que con conciencia de la ciudadanía, muchos de esos regalos sí podrían llegar a las manos de Costa Rica en alguna Nochebuena.
Y a usted, ¿qué le gustaría regalar a su país?