Fumar marihuana expone a los consumidores de la droga al mismo tipo de químicos tóxicos que hay en el humo del tabaco.
Un artículo publicado en el sitio web de CNN informa que las personas que fuman marihuana tienen niveles más altos en sangre y orina de varias toxinas relacionadas con el humo como naftalina, acrilamida y acrilonitrilo que aquellos no fumadores, según un estudio publicado por la revista EClinicalMedicine.
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La naftalina es dañina para el organismo ya que está asociada con padecimientos como la anemia y el daño hepático y neurológico. La acrilamida y el acrilonitrilo, por su parte, se han vinculado con el cáncer y otros problemas de salud.
Según la Sociedad Estadounidense del Cáncer, la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer clasifica a la acrilamida como “probable carcinógeno humano”. Además, el Programa Nacional de Toxicología de EE.UU. coincide al decir que “se prevé razonablemente que es carcinógeno humano”, con base en estudios hechos en animales.
Pero no solo las perdonas que consumen directamente la marihuana pueden tener consecuencias en la salud, el humo de segunda mano también contiene tetrahidrocanabinol (THC), el compuesto responsable de la mayoría de sus efectos sicoactivos (o la “euforia”).
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El THC puede transmitirse a los bebés, niños y adultos a través del humo de segunda mano y estas personas hasta pueden experimentar efectos sicoactivos, como euforia.
Los niños expuestos a THC están potencialmente en riesgo de presentar efectos negativos de salud.