Mario González Feo fue quizá el último feo de una familia muy respetable que vivió en el país.
Él nació en 1897 y murió en 1968, fue escritor y también presidente de la Fábrica Nacional de Licores (Fanal) en los años 40.
Escribió tres ensayos llamados Nihil I, Nihil II y María de la Soledad, que fueron relatos de experiencias personales que atravesó durante su vida.
Su nieta, doña Carmen Odio González de 65 años, quien es traductora y también escritora se ha encargado de recopilar la historia de los Feo y su particular apellido. Lo ha hecho a través de dos libros llamados “Relatos de la familia” y “El portón abierto” que se pueden conseguir en las librerías Lehmam e Internacional.
Doña Carmen recuerda a su abuelo como un tipo inteligente, que tomaba decisiones en el momento justo y que además era una buena persona.
“Tenía carácter fuerte, como la mayoría de los Feo. Creo que mi abuelo fue el último con el apellido Feo, he buscado a otras personas con ese apellido, pero no las he encontrado, no sé si las habrá”, dijo.
Consultamos al Tribunal Supremo de Elecciones (TSE) si había más personas que se apellidaran Feo y nos confirmaron que hay seis.
Hablamos con una de ellas y nos dijo que no quería ser parte de esta nota; sin embargo, nos confirmó que el Feo de ellos es de una dinastía colombiana.
Doña Carmen, asegura que la historia del apellido de su abuelo viene de muy atrás, pues fue su tatarabuelo, Jose Feo, quien lo heredó por dos generaciones más.
La dinastía Feo |
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La dinastía de los Feo en Costa Rica es de origen española. Actualmente en el país hay un grupo de seis personas con ese apellido el cual es descendiente de colombianos. |
“Don Pepe (Jose Feo) vino al país por ahí de 1870 con su esposa Rosalía Gasol, ellos eran de Valencia en España y venían huyendo de la pobreza. Unos años más tarde Rosalía muere y don Pepe se casa con mi tatarabuela que se llamaba Josefa Pacheco, ella era de Cartago y era india o por lo menos mitad india.
“Ellos tuvieron trece hijos, de esos, diez eran mujeres y tres hombres. Los hombres no tuvieron descendencia comprobada, así que con las mujeres que sí tuvieron hijos se fue poco a poco perdiendo el apellido”, explicó Odio.
Doña Carmen comenta que en gran medida la extinción del Feo en las cédulas de identidad obedece a que su tatarabuelo, Jose Feo, y su tatarabuela, Josefa Pacheco, tuvieron más hijas que hijos.
Lo feo era no ser Feo
Sobre Jose Feo, doña Carmen comentó que en aquellas épocas era una persona respetable, con terrenos en Limón y sobre todo, muy amigo del general y presidente Tomás Guardia, quien era una figura política reconocida.
“Tener el apellido Feo era algo que daba prestigio porque Pepe Feo era dueño de fincas y de caballerizas en el Atlántico (por Guápiles) y en Sabana sur. Él era un criador de caballos bastante famoso porque en España se dedicaba a eso”, comentó su tataranieta.
“Era muy cercano a Tomás Guardia, don Pepe Feo era como su mano derecha, entonces cuando Minor Keith abrió la zona del ferrocarril (1877), a don Pepe le tocó una finca que se llamaba la Numancia donde vivió por mucho tiempo”.
Doña Carmen desconoce la fecha de nacimiento de Pepe Feo; sin embargo, sabe que murió de el 17 de mayo de 1930.
“Supongo que murió de viejo, el murió en Alajuela, pero está enterrado en el cementerio General de San José, ahí también están sus hijos Ricardo Feo Pacheco y Jose Feo Pacheco”, detalló.
Comisariato Feo y Lindo
Doña Carmen nos comentó que a inicios del siglo anterior Pepe Feo abrió un negocio en el centro de San José con un jamaiquino de origen inglés.
Esta escritora recordó entre risas cuando estas dos personas se unieron para abrir un comisariato (algo similar a un supermercado).
“Ellos se unieron para montar ese negocio, lo curioso es que la persona con la que Pepe Feo lo inició era de apellido Lindo, entonces le pusieron comisariato Feo y Lindo”, contó.
Luego de algunos meses de tenerlo, un incendio acabó con el establecimiento.
“Se dijo que uno de los dos había quemado el comisariato para cobrar una especie de seguro, entonces mucha gente empezó a presumir que había sido Pepe y otros que había sido Lindo”, mencionó.
Aunque no hay documentación, doña Carmen explicó que en aquellos años el periodista costarricense Aquileo Echeverría cubrió la noticia para un periódico.
“Pude recopilar que el escritor Aquileo Echeverría escribió una noticia sobre este acontecimiento en el que detalló lo que pasó, escribió algo así como: ‘que hay del incendio Mateo, pues de juzgarlo prescindo, unos dicen que fue feo y otros que fue lindo’” .
Sobre este acontecimiento, el investigador de la historia costarricense Ronald Castro, dijo no tener algo documentado, aunque sí supo que durante esos tiempos había varios negocios de la familia Lindo y que uno de ellos se quemó.
Casi deja a un Tinoco feo
Castro comentó que don Pepe Feo estuvo a punto de dejar feo José Joaquín Tinoco el 9 de mayo de 1914.
José Joaquín era hermano de Federico Alberto Tinoco, quien entre 1917 y 1919 se convirtió en dictador.
Según la información de Castro, en 1914, José Joaquín, quien tenía una cierta cercanía con Pepe Feo, le pidió su finca en La Sabana para “pegarle” un susto al abogado Manuel Argüello.
“Parece que a José Joaquín, este abogado le mentó la madre, entonces le pidió prestada una finca que tenía don Pepe en Sabana Sur para retar a Manuel Argüello a un duelo. Don Pepe le dijo que en la finca de él nadie iba a morir, pero Tinoco le dijo que lo único que quería era asustar a Manuel”, detalló.
“Resulta que al final, Tinoco mató a Manuel, le pegó un tiro en medio de los ojos. Eso molestó a don Pepe que tiempo después, en un partido de polo en La Sabana se topó a Tinoco y don Pepe sacó un pañuelo y le dijo ‘agarre una punta y yo la otra y a esa distancia nos vamos a enfrentar a duelo, Tinoco levantó polvo (salió corriendo) y no aceptó el reto’”, añadió.
Al igual que doña Carmen, Castro aseguró que los Feo era personas respetables y nada dejadas.