El médico epidemiólogo Ronald Evans y su equipo en la Universidad Hispanoamericana analizaron los datos de covid-19 desde su inicio hasta el pasado 30 de mayo, cuando se interrumpió el reporte actualizado de datos debido al hackeo que sufrieron varias entidades públicas, entre ellas la Caja Costarricense de Seguro Social.
Según el análisis de Evans, 59 de cada 100 fallecidos por la enfermedad en Costa Rica fueron adultos mayores, en total, fueron 5.005 casos de los 8.525 totales ocurridos entre marzo del 2020 y mayo del 2022. En el caso de los de entre 18 y 64 fueron 3.481 y 37 niños. Hay 2 casos cuya edad no fue determinada.
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Los más golpeados fueron los adultos mayores de 70 a 74 años: por cada 100 mil habitantes murieron 753 abuelitos en ese rango de edad; seguidos por los de 75 a 79 años con 531; en tercer lugar los de 65 a 69 con 523 y luego los de 80 a 84 años con 505. Los demás estuvieron repartidos de los 85 a los de más de 100 años en menores proporciones.
Afortunadamente, el uso de la mascarilla, las medidas de distanciamiento y continuar con el proceso de vacunación dieron un importante giro a la situación, advirtió Evans.
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Al analizar los primeros cinco meses del 2022, se evidencia una importante baja, si lo comparamos con el crecimiento anual. En el grupo de adultos mayores sumó 820 muertes más, que representan un alza del 20%, en contraste con los 270 nuevos decesos en adultos, es decir, un incremento de apenas el 11% y en menores contabilizó 13 fallecimientos más, que se traducen en un aumento del 54.17%.