Este fin de semana, la iglesia Católica celebra un fiestón llamado Corpus Christi, se trata de una de las solemnidades más importantes para los creyentes.
En todos los templos católicos del mundo este domingo se harán misas especiales para recordar la fiesta que se llevará a cabo 60 días después del domingo de resurrección.
El sacerdote German Rodríguez, prefecto de la Catedral Metropolitana, explicó a La Teja la esencia de esta celebración.
“Este domingo 11 de junio la iglesia celebra la solemnidad de Corpus Christy, esta fecha especial nos hace festejar a Cristo, quien se quedó con nosotros como alimento de vida y salvación. Él mismo definió: ‘Yo soy el pan de la vida, mi carne es verdadera comida, mi sangre es verdadera bebida, el que me come habita en mí y yo en él’.
“Creo que somos conscientes de que Cristo ha querido ser nuestro alimento y Él ha querido que nosotros, íntimamente, lo poseamos de tal manera que cuando comulgamos Él está con nosotros y nosotros con Él. Pero la comunión tiene una exigencia, dice Jesús: ‘el que me come vivirá por mí', significa el que me comulga tiene que vivir según he vivido yo; el que me comulga tiene que prolongar mi existencia, ojalá que así lo entendamos”, manifestó el cura.
LEA MÁS: ¿Recuerda al “gemelo” del exministro Daniel Salas? Se sorprenderá de lo que hace ahora
El sacerdote dijo que las misas estarán acompañadas de una procesión muy especial, con el propio Jesús eucaristía.
“Con ocasión de esta Solemnidad de Corpus Christi la iglesia Católica celebra la eucaristía en la que Cristo perpetúa su presencia y se nos da como comida y bebida de salvación, pero luego la iglesia nos invita a participar de la procesión eucarística en la que, públicamente, reconocemos que Jesús está presente en el pan y el vino que se consagran y como Él es Dios a Él nuestra oración y nuestra alabanza, a Él nuestra bendición”.
LEA MÁS: Estos son los productos y servicios que más subieron de precio en mayo
El religioso finalizó diciendo que cada domingo los fieles católicos deben renovar su fe, sobre todo, cuando se celebra una solemnidad tan importante, ya que el continuar la vida sin vivir plenamente la palabra de Dios y sin tener coherencia con ella no tiene sentido en la vivencia del cristianismo.
“Ojalá todos los fieles cristianos no dejen pasar por alto esta celebración tan linda, donde Cristo, en la víspera de la Última Cena instituyó el memorial de su amor cuando dijo ‘tomen y coman mi cuerpo’, ‘tomen y beban mi sangre’, ‘hagan esto en memoria mía’. La iglesia tiene más de dos mil años de hacer memoria de Cristo a través de la eucaristía donde subrayamos que Cristo es el pan de la vida, Él es el alimento de vida y salvación”.