El Once Tigres es un equipo de barrio que este mes cumplirá 100 años. Tienen edificio sede, ligas menores y equipo de veteranos. Lo único que no tienen son deudas.
Su nombre oficial es Asociación Deportiva Once Tigres, sus colores el rojo y el negro. Nace, crece, juega en primera división del fútbol tico y aún sigue activo, en el barrio El Molino de la provincia de Cartago.
Fue fundado el 24 de octubre de 1924 por el sacerdote salesiano hondureño, José de la Cruz Turcios y Barahona, a quien de cariño todo el mundo en Costa Rica le decía, el padre Turcios.
Si a alguno de nuestros lectores le parece raro que un sacerdote salesiano esté metido en la creación de un equipo de fútbol, le contamos que es todo lo contrario.
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Resulta que el club de primera división de Argentina, San Lorenzo, que por cierto es el equipo de los amores del papa Francisco, lo fundó el padre salesiano, Lorenzo Massa, en 1908; y la poderosa Juventus de Italia, fue fundado el 1° de noviembre de 1897 por un grupo de estudiantes del Oratorio Salesiano de Turín, el cual fue creado por el propio san Juan Bosco en 1845.
Ronald Meza Picado, quien desde hace 15 años es el presidente del Once Tigres, amablemente, nos abrió las puertas de la sede del equipo, en el puro corazón de Cartago, y con los colores rojo y negro adornando paredes, globos, mesas y hasta el piso.
“Al padre Turcios lo trajeron a Cartago para que se hiciera cargo del Hospicio de Huérfanos, y como es salesiano y san Juan Bosco siempre dijo que ‘la diversión es una necesidad del espíritu’, además de la educación religiosa, el padrecito agregó el deporte en el diario vivir de los jóvenes del hospicio.
“Si lo vemos a través del tiempo, el padre Turcios fue el fundador del primer CAR (Centro de Alto Rendimiento) del país: integró niños y jóvenes, los puso a hacer deporte y todo en un mismo lugar; además, esos niños y jóvenes aprendían zapatería, ebanistería, carpintería, litografía. Ese hospicio estaba justo en el barrio El Molino”, recordó el presidente.
El propio padre Turcios le puso el nombre al equipo, Once Tigres, pues dijo que el nombre surgió al ver la garra, el coraje y la entrega de los muchachos cuando se enfrentaban a sus rivales.
El hoy presidente, además, juega en el equipo de veteranos. “Desde un inicio el padre Turcios dijo que eran los tigres rojinegros. En este equipo se aprende a amar esos colores. Ponerse la camiseta de esta institución, porque es toda una institución nacional, es algo especial, mágico y único”, reconoció don Ronald, quien recordó que el sacerdote era seguidor del Milán de Italia y por eso los colores rojo y negro.
Primera división
En 1925, un año después de su fundación, el Once Tigres quedó campeón con lo cual se ganó el derecho a militar en la tercera división de Cartago. Su desempeño fue tan bueno que en 1926 terminó como monarca invicto en dicha liga. En ese mismo 1926 se produjo un hecho histórico pues fue invitado a participar en la primera división del fútbol tico.
“De la mano de las gestiones de Eduardo Garnier, por el rendimiento del club, en 1926 pudo jugar en la primera división, la máxima categoría del fútbol tico, aunque solo fue un año. Terminó en el quinto puesto de la tabla; el campeón fue la Libertad, el subcampeón, Alajuelense; tercer lugar, Cartaginés, y cuarto, la Gimnástica.
“Es interesante analizar por qué el Once Tigres logra llegar a 100 años. Hablamos de un equipo de barrio, de canchas abiertas. Somos el primer equipo de canchas abiertas que cumple el centenario. Desde su nacimiento se comprendió que el padre Turcios quería que el deporte fuese la herramienta perfecta para luchar contra muchos de los males sociales.
“Más que un equipo es una familia. Jugadores, dirigentes y vecinos de barrio El Molino, mantienen esa filosofía de servir como espacio deportivo que los aleja de los males. Todo el que juega y es dirigente se concentra en lograr un ambiente especial y único para que el deporte sea lo principal”, aclara el dirigente.
Camiseta mágica
Berny Alvarado Ortega, exjugador y quien creció y vive en el barrio El Molino, define muy bien qué significa ponerse el uniforme rojinegro del Once Tigres.
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“Es algo muy especial, cuesta explicarlo, es mágico. En ligas menores o en veteranos, cuando uno luce esa camiseta que dice Once Tigres, sabe que está defendiendo los colores de una institución de muchísimos años.
“Puedo asegurar que la camiseta pesa; además, da un tremendo orgullo lucirla por eso siempre hay entrega total por los colores”, aseguró.
A sus 60 años don Berny nos contó que su mamá, doña Cecilia Ortega Solano, fue la primera mujer dirigente costarricense en el fútbol (en 1975); incluso, llegó a ser la primera mujer de la historia que llegó como dirigente a la Federación Costarricense de Fútbol.
Para siempre
Don William Mora tiene 70 años de edad y de esos 50 los ha pasado en el equipo rojinegro. Hoy día sigue activo con los veteranos y siempre como defensa izquierdo titularísimo.
“En 1974 llegué al Once Tigres. A través del tiempo he sido jugador y también dirigente. Cuando uno llega a este equipo ya no se va nunca más, es una familia muy unida, en la cual se puede jugar a cualquier edad, aquí nadie se pensiona de lo lindo que es el ambiente, es un equipo para toda la vida.
“La camiseta es especial y única. No tengo como explicar lo lindo que se siente ponerse el uniforme y salir a la cancha. Es un club que me permitió llenarme de amigos y conocer lo lindo del barrio El Molino”, aseguró.
Si hay alguien que puede confirmar que el Once Tigres es un equipo para toda la vida es don Álvaro Vargas; es más, alcanza para tres vidas. El papá de don Álvaro, del mismo nombre, fue presidente de la institución y también su tío, don Mario Vargas.
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“Estamos hablando de un equipo que genera orgullo familiar. En la casa todos estábamos metidos ayudando a la institución y por eso creo que se logra llegar a 100 años. Este no es un equipo cualquiera, es una institución que se te mete en el corazón lo que provoca que uno se identifique totalmente y luche por mantenerla viva.
“Vamos a cumplir 100 años con una sede, con ligas menores, con equipo de veteranos, con directiva activa…lo único que no tenemos en Once Tigres es deudas, gracias a Dios”, dice con alegría y orgullo don Álvaro.
¿Volver a primera división? Don Ronald, el presidente, no lo descarta; incluso, le encanta la idea. “Es un sueño, una ilusión de todos, volver a primera división.
“Si aparece un empresario, una empresa o un grupo de empresarios serios que presenten un proyecto serio, perfectamente podemos analizar la opción, no nos cerramos”, responde con tremenda motivación y esperanza de que, realmente, aparezca una buena oportunidad para que el país vuelva a escuchar el rugido del Once Tigres en primera división.