Debido a la situación económica, política y social de Nicaragua, el escultor Ricardo López Lira tomó la difícil decisión de abandonar su país, rumbo a Tiquicia, en el 2018, junto a parte de su familia.
Antes de emigrar, debió reponerse del duro golpe de perder su mano izquierda, durante un asalto.
El escultor, de 43 años, primero se instaló en Turrialba. Luego de pasar un año en tierras azucareras pasó a Liberia donde ya dejó huella. Junto a otras 24 personas contribuyó a construir la imagen de la virgen de los Ángeles más grande del mundo (16 m. de altura), en El Salto de Bagaces.
Ese es su trabajo más reciente, inaugurado el pasado 2 de agosto, aunque asegura que ya ha hecho más de cien figuras en suelo tico, entre ellas de personajes cinematográficos como Shrek, el hombre de piedra (la Roca), de Michael Jackson, John Lennon o lapas y tucanes.
López empezó a esculpir desde que tenía 14 años y actualmente trabaja en la empresa A Mano Arte y Decoración, en la Ciudad Blanca.
“Mi mamá fue la que me inició en esto porque siempre me gustó pintar y ella me dijo que fuera donde el escultor del pueblo en el que vivía en Nicaragua (San Benito de Tipitapa), don Pablo Vivas (qdDg). Cuando entré a su taller me quedé con la boca abierta, así comenzó mi interés por la escultura”, contó López.
Vivas notó el interés de López de inmediato, por lo que le hizo una prueba mediante unos dibujos y luego le encomendó hacer una escultura de 20 centímetros.
“Él me iba enseñando las técnicas y yo siempre andaba de curioso viendo lo que hacía y lo ponía en práctica, así fue como aprendí. Trabajé con él durante ocho años, lo suficiente para aprender todas las técnicas”, recordó el escultor.
De ahí pasó a bretear en una empresa nicaragüense en la que estuvo por casi 20 años y en la que empezó a desarrollar su creatividad e irse soltando, porque con don Pablo solo hacía lo que él le pedía.
Recuerda que la primera escultura que le encomendaron cuando estuvo con Vivas, fue la de un niño sentado en el suelo jugando chibolas (bolinchas), luego cuando entró a la otra empresa lo buscaban mucho para hacer esculturas de personajes, por lo que hizo los del comandante Hugo Chaves, el general Augusto César Sandino junto a su esposa Blanca Arauz.
Sandino fue un líder revolucionario que luchó contra la ocupación estadounidense en Nicaragua en la primera parte del siglo XX.
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“Cuando agarro una escultura la hago con mucho amor y me concentro en el más mínimo detalle”, confesó.
Para un escultor sus manos son vitales, por eso López es un ejemplo de coraje y amor por lo que hace, ya que hace 17 años fue víctima de un asalto en el que le cortaron su mano izquierda de un machetazo.
“Fue una experiencia muy dura y yo me quería morir, desaparecer. Para entonces ya tenía a mi hija mayor, Katherine, que tenía dos años. Ella se me acercó y me abrazó. Su gesto me conmovió y ahí me prometí que iba a seguir adelante por esta niña”, recordó este padre de cinco hijos.
Las dos mayores Katherine y Karina están en Nicaragua, viven con su primera esposa, mientras que con su segunda mujer procreó a Josué, Arianna y espera a un nuevo miembro de la familia, con cinco meses de gestación.
Don Ricardo desde aquí ruega porque la situación de su país se normalice.