Ronald Evans es un doctor y epidemiólogo, de 84 años, que trabaja en la investigación del comportamiento del covid-19 en la Universidad Hispanoamericana, por eso conversamos con él sobre la decisión de la Organización Mundial de la Salud (OMS) de declarar la vejez como una enfermedad.
-¿Qué opina de que la OMS considerará a partir de enero la vejez como una enfermedad?
Me toma por sorpresa. No me parece correcto porque la vejez no es en sí, una enfermedad. Es un proceso que todo ser humano tiene de envejecer, pero no necesariamente considerarlo como una enfermedad. La mayor parte de los gerontólogos y los expertos en envejecimiento siempre dicen y consideran que la vejez no es una enfermedad, sino un proceso evolutivo que puede dar proclividad a otras enfermedades que son más frecuentes en la vejez. Tendría que ver los criterios, para ver que nuevo enfoque le quieren dar.
-¿Qué opina de la oposición de los gereontólogos a esta iniciativa?
Claro que tienen razón. El tema del envejecimiento siempre me ha llamado mucho la atención para estudiarlo y no recuerdo jamás que nadie haya emitido opinión de que sea una enfermedad. Incluso, no hace mucho apareció la undécima clasificación internacional de enfermedades y ahí no aparece como enfermedad y esa la cambian cada diez o quince años. Si no la pusieron en esa clasificación, creo que no la pondrían hasta dentro de no sé cuantos años, porque eso no se cambia así no más, aunque pasan analizando constantemente.
-Hay muchos adultos mayores, al igual que usted, trabajando y liderando diferentes instituciones, ¿es esto señal de que no hay edad para dejar de hacerlo?
Claro, para la cuestión mental lo mejor que puede haber es el trabajo intelectual, eso mantiene las neuronas trabajando a millón. Hay muchas personas que opinan que el cerebro de las personas mayores es mucho más plástico, que se adapta más a los cambios y hay mayor comunicación entre los dos hemisferios y sobre todo cuando la persona, como en mi caso, se mantiene activa desde la mañana hasta la noche, porque yo me paso leyendo y estudiando todo el día. Eso ayuda a mantener la memoria y la agilidad mental, así como complementarlo con el ejercicio físico.
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-¿Cuáles son las claves de un buen envejecimiento?
Para mí son la buena alimentación, la actividad física y la actividad mental, esas son las tres claves para mí. Eso evita la senilidad mental, la demencia y enfermedades mucho más graves como el Alzheimer y el Parkinson.
-Como médico que entiende claramente lo que es una enfermedad, ¿qué le parece que se haga esa designación?
Si se considera una enfermedad el tratamiento no puede ser específico, el tratamiento para enlentecer el envejecimiento, que reitero es un proceso natural, son las claves que le acabo de mencionar. Es un proceso vital que tienen todos los seres vivos que conforme pasan los años envejecen y por ello los órganos se atrofian y por eso se dice que el mejor estilo de vida es el que nos ayuda a envejecer bien y lentamente.
-¿Cómo puede impactar esa designación anímicamente a quien entra a los 65 años?
La clasificación de las edades ha cambiado, ya se considera que un anciano es una persona que esté por encima de los 80 años. En Costa Rica a cualquier persona de 60 años ya lo llaman anciano y no lo es, hay muchos de esa edad corriendo maratones y haciendo turismo de aventura. Muchos dicen que dentro de poco, con los nuevos descubrimientos, la expectativa de vida va a llegar a los 110 años, manteniendo una vida sana, la práctica de ejercicio y medicamentos.
No hay que deprimirse por cumplir esa edad, me parece ridículo. Una persona de 50 años para mí es un adulto joven. La expectativa de vida de Costa Rica es de 82 años, de las mejores en América, desgraciadamente el covid parece que va a disminuirla, no solo en el país, en todo el mundo.
-Por una decisión de este tipo, ¿cuánto pueden retroceder los logros alcanzados en materia de derechos y respeto a adultos mayores?
Eso traería grandes problemas en el campo de la salud, de la ética y en el legal. Al ser considerada enfermedad cualquier anciano, aunque esté completamente sano, puede llegar y exigir que lo vean en la Caja porque envejeció y por ende esta “enfermo” y puede pedir medicamentos. Eso crearía problemas muy importantes en el campo de la salud pública, de la administración de los servicios. Hay que pensar en las consecuencias que trae una decisión de este tipo. Habría que agregar a los derechos de los adultos mayores, el derecho de ser enfermo. Eso es para consultarlo a fondo.