Cuando llega un perrito a la casa esta se vuelve más divertida, pero también empieza un complicado proceso de adaptación tanto para el animal como para la familia.
Uno de los primeros pasos es enseñarle al animalito a hacer sus necesidades en un lugar específico, sin embargo, eso no es fácil y muchos dueños se frustran al punto de perder la paciencia.
El adiestrador canino Max Sandí explicó cinco pasos que se deben seguir para lograr entrenar a los peluditos para que hagan necesidades en un lugar adecuado, ya sea en el patio o en un lugar de la casa destinado para ese fin.
“Lo primero que recomiendo es que cuando un perrito llega a un nuevo hogar, ojalá con al menos mes y medio de edad, es empezar a enseñarle las cosas básicas y las reglas de la casa, siempre con mucha claridad.
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“Si está pequeñito lo mejor es tenerlo en un encierro y ponerle ahí un patch (una especie de toalla que se ponen en el piso) para que él empiece a orinar y defecar ahí”, explicó.
Max dice que el mejor lugar donde se ponga el patch sea en un patio, un balcón o un lugar tranquilo donde el perrito pueda estar en paz. Además, es importante que ese sitio esté lejos del área de comida y de juego del animalito. Es fundamental que el perro siempre tenga libre acceso a lugar donde hará sus necesidades.
La segunda recomendación es asignar un horario para llevar el animalito a hacer sus necesidades siempre en los mismos momentos, lo mejor es cuando se levante, después de jugar y después de que coma. Hay que llevar el perrito y esperar hasta que orine o defeque.
El tercer consejo es premiar al perro cuando haga sus necesidades en el lugar adecuado para que él vea que hizo algo bueno, puede ser con palabras o con algún premio comestible.
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La cuarta recomendación es ser constantes con el entrenamiento, no se vale seguir los pasos un día sí y al siguiente no porque el perro se va a confundir.
El último consejo es no castigar el perro si ocurre un accidente, hay gente que les mete el hocico en la orinada “para que aprendan”, pero eso más bien crea animales inseguros y no ayuda en nada al proceso, hay que tener paciencia.
Max aclaró que en el caso de que el perro que llega a casa sea adulto, ya no es necesario meterlo en el encierro, pero sí hay que seguir los demás pasos. Se puede llevar el animal cada dos horas al lugar donde debe hacer las necesidades para que él sepa que debe hacerlas ahí, una vez que lo logra hay que premiarlo.
Poco a poco los peluditos, por su propia cuenta, buscarán ese lugar específico para orinar y defecar, si el entrenamiento fue exitoso.