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Enfermera del CEACO inyecta emocionalmente a pacientes de covid-19

Amigos y familiares escriben cartas y ella se encarga de transmitir los mensajes a los enfermos

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“¡Querido papá! Vas a salir adelante porque tu familia te necesita y nosotros no paramos de rezarle a Dios para que te recuperes pronto y puedas estar junto a nosotros, ¡Te Amamos!”.

Estas emotivas palabras salieron del corazón de una familia de la zona sur del país, luego de que uno de sus familiares fuera internado en el Centro Especializado de Atención Covid (CEACO) de la Caja.

Afortunadamente estas frases llenas de amor llegan a los oídos, el alma y las manos de los pacientes internados gracias a una enfermera del CEACO que se encarga de distribuir cartas, postales, tarjetas y dibujos que les mandan sus allegados.

Una de las trabajadoras que hace un esfuerzo, y saca tiempo de su jornada para entregar y leer los emotivos mensajes a los pacientes, es la doctora Arlín Madriz Martínez, de 38 años y con 14 de servir en la Caja.
Arlín es una enfermera con un doctorado, quien con un gran corazón lee las cartas familiares a los pacientes del Ceaco. Cortesía. (Cortesía)

Se trata de Arlín Madriz Martínez, una enfermera del Ceaco que saca tiempo entre sus agotadoras jornadas para entregar y leer los emotivos mensajes que los familiares les envían a los pacientes.

Ella cuenta con el respaldo del doctor Ronald Porras Mora, quien también se deshace en ternura con los pacientes.

Arlín, quien tiene 38 años y 14 de servir en la Caja, tiene una especialidad en salud y psiquiatría que colabora en el proceso de recoger las encomiendas que llegan de manera física al servicio de Enfermería o por correo electrónico y que luego clasifica y reparte a los pacientes.

A los pacientes que tienen dificultades para ver, leer o que están sedados en cuidados intensivos, Arlín, por ejemplo, se los lee en voz alta y trata de hacer la lectura lo más natural posible como si se tratara del familiar que le está hablando.

“Es tan enriquecedor y emotivo poner mi voz y mis emociones al servicio de cada paciente. En especial leer las cartas como si fuera el propio autor provoca mucho sentimiento” explicó Madriz.

Muchos lectores

Este tipo de acciones tiene resultados, como lo demuestra la familia Stanley Ugalde, la cual está profundamente agradecida con los trabajadores del CEACO por la voluntad, el profesionalismo, la empatía, la solidaridad, la mística y la gran sensibilidad humana que muestran generosamente con cada paciente.

"El cumplimiento integral del deber de cuidado ha sido provisto con las mejores atenciones a nuestra madre desde el día 1 de internamiento hasta hoy. Reconocemos que el soporte psicoemocional por parte de Enfermería, en el área de salud mental, ha sido fundamental para poder mantenernos psicológicamente estables en todas las esferas, sin angustias adicionales, ni grados de tensión emocional significativos que pudieran haber ocasionado una crisis mayor.

Una de las trabajadoras que hace un esfuerzo, y saca tiempo de su jornada para entregar y leer los emotivos mensajes a los pacientes, es la doctora Arlín Madriz Martínez, de 38 años y con 14 de servir en la Caja.
Los familiares del internado mandan todo tipo de cartitas y hasta peluchitos. Cortesía (Cortesía)

“Día a día el desprendido acompañamiento que nos han ofrecido ha sido de gran valía. ¡Gracias a Dios y a quienes nos heredaron una grandiosa Institución profundamente Humanitaria y Solidaria como la Caja Costarricense del Seguro Social”, aseguró don Andrés Stanley Ugalde.

Esta es una de las tantas cartas que enviaron a los correos electrónicos de los profesionales en Trabajo Social encargados del abordaje al paciente.

Unión familiar

“Con todo esto lo que estamos haciendo es acercar a la familia e involucrándola en el cuidado de su pariente para facilitar el proceso de recuperación. También buscamos juntar a los seres queridos a los procesos de agonía y muerte digna. Esto facilita la comprensión entre unos y otros.” explicó la enfermera.

Los presentes que los familiares envían a los pacientes hospitalizados se les entregan y cada uno decide qué hacer con ellos, la mayoría se los lleva al salir del CEACO, ya que esos detalles les ayudaron en el proceso de recuperación.

Una de las trabajadoras que hace un esfuerzo, y saca tiempo de su jornada para entregar y leer los emotivos mensajes a los pacientes, es la doctora Arlín Madriz Martínez, de 38 años y con 14 de servir en la Caja.
La enfermera va de paciente en paciente, leyendo con actuación incluida. Cortesía. (Cortesía)

“Mientras estamos dentro de los cubículos los pacientes no ven nuestros rostros, pero sí escuchan nuestra voz y se familiarizan con uno. Muchas veces lo que hacemos es que nos acercamos a los ventanales para que nos vean y conozcan a la persona que les ofrece el acompañamiento y las atenciones. A veces también acudimos a las rotulaciones para que sepan nuestros nombres y se cree un vínculo más humanizado” dijo Arlín.

Ayuda a la recuperación

La doctora María Luisa Badilla Chinchilla, directora de Enfermería de CEACO también se muestra orgullosa de la milla extra que da el personal de la institución.

"Este es un esfuerzo que hicimos desde nuestro servicio para acercar a las esposas, esposos, hijos, nietos, hermanos y todas aquellas personas que sabemos son importantes para el paciente y que, definitivamente, contribuyen a la recuperación de muchos usuarios y al bien morir del paciente en fase agónica.

Una de las trabajadoras que hace un esfuerzo, y saca tiempo de su jornada para entregar y leer los emotivos mensajes a los pacientes, es la doctora Arlín Madriz Martínez, de 38 años y con 14 de servir en la Caja.
Incluso los familiares mandan sus cartas por correo electrónico que Arlín imprime para leerle a sus pacientes. Cortesía. (Cortesía)

“En general es una oportunidad para motivarlos y sacar adelante a la gran mayoría de los pacientes y hacer más cálida la estancia en el hospital”.

Eduardo Vega

Eduardo Vega

Periodista desde 1994. Bachiller en Análisis de Sistemas de la Universidad Federada y egresado del posgrado en Comunicación de la UCR. Periodista del Año de La Teja en el 2017. Cubrió la Copa del Mundo Sub-20 de la FIFA en el 2001 en Argentina; la Copa del Mundo Mayor de la FIFA del 2010 en Sudáfrica; Copa de Oro en el 2007.

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