San José esconde un secreto a simple vista. Podrá ser imperceptible para las miles de personas que caminan de un lado para otro, todos los días, por la Avenida Central, pero ahí está.
Y este secreto es un constante recordatorio de la era dorada de Chepe, cuando el tranvía era el método de transporte por excelencia.
Ahora, resulta que, por cosas del destino, un par de líneas del tranvía, que se utilizaba a finales del siglo XIX e inicios del XX, aparecieron en el lugar menos esperado.
LEA MÁS: ¿Recuerda las más de mil piezas precolombinas descubiertas en la ruta 32? ¡Vea las increíbles fotos!
“Ellos (la Municipalidad de San José) estaban haciendo una especie de excavaciones para reforestar parte de lo que es el bulevar y se toparon con las líneas”, nos explicó en entrevista, Mónica Aguilar, experta en arqueología histórica.
“Encontramos lo que son los durmientes y las líneas metálicas del tranvía y, luego, fuimos a ver unas trincheras, un poquito más grandes, ahí por Cuesta de Moras”.
Pero, no nos adelantemos, que así como estos rieles, hay mucha historia que contar.
Tecnología de punta
Hoy en día los tranvías podrán parecer algo del pasado, pero a finales del siglo 19, eran la genialidad del momento.
En el caso específico del tranvía de San José, según nos explicó Mónica, nació en 1885, cuando se comenzaron a construir las vías y a preparar todo el terreno.
Sin embargo, no fue hasta el 9 de abril de 1899 cuando se estrenó el primer viaje.
LEA MÁS: La Asamblea Legislativa cumple 200 años y estos los eventos más memorables de su historia
Pero, ¿sabía que no existió solo un tranvía?
En realidad, de la línea central, que cruzaba toda la Avenida Central, salían varias ramificaciones que se extendían por gran parte de San José.
“Había una que cubría desde la estación del Atlántico hasta la boca de la Sabana. De esa salió otro ramal que seguía hacia el sur por calle 20. A esa se le conocía como el ‘Tranvía del Cementerio’, porque muchos lo usaban para visitar a sus parientes el 1° y el 2 de noviembre.
“Después hubo otro ramal que iba entre San Pedro y San José, ese funcionó entre 1901 y 1950. También se construyó otra línea para conectar las estaciones del Atlántico y el Pacífico, que estuvo de 1908 a 1939. Incluso, hubo una línea que iba hasta Guadalupe y, se supone, que hubo otra que conectaba con Barrio México”, agregó.
LEA MÁS: ¡Inesperado hallazgo! Encontraron una flor de 1000 años
Pero, todo lo bueno tiene su fin y, en algún momento de agosto de 1950, el tranvía hizo su último recorrido, pero ¿qué fue lo que pasó?
En realidad es muy sencillo, el tranvía ya no tenía lugar en el mundo moderno.
Cuando se creó, San José todavía era una ciudad muy joven, hasta cierto punto rural, y que se estaba modernizando. Con la llegada de las cazadoras (buses), el tranvía, poco a poco, se volvió obsoleto.
A eso hay que sumarle que la población en Costa Rica comenzó a crecer de manera desenfrenada y no daba abasto.
“Cuando se empezó a construir el tranvía, el censo marcaba alrededor de 20 mil personas viviendo en San José. Y para 1927 ya vivían alrededor de 50 mil personas”, explicó la experta.
“El servicio no daba abasto con tantísima gente y se vio la necesidad de ampliar la ciudad, dejando por fuera el tranvía”.
Vistazo al pasado
Ahora, 75 años después desde su último viaje, estos rieles están viendo la luz del día y, lo más curioso es que no vienen solos, junto con los rieles aparecieron pequeñas ventanitas al pasado.
“Aparecieron pedacitos de vidrio, de losa, de ladrillo y, otros materiales que se asocian a la época en la que se construyó y utilizó el tranvía.
“Pueden ser restos de la parte eléctrica del tranvía o de las casitas que vivían en los alrededores de la línea. Imagínense como un plato viejo con toda la pintura reventada”, contó Mónica.
Ahora, se debe estar preguntando: ¿cómo es que algo con tanto valor histórico quedó enterrado? Y, en realidad, no se sabe qué fue lo que pasó, más allá de que en algún momento de los años 70 se tomó la decisión de chorrear asfalto sobre estas vías.
LEA MÁS: Influencer holandés cuestionó algo sobre Costa Rica que los ticos nos hemos preguntado siempre
Pero, a ojos de Mónica, fue lo mejor que les pudo haber pasado.
“Generalmente, se llevan las cosas, las destruyen o terminan siendo chatarra. Por lo menos así fue cómo se preservaron”, admitió.
Eso sí, no espere verlas funcionando en un futuro cercano y, en general, del todo.
“Eso sería muy difícil y costoso. En otros países lo que se ha hecho es que se habilita algo como un carro de motor de vapor, para que la gente se suba y haga los recorridos recibiendo información.
“Pero, ya rehabilitarlo, sería un poco más difícil por la función que tienen esas vías en actualidad y, la carencia de estructura, la parte eléctrica, e inclusive, conseguir los carritos”, aseguró Mónica.
LEA MÁS: Acceda gratis e ilimitadamente a La Teja, el medio más leído de Costa Rica con esta app
Lo que sí, es que la Municipalidad anunció que van a dejar una especie de “ventanas” para que las personas que vayan caminando por la Avenida Central, Chelles y hasta el Hospital San Juan de Dios, puedan ver las vías.
“Se va colocar un acrílico que las va a proteger en cuanto a condiciones de temperatura, humedad y más. Se van a dejar expuestas, van a poder pasar y verlas, pero no tocarlas”, nos explicó Dahiana Marín, gerente provisional de servicios de la muni.
Ella también les cortó las alas a la idea de usar estos rieles, asegurando que están muy viejas como para aprovecharlas y la Municipalidad no tiene ningún proyecto a futuro que involucre el tranvía.
“Mucha gente piensa que para ver historia en una ciudad tiene que irse a otros países, donde hay edificaciones coloniales o sitios arqueológicos, pero en San José, a pesar de ser una ciudad joven, tenemos mucha historia que está ahí nomás, pero que no la conocemos”, concluyó.