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En la parroquia San Vicente Ferrer, en Moravia, los santos van a misa. Ellos incluso tienen reservadas las bancas para que nadie les quite el campo.
Se trata de los asientos que deben estar desocupadas para lograr el distanciamiento social, según las medidas solicitadas por el Ministerio de Salud. Entonces en cada una ponen la imagen de un santo y piden a la gente no sentarse allí.
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El sacerdote Stefano Cheruvini, vicario de esa parroquia, dijo que la iniciativa fue del equipo de comunicación, el cual pensó que el poner estampitas de santos, indicando que las bancas estaban reservadas para ellos, era una bonita forma de aplicar las medidas sanitarias y evitar que la gente esté cerquita.
“La Iglesia está conformada por dos partes: la iglesia triunfante, que está conformada por los santos, y la iglesia caminante, que somos nosotros, los que estamos aún en la tierra luchando por alcanzar la salvación.
“Nos pareció bien que las dos partes de la Iglesia estuvieran representadas en las eucaristías, por eso las pusimos. Son muchos los santos que están representados en las tarjetas”, expresó el cura, quien tiene dos años de trabajar en Moravia.
El sacerdote contó que poco a poco los feligreses han decidido regresar al templo para asistir a las misas.
“Nos preocupamos mucho por seguir los protocolos para evitar los contagios y las personas lo han entendido, nunca falta quienes se han quejado por distintas cosas, pero la mayoría de las personas están satisfechas”, contó el religioso.
Cheruvini dice que algunas misas se llenan bastante (hasta lo permitido por el Ministerio de Salud), pero a otras, dependiendo del horario y del clima, llega poca gente.
