Cartago es la provincia con una de las mayores incidencias de cáncer gástrico y lamentablemente las cifras en cáncer de colon también van para arriba, por eso en el hospital Max Peralta de la ciudad brumosa, se han dado a la tarea de salir a la caza de los pacientes sanos para atajar a tiempo la enfermedad.
Para que se dé una idea, según las estadísticas del 2017 de la dirección de Vigilancia de la salud, 29 de cada 100 mil personas mueren por culpa del cáncer gástrico en Cartago, mientras que en San Pablo de León Cortés, también adscrito a esta área de salud, tiene el primer lugar en mortalidad por cáncer de colon (16 por cada 100 mil).
Por eso, en el centro de detección temprana de cáncer gástrico del hospital Max Peralta están trabajando dos programas de tamizaje para detectar ambos tipos de cáncer.
En el caso del gástrico están haciendo radiografías y otros estudios para detectar úlceras, hernias diatales, reflujo y por supuesto cáncer, lo que ha permitido diagnosticar a casi 600 personas de forma temprana.
“Estamos trayendo a las personas de las comunidades de Cartago y Los Santos para hacerles una endoscopia porque tienen más posibilidades de alguna lesión y se les puede hacer una biopsia en ese momento”, explicó la doctora Carolina González, encargada del tamizaje del cáncer gástrico y de colon del centro médico brumoso.
Si sale negativo debe repetirlo cada dos años, pero requiere ser asegurado.
En el caso del cáncer de colon y recto se están haciendo exámenes de heces para detectar sangre oculta en las mismas y hacerles una colonoscopía y si se ve alguna lesión extraerla, lo que permite saber cuántos estaban en riesgo de padecer cáncer en 5, 10 o 15 años.
Puede consultar en el Ebais de su comunidad o hasta en la iglesia.
Se la juega con el 40% de su estómago
Hace 13 años para estas fechas doña Esmeralda Vega estaba en carreras haciéndose los exámenes para ver si los tumores que le salieron en los estudios gástricos que se hizo eran cáncer.
Lamentablemente así fue, y el 14 de agosto del 2006 estaba en la sala de operaciones del hospital Max Peralta. Los médicos le dijeron inicialmente que tenían que quitarle el estómago completo; sin embargo, le lograron rescatar el 40%.
Para entonces tenía 52 años, el rango de edad donde se es más propenso a padecerlo, por eso las autoridades de salud recomiendan a las personas empezar con el control a los 50 años y hasta los 74.
“Yo como de todo, lo que me enseñaron es por ejemplo que si como, espere media hora o más para tomarme un fresco. Tampoco como mucha carne roja, solo la necesaria para que no me de anemia y me inyectan vitamina B12 cada mes por la falta de encimas”, agregó la brumosa.
Ella se había atrasado un año en hacerse la gastroscopia y le dijeron que de haber esperado seis meses más no hubiera contado el cuento.
Pese a todo este tiempo que ha pasado, ella sigue bajo control y da gracias a Dios el estar viva.
Hasta que empezó todo este proceso se enteró que su mamá y sus abuelos maternos también tuvieron cáncer gástrico y es que la herencia es uno de los principales factores de riesgo de la enfermedad.
Por eso ahora está pendiente de que sus hijas, hermanas y demás miembros de su familia estén en constante control, para que no vivan lo que ella vivió.
“Duré 17 días sin comer ni una gota de agua luego de la operación, porque corría peligro si no seguía las instrucciones del médico. Cuando salí empecé a comer poquito, como un bebé”, recordó Vega.
Ahora debe hacerse la gastroscopia cada año, para asegurarse que no regrese el cáncer.
“A estas alturas (luego de 20 años de existir el programa de tamizaje) la gente no sabe que tenemos el centro de detecciones al alcance de la mano, por eso yo le cuento a todo el que veo, para que se revise”, contó doña Esmeralda.
La mayoría no presentan síntomas, pero de haber son dolor abdominal, llenura después de comer poco, vómitos persistentes, anemia y pérdida de peso ya en estados avanzados.
Se da más en hombres que en mujeres en una relación de 2 a 1. Lo que quiere decir que por cada dos hombres una mujer lo padece.
Según se ha detectado, los factores son muchos: herencia, mala alimentación, el alcohol, comer carne a la parrilla, carnes procesadas como tortas de carne o embutidos, exceso de sal, explicó la nutricionista Sandra Chinchilla, del programa de prevención del INS.
“En el caso de embutidos lo recomendado es una rebanada de jamón al día (30 gramos) como máximo, pues la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda solo 50 gramos diarios”, explicó Chinchilla.