Emma Daly, una de las mujeres que denuncia haber sido víctima de abusos por parte del expresidente Óscar Arias, dio una entrevista al Telediario del canal Multimedios Costa Rica.
Douglas Sánchez, director del noticiario, viajó a Nueva York y entrevistó a a Daly, actual directora de comunicaciones de la organización Human Rights Watch.
A continuación un extracto de la entrevista.
-¿En qué trabajó en Costa Rica en los ochentas?
-Empecé en el semanario en inglés The Tico Times. Cubría temas de noticias generales y luego comencé a cubrir los acontecimientos más grandes en las guerras en la región y más que todo lo del plan de paz centroamericano y el plan Arias.
-¿Conocía a Arias antes del noventa?
-Sí, porque cubrí su administración por dos años.
-¿Tenía una relación normal en esas coberturas de fuente con políticos?
-Sí, con él (Arias) y con sus oficiales y varios de sus ministros. Él normalmente se portó bastante bien con los periodistas , estuvo dispuesto a hablar con nosotros, dar conferencias de prensa e informar.
-¿Siempre que le planteaba preguntas, era respetuoso con usted? Usted menciona en las declaraciones a The Washington Post que era un comportamiento normal en la época, ¿a qué se refería?
-Bueno, la historia que cuento con el expresidente Arias pasó solo una vez. Normalmente me trató de una forma profesional, pero digo que existía, y creo que aún existe, un clima muy machista y sexista hacia las mujeres jóvenes, más que todo. Entonces muchas veces tuvimos que aguantar faltas de respeto, acoso, palabras fuera de tono y piropos, no digo del expresidente, sino de gente en la calle y de otras fuentes. No era un comportamiento normal, sino una parte de la vida, pero yo no lo sufrí por parte del presidente hasta ese día.
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-¿Qué ocurrió en ese hotel en 1990?, ¿cómo se da ese asunto? ¿Fue en un cuarto aparte o fue público?
-He dicho que no estoy segura en qué día pasó, si fue el día de las elecciones en Nicaragua o la toma de posesión de Violeta Chamorro. Creo que pasó en ese hotel en Managua (Intercontinental) porque era casi el único sitio donde todo el mundo se iba a hospedar. Pero estuvimos en un sitio público, en el lobby, lleno de gente, (periodistas, diplomáticos, entre otros).
Entonces vi al presidente Arias y lo llamé, como en otras muchas ocasiones, por favor don Óscar, ¿le puedo hacer una pregunta? Y esa vez, en vez de responderme paró, me miró, puso su mano en mi pecho y bajó sus dedos por entre mis senos y me dice ‘usted no lleva sostén’. Me quedé asombrada, paralizada, humillada, impotente, porque luego él se fue y le dije sí que llevo sostén, que es una tontería. Siguió su camino como si nada hubiera pasado.
Hace unos días me llamó una periodista tica amiga de esa época. No había hablado con ella en más de veinte años y me dijo que ella se acuerda de mí en ese momento, que yo me la encontré pocos minutos después y le dije molesta ‘oye, no vas a creer lo que me hizo Óscar Arias’ y me dijo ‘estabas pálida, enojada’.
-¿Cuál fue su reacción cuando logró procesar un poco más esta situación?
-Obviamente enfadada, con un sentimiento de desprecio, de haber sido despreciada completamente, pero también un poco sintiendo que así es la vida. En el momento había otra mujer, otra periodista, creo que americana, quien me dijo en el momento ‘si quieres te apoyo. Si quieres hacer algo, te apoyo’. Y le dije, no, no, no pasa nada… Ella fue la única, los demás siguieron caminando. En el momento pensé, pero ¿qué voy a hacer?
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-¿Usted sentía admiración por Óscar Arias?
-Sí, por supuesto y creo que aún valoro su trabajo. Para mí el trabajo que hizo con el Plan de paz de Centroamérica fue tremendo. Él hizo un esfuerzo tremendo para acabar con estas guerras y eso ha salvado las vidas de mucha gente.
-¿Qué sentimiento le genera (lo ocurrido)?, porque es bien contradictorio.
-Es decepcionante que un hombre grande en su carrera profesional también puede maltratar a la gente. Pero no es el único caso, pasa a menudo y hay muchas historias de artistas, escritores, directores de cine y creo que lo importante es separar un poco el hombre de su trabajo. Es decir, el hecho de que alguien ha hecho un trabajo muy importante, que ha ayudado al mundo, no le da derecho de tocar a las demás personas sin su consentimiento ni un pase libre o permiso de acosar a la gente.
-¿Usted cree que el presidente Óscar Arias es mentiroso?
-Bueno, cuando lo acusó la primera mujer de un asalto bastante serio... Yo no sé lo que pasó entre él y Alexandra Arce, entonces no sé si mintió cuando dijo que no la había asaltado. Pero luego dijo algo como que “nunca he mostrado ninguna falta de respeto a una mujer” y eso para mí es una mentira, porque a mí me faltó el respeto, me tocó sin mi consentimiento.
-Hace rato, después de su caso, se generó una polémica con el señor Farid Ayales, quien fuera embajador de Costa Rica en Nicaragua. Hace un comentario y él plantea que esto es una pornonovela, lo que se está armando alrededor de Óscar Arias, que era una mentira. ¿Qué impresión tiene usted cuando escucha este tipo de teorías o declaraciones de gente que rodeó a Óscar Arias?
-Yo solo puedo hablar de lo que me pasó y lo he contado. Lo que opine esa persona tiene derecho a ellas (opiniones), supongo que no estuvo siempre al lado de él. Otra cosa que me parece muy triste es que es muy posible que el expresidente Arias no se acuerde de este momento y que otro oficial se recordaría porque era más o menos olvidable, porque esas cosas pasaban.
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Este miércoles por la noche transmitirán la segunda parte de la entrevista con la periodista en la que, según el adelanto, la comunicadora dice: “Yo no necesito al presdenrte Arias ni a su partido para nada, pero es muy desagradable tener que hablar públicamente de este evento. Estoy contando la verdad, soy activista de derechos humanos, todo mi trabajo es tratar de ayudar a los sobrevivientes de acoso y motivarlos a hablar públicamente”.