Dos cuadrillas de Acueductos y Alcantarillados (AyA), unos 12 trabajadores, se fajaron duro durante 24 horas seguidas para arreglar una fuga que dejó sin agua a 45 mil familias de Alajuelita y Escazú, y la cual comprometía la apertura de los centros de votación en esos dos cantones josefinos.
La gente de AyA entendió de inmediato que debía ponerle bonito al arreglo, porque el asunto pasó de castaño a oscuro en un dos por tres ante la posibilidad de dejar sin agua a las familias incluso este domingo 6 de febrero.
Al tratarse de las elecciones presidenciales, el tema no era fácil. De acuerdo a los datos oficiales del Tribunal Supremo de Elecciones en el cantón de Alajuelita están empadronados 53.246 votantes y en el de Escazú 50.442. Hablábamos de más de cien mil votantes, quienes debido al faltante del preciado líquido, hubieran tenido complicaciones para votar, sobre todo porque Alajuelita tiene 10 centros de votación y Escazú 8.
Todo comenzó el pasado viernes 4 de febrero cuando una cuadrilla de AyA atendió la denuncia de una pequeña fuga de agua cerca de la rotonda del Rancho Guanacaste, al costado de Plaza América, entre el límite de Hatillo y Alajuelita.
Los de Acueductos pensaron que el trabajito sería rápido, pero cuando los trabajadores comenzaron a abrir el hueco para tapar la fuguilla, se dieron cuenta que el tema estaba más complicado de la cuenta.
No era una fuguilla y no era un tubo cualquiera. El daño estaba en uno de los tubos principales que abastecen de agua a alajueliteños y escazuceños.
La cuadrilla que llegó pidió auxilio porque solos no podían, así que les mandaron otra cuadrilla, por lo que ambas estuvieron coordinadas por cuatro ingenieros.
Todo el mundo en el AyA sabía que el daño era grande y que no podían esperarse un segundo porque las elecciones estaban encima así que de inmediato se tomó la decisión de trabajar sin parar hasta arreglar el daño.
Desde la tarde del viernes 4 hasta parte de la tarde del sábado 5 de febrero, los trabajadores le dieron duro y para eso tuvieron que suspender el agua desde la estación de bombeo de Puente Mulas 1.
A eso de las dos de la tarde de este sábado se cambió el pedazo del tubo dañado, se socaron los últimos tornillos y se comenzó a echar el agua. Al final de la tarde ya estaba el servicio funcionando con normalidad para las 30 mil familias que faltaban, ya que gracias a un MacGyver que hizo AyA, lograron abastecer a unas 15.000 familias desde la mañana.
José Daniel García, ingeniero de AyA, a cargo de los trabajos, comentó: “La fuga era bastante compleja, ya que estaba en un lugar que dificultó los trabajos, por eso tuvimos que atacar el problema con varias estrategias, pusimos un pedazo de tuvo nuevo y no se podía parar, por eso hubo que trabajar tarde, noche y madrugada”.
En el AyA informaron que si se registra faltante de agua en algún centro de votación enviarán de inmediato un cisterna para abastecer y evitar inconvenientes.