Una vez más, el abstencionismo fue el ganador de las elecciones municipales de este domingo y pese al llamado de las autoridades, más de la mitad de los votantes no participaron de esta fiesta electoral.
Pese al buen solcito que hizo en algunas partes del país, el ambiente electoral no calentó y, según datos que facilitó el Tribunal Supremo de Elecciones (TSE) al finalizar la jornada del 4 de febrero, del total de electores convocados, es decir de 3.570.807 personas, un 68,03 por ciento de los electores decidieron no ir a votar.
Para que le quedé más claro, esto quiere decir que casi 7 de cada 10 personas no votaron.
Esto según los datos suministrados, en el primer corte, a las 8:28 de la noche.
Si comparamos este dato con las elecciones del 2020, el porcentaje de abstencionismo subió un 4,46 por ciento, con respecto a las votaciones del 2020.
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Hace cuatro años, las elecciones reflejaron que el abstencionismo disminuyó un poquito y llegó al 63,6%. En las elecciones del 2016, el 64,6% de los votantes no acudió a las urnas.
67,21 fue el porcentaje de abstencionismo de las elecciones municipales 2024.
Para este proceso electoral se invirtieron más de ¢6.989 millones para garantizar que en los 84 cantones del país fuera posible la escogencia de las autoridades municipales.
Es decir, que en cada persona se destinó, aproximadamente, ¢1.900 para garantizar el derecho al sufragio. En total, el padrón electoral se compuso de 1.798.160 mujeres y 1.772.647 hombres.
Las causas
Para el politólogo Gustavo Araya, los resultados de una jornada como la de este domingo tiene varias causas.
“Es una elección en donde la cultura política es más local, es un asunto personalizado, de cercanía; entonces el no tener una celebración más amplia, como en las elecciones nacionales, en donde se celebran hasta debates provoca que, de alguna manera, la gente tenga poco entusiasmo.
“Los medios nacionales no las cubren, los medios locales no son tan efectivos y la gente desconoce para qué o cómo funcionan las municipalidades, lo reducen todo a un asunto de arreglo de vías, de recolección de basura y una municipalidad tiene más funciones”, recalcó.
Para Araya, los partidos contaron con suficiente tiempo para llevar a cabo la campaña electoral.
“El TSE resolvió de manera veloz más de 200 mil postulaciones, 75 de 77 partidos cumplieron con la reglamentación que está en las leyes electoral; o sea, les da chance para llevar a cabo las campañas.
“Creo que este es un proceso que está tardando en consolidarse, pero poco a poco se va fortaleciendo, poco a poco la democracia se va acomodando”, afirmó.
Un criterio un poco distinto tiene también el politólogo Daniel Calvo, quien luego de los resultados de estas elecciones, considera que se deben proponer cambios en las leyes electorales.
Calvo lamentó el resultado, porque afirmó que, a todas luces, esto representa un retroceso para la democracia, en el sentido de que a pocas personas les interesa este proceso electoral.
“Los partidos deben reflexionar, profundamente, sobre las acciones que están tomando y dentro de la Asamblea Legislativa se deben ver cuáles reformas se pueden llevar a cabo.
“Me parece que una de ellas es que los procesos municipales son desiguales, no todos los partidos tienen los recursos para presentar sus propuestas ante la ciudadanía, no cuentan con la capacidad de hacer publicidad y dar a conocer la información al electorado”, aseguró.
Para Calvo, la conformación del calendario es otro de los temas que a gritos pide un cambio.
“El calendario electoral, como está planteado, no es el más idóneo. Empezamos en octubre, que es un período de acomodo; en noviembre empieza a calentar y se viene el apagón de Navidad, en donde la gente no tiene cabeza para la actividad política. Sería diferente si la campaña comenzara en enero y terminara en abril, por ejemplo”, afirmó.
El experto también cree importante que el TSE enfoque sus baterías en brindar más información al votante, para que entienda el impacto de los gobiernos locales.
“Me parece necesaria una campaña de información por parte del TSE para que la gente entienda cómo funcionan las municipalidades, sobre todo en el área urbana, porque observamos que en las zonas rurales es donde hay una participación más alta en las elecciones”, destacó.