La apertura del último tramo de Circunvalación Norte expuso la necesidad de terminar una obra como Dios manda y acá no se habla solamente de los acabados estéticos.
Para expertos en la materia, como Mario Durán, quien es ingeniero civil y consultor en transporte urbano, más allá de lo bonita que se pueda ver esta carretera, el tema de la seguridad vial es primordial y, en este momento, hay una parte de la obra que no está concluida y eso puede provocar congestión vehicular o algún accidente.
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Durán se refirió a la rampa que se observa cuando se viene de los Tribunales de Guadalupe, para agarrar el nuevo tramo de Circunvalación hacia la ruta 32 o Tibás, que le puede hacer pasar un dolor a los conductores.
“Como no se terminó de construir esa rampa, la persona que quiere entrar en esa dirección debe ir hasta la rotonda de Guadalupe y hacer una vuelta en U o retorno, y luego entra a Circunvalación hacia el norte.
“Si usted viene de los Tribunales o de la Coca Cola para entrar a Circunvalación o a la rotonda del Bicentenario, se va a topar dos carriles que se cierran a un carril, y que luego se abre a dos. Y en ese punto se cruzan a los vehículos que quieren salir de Circunvalación hacia la rotonda del Bicentenario con los que quieren entrar a Circunvalación hacia el sur”, comentó.
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Para Durán, en este entrecruzamiento no hay distancia para hacer la maniobra y eso no solo provoca más congestión en la rampa, sino que más de un conductor debe hacer una maniobra peligrosa para entrar a la carretera.
“La falta de seguridad vial se debe a que los carros en los carriles principales de Circunvalación vienen a 80 o 90 kilómetros por hora y los que quieren entrar prácticamente deben detenerse y acelerar con todo en medio de la fila entre las dos rotondas”, destacó.
Randall Murillo, presidente de la Cámara Costarricense de la Construcción, añadió que es necesario que este proyecto tenga la adecuada señalización.
“Hay alcantarillas sin tapar, lo que podría poner en riesgo la seguridad de quienes conducen motos o carros livianos. La demarcación también es importante, porque hay salidas que no están demarcadas y esto debe ser fundamental para que la obra funcione adecuadamente.
“Si se solventan estos dos temas, es perfectamente entendible que se pueda trabajar en otras áreas más estéticas y poner la carretera en circulación”, comentó.
Se atribuyen obras
El expresidente de la República Luis Guillermo Solís señaló que Rodrigo Chaves y el ministro de Transportes, Mauricio Batalla, se atribuyen obras que dejaron adelantadas los gobiernos previos.
“Enfrentado a atrasos que parecen ya irreparables en todas las principales obras de infraestructura que Chaves y Batalla se atribuyen, sabiendo que las recibieron diseñadas y muy adelantadas por gobiernos anteriores, el actual no podía quedar mal una vez más y forzó la marcha para ‘terminar’ con el último tramo de la Circunvalación Norte (de 1.5 km de longitud) a toda costa.
“El resultado es el que se ha dado a conocer por los medios más acuciosos y críticos. Esa es la verdad ante la cual lo procedente es resolver rápido y no ‘quitarse el tiro’ acusando a los medios de desinformar y confundir como usan hacerlo”, agregó Solís.