El teletrabajo tomó un fuerzón con el coronavirus y parece que llegó para quedarse.
Pero así como tiene muchas cosas buenas, los expertos reconocen que también viene cargado de estrés.
Estar metido en casa con los chiquillos, la pareja, que el almuerzo y el oficio, además a eso se suma la crisis económica, es todo un coctel molotov que ya ha estado estallando en los hogares.
Marianela Rojas Garbanzo, académica del Instituto Regional de Estudios en Sustancias Tóxicas de la Universidad Nacional (IRET-UNA), habló en una conferencia sobre la sobrecarga de trabajo a raíz de la pandemia del COVID-19 y reconoció que el teletrabajo llena a la gente de estrés.
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“Una persona expuesta a altas exigencias, pocas relaciones sociales, trabajo poco reconocido y falta de liderazgo en la empresa, está expuesta a padecer una condición aguda o crónica relacionada con el estrés laboral”, aseguró Rojas.
Y es que al teletrabajo hay que sumarle un síndrome que más de uno debe estar sufriendo, el de la adaptación a un entorno completamente distinto.
“Con la implementación del teletrabajo y al no estar previamente preparados, se presentan manifestaciones de estrés, en las que el uso de nuevas tecnologías puede significar para algunos la pérdida de libertad, un limitado desarrollo personal o incluso un sentimiento de desprotección.
"El teletrabajo por sí solo, dicen los estudios, podría generar más fatiga, el estar conectados muchas horas puede generar ansiedad, porque estamos pendientes de todas las llamadas, de cumplir horarios, mensajes sin responder, por lo general se prolonga la jornada laboral. Hay distracciones en casa, se presentan conflictos entre el trabajo y la familia, hay que cocinar, comemos más, y en medio de eso tenemos que tomar decisiones difíciles en el trabajo”, explica Rojas.
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La respuesta generalizada ante esas condiciones adversas, además de algunas manifestaciones físicas, es la ansiedad.
“El organismo responde con sensaciones de miedo, agobio e inseguridad. Puede llegar a situaciones de pánico, donde luego de mantener la ansiedad por mucho tiempo, nos sentimos mal, no sabemos qué va a pasar, hay sudoraciones, mareos, palpitaciones y se debe buscar ayuda antes de que la situación se agrave”, dijo la experta.
De acuerdo con Rojas, es indispensable promover el bienestar emocional a través de actitudes positivas, buena autoestima y aprender a gestionar las tareas.
“A nivel individual debemos crear rutinas, programar actividades familiares, organizar las tareas domésticas, mantener nuestros hábitos de higiene, no quedarnos en pijamas todo el día sino hacer el trabajo con la misma responsabilidad con que lo haríamos de forma presencial, respetar los horarios de estudio o de trabajo, hacer pausas de 10 minutos cada dos horas y mantener la actividad física”, recalcó.
Para los empleadores, recomendó conciliar las cargas de trabajo, establecer horarios de disponibilidad, determinar objetivos en plazos razonables y monitorear los factores psicosociales de los colaboradores.
A otro nivel
Tomando en cuenta esta realidad y que el teletrabajo no es solo asignar cargas y ofrecer las condiciones para llevarlo a cabo, la empresa tica Zepol decidió tomar cartas en el asunto.
Según comentó Lucrecia Campos, directora de Gestión de Talento de Laboratorios Zepol, ellos desarrollaron toda una serie de iniciativas para apoyar a sus colaboradores más allá de la parte laboral.
Así, por ejemplo, implementaron actividades virtuales como clases de yoga, de acondicionamiento físico, zumba y baile dirigidas por instructores. También conciertos con músicos en vivo durante almuerzos bailables, variedad de charlas interactivas a cargo de un motivador y psicólogo sobre convivencia en familia, emociones y reinvención.
A diario se envían mensajes con palabras de esperanza y motivación, los cuales les llegan a los colaboradores a sus correos electrónicos o al grupo privado de Facebook de la empresa.
También tienen el “Café Virtual”, en el que se motiva a un compañero a llamar en horas laborales a otro para saludarlo, preguntarle cómo está, cómo se ha sentido, es decir, para conversar temas que no sean de trabajo. Así como el entretenimiento por medio de juegos, concursos, sopas de letras y fotos, entre otros.
“Nuestro objetivo con todas estas acciones ha sido acercarnos a la gente y seguir disfrutando la vida a pesar de la distancia", dijo Campos.