El reinado de la Malcriada pasó a la historia, ahora la reina de las empanadas es la Taparterias, un platillo hecho para que nadie se lo pueda comer solo, ni el más pintado.
El 26 de enero del 2016, en La Teja contamos la historia de la Malcriada, una empanada que fue creada en el restaurante Las Doñitas, ubicado en Tarbaca de Aserrí, para retar a un valiente que se la comiera toda.
Todos los días llegaba al menos un hambriento a intentar domar a la Malcriada y así iban cayendo derrotados.
La empanadota de 2 kilos de peso y 55 centímetros de largo parecía invencible, hasta que apareció Alfonso Quirós, más conocido como "El pequeño Juan".
Él fue quien se encargó de devorar en 28 minutos a la enorme empanadota que pesa 2 kilos y mide 55 centímetros de largo.
La Teja conversó con Quirós, quien reconoció que es un malcriado para comer.
Este hombre, que es más grande por dentro que por fuera y eso que está mamulón, nos contó que no fue para nada fácil cumplir la tarea, aunque en el fondo sabía que lo podía lograr.
“Ese día yo estaba sudando porque fue muy difícil lograrlo y eso que yo soy bueno para comer, a la mañana siguiente casi me muero haciendo la digestión”, contó entre risas.
"Uno se llena mucho, hay que tener paciencia y digerir bien porque si uno lo hace rápido va a ser más fácil que se llene. A mi me vacilaron mucho cuando terminé, mucha gente se reía pero yo lo que menos quería era reírme porque estaba bastante lleno", afirmó.
La malcriada dio guerra
Quirós explico que la vio fea por momentos, pues sabía que el tiempo era su peor enemigo, pero logró cumplir el reto, ya que lo debía hacer en menos de media hora.
Según nos contó, en el país podrá haber más de uno que dome a la Malcriada en una sentada, pero él ve difícil que alguien lo haga en menos tiempo que él.
"Hay que estar ahí sentado con semejante cosa al frente para saber lo que se siente, no creo que alguien pueda bajársela en menos de 28 minutos", añadió.
“Cuando iba por la mitad pensé que no lo podía lograr, al final agarré aire y un poco de tiempo porque sabía que si seguía rápido no me la iba a comer”, aseguró sacando pecho.
Al final del desafío, los dueños del negocio lo recompensaron con no pagar la cuenta, además, le regalaron una cena para 4 personas y una camiseta.
La chema al frente dice “Yo si pude con ella” y en la parte trasera se leía “Porque me la comí toda”.
David Marín, uno de los propietarios de este restaurante que nació hace 3 años, explicó que en ese momento quedaron sorprendidos, ya que por lo general sus hambrientos clientes dejaban un poco menos de la mitad de la gigantesca empanada.
“Quedamos anonadados porque la gente siempre deja comida, realmente esta empanada está hecha para 4 personas, entonces no es normal que solo una se la comiera toda”, añadió.
Quirós afirmó que el secreto para saciar su enorme estómago fue comer poco la noche anterior, pues como él mismo dijo, no podía llenar todo el tanque sabiendo todo lo que le esperaba.
Taparterias parece invencible
Que alguien al fin lograra domar a la Malcriada provocó el nacimiento de la Taparterias, una empanada hecha para que nadie se la coma entera.
La inventaron entre David y sus papás, doña Flor Aburto y don Luis Vásquez y esta hecha para que coman 6 personas.
Esta pesa 2 kilos y medio, mide 62 centímetros y tiene más ingredientes, es decir, una verdadera bomba, la Malcriada es cualquier cosa a la par de esta.
“Nosotros realmente nos alegramos mucho de que se cumpliera el reto, ahora lo que queremos ver es quien le va a entrar a la Taparterias porque es bastante grande, tiene carne, chicharrón, queso, papas fritas, doraditas y las salsas”, añadió.
Le consultamos a Quirós si se animaría a entrarle a este desafío y nos relató que lo ve difícil de cumplir, aunque lo va a intentar.
“Espero que poder ir en unos 4 meses porque por cuestiones de trabajo no he podido, se que está duro, pero lo podemos hacer la fuerza.
Jama grande
Marín detalló que en su restaurante no solo venden empanadas, en el menú también destacan costilla, olla de carne, surtidos, casados, sopas azteca y si usted quiere algo que no lo tienen se lo hacen.
“Aquí todo es grande, con decirle que lo más pequeño que hay aquí es mi mamá (risas). Lo que servimos tiene un buen tamaño, más bien nos han dicho que por qué hacemos las cosas tan grandes, pero eso es lo que nos diferencia de los demás”, comentó.
Cabe resaltar que los precios son bastante accesibles, por ejemplo, la Malcriada tiene un valor de 10 rojitos y es para 4 personas, mientras que la Taparterias cuesta ¢12.500 y es para 6 hambrientos. Los precios van desde un rojito hasta los ¢15 mil.
Si usted también quiere ir a mandarse sabroso, puede visitar este local o solicitar mayor información por medio del perfil de Facebook “Restaurante Las Doñitas de Tarbaca”, sus dueños le aseguran que por más que coma, al día siguiente no le dará pega.