Daniel León peleó una gran batalla en las últimas cuatro semanas. Se enfrentó a tres virus que le atacaron el hígado y lo complicaron; sin embargo, este guerrero, de once años, una vez más superó los obstáculos del camino.
Sus aliados fueron los doctores del Hospital de Niños de Cincinnati, en Estados Unidos, donde se encuentra internado y aislado desde que le hicieron el trasplante de médula osea, el pasado 18 de agosto.
Nos explicó Zaida Calvo, la mamá de Dani, que estuvieron muy nerviosos (ella, su esposo, Alexánder León; y el hermano de Dani, Kendall), porque el hígado del guerrerito merece mucha atención y cuando les dijeron que justo en ese órgano se le alojaron los virus, la alerta fue mayor.
“Los doctores nos dejaron muy claro que no podían tratarle los virus con medicamentos, porque los que Dani iba a necesitar eran muy fuertes para el hígado y eso podía provocar que lejos de ayudarle lo complicara. También nos explicaron que como Dani estaba recién trasplantado, su cuerpo no tenía las defensas necesarias para atacar esos virus”, nos comentó Zaida vía WhatsApp desde Cincinnati.
Los virus no eran nada del otro mundo, no pudimos saber específicamente cuáles eran, pero sí nos dijo Zaida que los doctores le aseguraron que son de los comunes, de los que tiene cualquier persona, pero al quedar Dani como un bebé recién nacido en materia de defensas, su cuerpo no tenía esa protección.
Novedosa tecnología
Los doctores del Hospital de Niños de Cincinnati le aplicaron a nuestro luchador una muy novedosa técnica. Como las células del organismo del guerrerito son muy nuevas para ganarles a unos muy veteranos y colmilludos virus, los doctores le agarraron un poquito de células y se las llevaron al laboratorio y las pusieron a pelear contra los virus, hasta que esas células lograran ganar la guerra y una vez que eso sucedió, se las regresaron al cuerpo de nuestro valiente pacientito para que comenzaran a multiplicarse, pero ya sabiendo cómo ganarle a los virus.
Le consultamos sobre esta técnica al doctor Luis Vásquez Castillo, hematólogo del Hospital San Juan de Dios, quien se alegró del éxito, porque demuestra que su nueva médula osea está trabajando puras tejas.
“Es una técnica muy avanzada y que se lleva completamente en laboratorio. Aquí el tema central es que trabajaron con los linfocitos (los linfocitos son los encargados de entender bien al virus enemigo, para encontrar cómo derrotarlo) para lograr que estos linfocitos encontraran la fórmula de vencer a los virus, cuando lo hicieron y se multiplicaron, fue ya sabiendo cómo vencer esos enemigos del cuerpo”, explicó el doctor.
Castillo agregó que es lo que normalmente pasa cuando nos enfermamos de varicela, por ejemplo, por eso es que esa enfermedad no nos da dos veces, porque ya el cuerpo desarrolló las defensas.
Asegura el doctor Vásquez que a nivel celular lo que le hicieron a Dani es lo mismo que nos hacen a todos cuando nos vacunan contra alguna enfermedad. “La vacuna es un poquitico de la enfermedad que se inyecta en el cuerpo para que el organismo desarrolle defensas (anticuerpos). Por eso, cuando llega esa enfermedad a atacarnos, no nos afecta, porque ya el cuerpo logró encontrar la forma de vencerla”, agregó.
Hasta jugó Play.
Doña Zaida está más que feliz por el avance de su luchador. “Todos los exámenes de Dani muestran una mejoría extraordinaria, para la Gloria y la honra de Dios. Sigue bajando los fluidos que había estado reteniendo y eso le facilita moverse”, comentó doña Zaida.
Nos contó que se está sintiendo mucho mejor, ayer jugó Play (PlayStation) con sus amigos y pidió una hamburguesa.
"No les puedo explicar lo que sentimos de verlo jugar, es toda una bendición y un milagro. Aún falta mucho, pero sabemos que Dios sigue teniendo el control y que mejores días están por venir”, aseguró la valiente mamá.
La familia está muy contenta, porque los doctores sí les han asegurado que el trasplante de médula osea fue exitoso. La médula nueva no ha dejado de trabajar. Dani sigue en tratamiento de 24 horas, sigue aislado, pero positivo y muy contento, porque ve los avances.
“Gracias a Dios todo ha salido bien. Por situaciones como los virus que atacaron tras el trasplante es que otros hospitales nos dijeron que no operaban a Dani, por eso la alegría de saber que estamos en el lugar correcto. Se tomó la mejor decisión, porque tienen la experiencia y tecnología para meterle mano a ese tipo de situaciones”, dijo doña Zaida.