EscucharEl Observatorio Vulcanológico y Sismológico de Costa Rica, conocido popularmente como el Ovsicori, podría estar en alitas de cucaracha y, su eventual cierre, podría meter a los ticos en un problemón.
Hay que recordar que el Ovsicori es el encargado de monitorear toda la red sismológica y vulcanológica del país. A través de sus monitoreos nos avisa cuando podría venirse un socollón de esos pesados o, cada vez que hay un temblor, se hace el reporte automático.
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Este monitoreo es especialmente importante en días como los pasados, cuando el Volcán Poás registró más de seis erupciones en cuestión de días.
No obstante, el observatorio podría desaparecer.
Recorte
En La Teja conversamos con Esteban Chaves, director del Ovsicori, para entender qué es lo que está sucediendo y, según nos explicó el experto, este asunto tiene cola.
“Todas las redes de monitoreo geodinámica o meteorológico, como por ejemplo el Ovsicori, la Red Tecnológica Nacional, el Laboratorio de Ingeniería Sísmica y el Instituto Meteorológico Nacional, se financiaban a través de un transitorio a la Ley Nacional de Emergencias”, comentó.
“Este transitorio facultaba que las redes utilizaran ese dinero para dar mantenimiento a los equipos que están instalados en el campo, adquirir nuevos y reemplazar los que dejaban de funcionar”, explicó.
Es importante dejar claro que este dinero se usa única y exclusivamente para mantener las redes de monitoreo. El problema es que ese transitorio no se firmó de manera permanente, sino que se extendía hasta una cierta cantidad de años.
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“Terminó de funcionar en el 2023, a partir de ese momento, todas estas redes de monitoreo dejamos de percibir un monto económico anual, que permitía mantener la red instrumental y expandirla”.
“Entonces, ya no tenemos financiamiento para continuar con la labor propia de la red sismográfica”.
¿Sin ese dinero, cuánto tiempo le queda al Ovsicori? La respuesta podría dejarlo con la boca abierta.
Según Chaves, en este momento están usando los menudos que les quedan y no ve que sea posible mantener el Ovsicori a flote más de dos años.
“El Ovsicori consume, anualmente, alrededor de 600 millones de colones. Lo que nos queda ahorita nos aguantaría este año y el próximo, quizá, pero ya más de estos dos años no podríamos aguantar”, reveló.
“En este momento estamos trabajando con un remanente del dinero del transitorio, pero en el momento en que se acabe el dinero, ya no tendríamos ninguna otra posibilidad de financiamiento”.
Por el momento, ningún sistema se ha visto afectado por el recorte.
Necesidad
Ahora, que ningún sistema se haya visto afectado, no quiere decir que, un eventual cierre del Ovsicori no sería la gran cosa, en realidad es todo lo contrario.
Chaves advirtió que sin el Ovsicori la capacidad de respuesta ante una emergencia se vería seriamente afectada.
“Con los instrumentos que están instalados en el campo, podemos monitorear en tiempo real la actividad sísmica y volcánica. Imagínense, por ejemplo, que no tuviéramos acceso a instrumentos en el volcán Poás. No hubiéramos conocido esa fase de preparación que tienen los volcanes antes de hacer erupciones”.
“No podríamos haber tenido una comunicación efectiva con la Comisión Nacional de Emergencias o con el SINAC para prevenir, por ejemplo, que no hubiera turistas en el mirador al momento de la erupción. Si fuera una erupción mucho más grande de lo que está ocurriendo en estos días, entonces esos efectos serían catastróficos”, agregó.
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Incluso, nos adelantó que llevan un tiempo trabajando para anticipar un bombazo que estaría golpeando la península de Osa, con magnitud entre 7,2 y 7,4.
Sin estos sistemas, sería imposible llegarle al momento exacto en el que va a golpear este terremoto.
Esperanza
Ahora, no todo está perdido y aún hay un rayo de luz al final del túnel.
Según explicó Chaves, de la mano de la diputada Rosaura Méndez Gamboa, del Partido Liberación Nacional, se presentó un proyecto de ley que podría darle un segundo aire a esta red de monitoreo.
El proyecto, presentado bajo el expediente 24.738, lo que propone es que se tome, de manera permanente, un 0.60% (cerca de 2.000 millones de colones) de todas las primas de seguros de vida, salud, incendios y líneas afines que se vendan en el país, para financiar el Ovsicori, la Red Sismológica Nacional y el Laboratorio de Ingeniería Sísmica.
En el caso específico del Ovsicori, van a recibir un 35% de ese total, que son unos 600 de colones millones anuales, justo lo que necesitan para mantenerse a flote.
“Lo que se pretende es robustecer a estas instituciones para que puedan continuar con la labor que desarrollan, salvaguardando y protegiendo a toda la población costarricense y, sobre todo, garantizarles un presupuesto estable”, comentó la diputada Méndez en entrevista para La Teja.
“¿Por qué específicamente de estos seguros? Porque las aseguradoras se ven específicamente beneficiadas por la reducción de riesgos y la prevención de amenazas”.
En este momento, según nos confirmó el departamento de prensa de la diputada, el proyecto de ley se encuentra en la Comisión de Asuntos Hacendarios, esperando que se finalice el trámite de consultas a las distintas instalaciones.
