El saber cómo salió vestida Lucrecia Gómez Arce fue lo que permitió confirmar que ella era la fallecida en el vuelco ocurrido el 27 de enero de 1985, en Aguas Zarcas de San Carlos.
La joven de 17 años salió de su casa como a las 11 de la mañana junto a su amiga Liliana Aguilar Barquero de 14, otra de las víctimas, quien murió dos días después del trágico accidente, en el hospital México.
"Ese día aparentemente se encontraron en el restaurante El Francis (Aguas Zarcas) con los demás y como el día estaba muy soleado y bonito, se fueron a Agua Caliente (actual hotel El Tucano) donde había piscinas de aguas termales y un restaurante.
"Estuvieron compartiendo un rato y cuando venían de regreso para la casa, ocurrió la tragedia", contó Marilyn Gómez, hermana menor de Lucrecia, quien para entonces tenía tan solo 10 años.
El fatal accidente que conmocionó a toda este sábado cumplió 33 años.
Los jóvenes cayeron en la quebrada La Ceiba, a eso de las 4:15 de la tarde, pese a que no era una altura muy elevada, lamentablemente tenía una piedrota en el fondo, contra la que pegaron y como el Jeep en el que viajaban era descapotable, no hubo nada que los protegiera de pegar sus cabezas en ella.
Lucrecia murió de inmediato y fue la blusa amarilla y el jeans que llevaba puestos, lo que permitió identificarla rápidamente.
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"Yo estaba en la casa cuando mi primo Efraín Gómez llegó a preguntar cómo andaba vestida mi hermana. No dijo nada más, pero yo comprendí que algo andaba mal. En ese momento comenzó a llegar mucha gente a la casa y empezamos a darnos cuenta de lo que había sucedido", recordó la menor de los cuatro hermanos.
Añadió que su madre, Virgita Arce, y su hermano Franklin estaban en misa de cinco de la tarde cuando llegó alguien y le dio la mala noticia a su mamá.
"Mi hermano recuerda que estaba tocando en el coro en ese momento y salieron en carrera a la casa desesperados, eran unos cuatro kilómetros de distancia entre los puntos", recordó Marilyn.
Solo conocidos
Marilyn también recordó que ese domingo se celebraban las convenciones del Partido Liberación Nacional entre los candidatos Carlos Manuel Castillo y Óscar Arias, que ganó el segundo en su ruta a la presidencia de la República un año después.
Aunque en esa época se creyó que todos los jóvenes eran amigos y andaban festejando el cumpleaños de Eliomar Arrieta Alfaro, quien el día antes cumplió sus 24 años, Gómez nos aclaró que Lucre, solo era amiga de Liliana.
Arrieta, quien conducía el vehículo de su tía, murió un día después del accidente en el hospital México producto de las lesiones.
En el restaurante se toparon a Nora Barquero Chacón (50 años), sobreviviente y prima de Liliana. Barquero a su vez era amiga de Ruth Esquivel Salas (51 años), otra de las sobrevivientes. Ambas eran amigas de los otros muchachos Eliomar, Elvis Céspedes Barrantes (22 años), Enélcido Marín Araya, de 24, quienes fallecieron el mismo día en el hospital San Carlos.
El último en sumarse al viaje fue Luis Antonio Vargas Luna, el tercer sobreviviente, quien actualmente tiene 53 años.
En total, iban ocho personas en el carro.
"La comunidad se volcó a solidarizarse con todas las familias. El lunes nadie abrió los negocios, todo mundo salió a las calles alrededor de donde velábamos los cuerpos, pues para entonces Aguas Zarcas era un pueblito chiquitico. Éramos un pueblo con arraigo", agregó Marilyn.
Nora fue sometida a varias operaciones y estuvo un tiempo sin poder caminar, pero con rehabilitación logró superar dichas secuelas. Actualmente vive en Estados Unidos.
Ruth sufrió una herida en la cabeza solamente, nada grave, al igual que Luis.
Los velaron juntos
La vela de las tres primeras víctimas (Lucrecia, Elvis y Enélcido) fue el lunes con la presencia de todo el pueblo y el martes a Eliomar y Liliana, para enterrarlos a todos juntos.
"Ahí en el punto de la tragedia, las familias pagaron a hacer un monumento y se hacían misas para conmemorar cada mes. Se ponían de acuerdo entre las familias, y un mes le tocaba a cada una. Los rezos y los novenarios se hacían en cada casa, pero las misas sí eran compartidas", contó Gómez Arce.
Sin embargo, poco a poco se fue perdiendo esa tradición.
"Ya han pasado 33 años, para algunos fue fácil superarlo, para otros no tanto. Cada uno llevó el duelo a su manera, pero la unión siempre estuvo presente en cada una de las familias", indicó.
"Definitivamente Dios da todo el poder para sanar. Se recuerda como algo muy impactante. Fue un suceso muy importante en el país por la cantidad de víctimas que perdieron la vida en ese accidente", aseguró Marilyn.
Para hacernos una idea del impacto que causó hasta el expresidente Rafael Calderón Fournier fue a dar sus condolencias a la familia. Además, los Gómez aún conservan en un album los telegramas que les enviaron el diputado Edgar Ugalde y su esposa; el IAFA y el director del Colegio Técnico Profesional de Aguas Zarcas.