Don José Flores Flores, la persona más longeva del planeta con 117 años cumplidos, quien es vecino de Guanacaste, tuvo que ser trasladado en helicóptero por las fuertes lluvias que cayeron en la zona y él lo disfrutó mucho al punto que hasta dijo que le gustaría “otra vuelta”.
Nunca había andado en un helicóptero por eso el “paseo” como le dijo, lo tuvo muy entretenido y para nada le dio miedo, estaba bien agarradito y feliz porque iba con la familia amiga de la Cruz Roja, quienes lo trataron como “un verdadero rey”, nos contó don José.
El viaje fue posible gracias al padre Sergio Valverde de Obras del Espíritu Santo, quien anda por la zona repartiendo comidita a las familias guanacatecas afectadas por las lluvias.
Doña Hellen Flores Arias, la nieta de 37 años, quien está a cargo del cuidado del tico con mayor edad en Los Playones de Sardinal de Carrillo, nos contó que gracias a Dios el agua no inundó la casa de ellos, pero las calles parecían un río y pudo ser que tanta humedad en el ambiente engripó a don José.
En un recorrido que hizo la Cruz Roja el domingo de la semana pasada, le pegaron una buena revisadita al roble guanacasteco y vieron que tenía gripe y un poquito congestionado un pulmón, por eso tomaron la decisión de llevarlo al Centro de Salud de Filadelfia y ahí fue cuando el helicóptero entró a jugar en el partido.
“Viera usted. Iba yo toda llena de miedo, con un susto tremendo por montarme en helicóptero y él estaba supercontento, entretenido, sonriente y sin nada de miedo, más bien se reía de verme a mí con tanto miedo.
“Eso fue el domingo 17 de noviembre. Ese día lo atendieron como un rey en Filadelfia, lo revisaron bien, le dieron medicamento y nos pasó algo lindísimo, los cruzrojistas que nos acompañaron se dieron cuenta que no teníamos dónde dormir y se pusieron, con mucho amor, a buscarnos un lugar y encontraron a una señora que nos regaló la dormida en unas cabinitas. Nos dieron demasiado amor los de la Cruz Roja”, nos contó la nieta.
Para tranquilidad de todos, don José nos contó que está pura vida de salud, ya con los medicamentos se recuperó y como están bajando las lluvias hay menos humedad en el ambiente. Se fue la gripe.
Como lo conocemos muy bien le preguntamos si por estos días había perdido el apetito y nos respondió lo mismo que le responde a la nieta todas las mañanas cuando ella le pregunta si tiene hambre: “Yo amanezco con hambre todos los días”.
Don José nació el 11 de julio de 1907 en el cantón de Cañas. Este año celebró sus 117 años convirtiéndose en la persona más edad en el planeta.
Tiene ocho hijos, 22 nietos y 25 bisnietos. Hasta hace unos meses vivió con una hija en Santa Rosa de Pocosol, en San Carlos, pero la tuvieron que operar de la vista, así que ahora está en Sardinal con la nieta.
Jorge Vindas, de la Asociación Península de Nicoya Zona Azul, lo visitó y nos confirma que ya el guayacán está puras tejas de salud y le contó la alegría que sintió por haberse montado en helicóptero.
El padre Sergio ayudó
Es cierto que fue un viaje en helicóptero por temas de salud, pero para don José fue un hermosísimo paseo y les contamos que en todo esto está metido el padre Sergio Valverde de Obras del Espíritu Santo porque fue uno de los helicópteros que ayuda a la institución para llevar comidita a la gente que más necesita el que se usó para trasladar al roble.
“Cuando nos comunicaron la necesidad de traslado de don José de una vez dijimos que sí. Por cierto, el traslado lo hizo una mujer piloto, yo nunca había visto una mujer piloteando un helicóptero. Extraordinaria profesional.
“Nosotros lo bajamos en brazos del helicóptero, lo llevamos hasta la casa y también le dejamos alimentación para estos días que son tan difíciles en esa zona. Lo dejamos en la camita con todo lo que ocupaba”, nos contó el padre Sergio.
“Si me gustaría volver a andar en helicóptero, es que lo disfruté mucho. No me dio miedo. Se ve muy lindo todo”, asegura el ciudadano de oro quien nos aseguró con sonrisas que “jamás había andado en una cosa de esas”.