Nacional

El gran peligro de ser periodista en tiempos de covid-19

Más de 500 trabajadores de la comunicación han fallecido desde que comenzó la pandemia

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La muerte de Oswaldo enlutó a todo el periodismo costarricense. Archivo.

Desde que comenzó la pandemia, en marzo del 2020, han muerto 908 periodistas por covid-19 en el mundo, de los cuales 505 son latinoamericanos; es decir, el 55% de los casos.

Esto según la organización internacional Press Emblem Campaign (PEC), que explica que, en promedio, cada día fallece un periodista en América Latina como consecuencia del coronavirus.

“Los periodistas pagan un alto precio en esta pandemia. Tienen un papel fundamental que desempeñar en la lucha contra el virus. Deben proporcionar información sobre el terreno y su seguridad está especialmente en riesgo.

“Varios de ellos murieron por falta de las medidas de protección adecuadas en el desempeño de su trabajo”, comentó Blaise Lempen, secretario General de PEC, una organización que desde el año 2004 trabaja por la protección legal y la seguridad de los periodistas que trabajan en zonas de guerra y en coberturas de alto riesgo.

Costa Rica ha sufrido dos lamentables pérdidas. El domingo 9 de mayo se confirmó la muerte por covid-19 del periodista de Multimedios, Oswaldo Alvarado, conocido como Oso, quien trabajó además en Repretel, Canal 7 y La Teja.

Fue la sobrina de Alvarado, Maggie Mena Marín, quien le oficializó al país la dura noticia de la muerte de Alvarado, quien nos dejó a la edad de 51 años.

Ese día, también por covid-19, murió otro trabajador de Multimedios, Stanley Beita, un colaborador del departamento de Continuidad, que da servicio a televisión, radio y vallas, es decir, todo lo que saliera al aire en comerciales, tanto en la emisora como en el canal.

Tenía 50 años, trabajó en Grupo Nación y luego, cuando las emisoras pasaron a ser parte de Multimedios, él también lo hizo.

Perú es el país con el mayor número de trabajadores de la comunicación fallecidos, 93, según la Asociación Nacional de Periodistas del Perú. Brasil ocupó el segundo lugar con 55 víctimas, superando a India con 53 muertos y a México con 45. Ecuador les siguió con 42 y Bangladés con 41.

Italia es el país europeo con más periodistas muertos por coronavirus, con 37 casos. Estados Unidos registra 31 víctimas en los medios y Pakistán 22. Turquía registró 17 casos; Gran Bretaña, 13; Panamá, 11, y Bolivia nueve.

La muerte ha golpeado duro al periodismo durante la pandemia. Foto AFP. (RAUL ZAMORA/AFP)

Nos comunicamos con la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) y Melba Jiménez, de la Comisión de Libertad de Prensa nos envió un documento en el cual se confirma que en Centroamérica han fallecido 15 trabajadores de la comunicación: dos en Costa Rica (el Colegio de Periodistas tico no lleva ningún registro de periodistas muertos por covid-19), seis en Honduras y seis Nicaragua y uno en El Salvador.

Estando con respirador falleció la mamá

Otros periodistas se han enfrentado a la muerte por culpa del covid y sobrevivieron para dar testimonio.

José Andrés Soto estaba internado en el cuarto piso del hospital Calderón Guardia por coronavirus cuando su mamá, Cecilia Rivera, un piso más arriba, falleció el 11 de enero, por eso, no pudo estar ni en la vela ni el entierro.

“Mamá murió de covid-19 y no estuve en el funeral porque estaba pegado a una máquina para poder respirar. Le llegué 18 días tarde al funeral. Es uno de los dolores más grandes de mi vida y lo viví en medio de mi batalla por sobrevivir”, nos comentó el comunicador.

Soto trabajó en Telenoticias y Repretel y desde el primer día de este 2021 él y su familia comenzaron a pelear la guerra contra el coronavirus porque el 1 de enero le tocó llevar a su mamá, de 81 años, al Calderón Guardia.

José Andrés Soto estuvo a 24 horas de que lo pasaran a una UCI. Cortesía. (Crtesía José Andrés Soto)

Sin saber cómo ni dónde se contagió doña Cecilia, el 27 de diciembre del 2020 comenzó a sentirse engripada y para el 31 de diciembre, en la celebración de Año Nuevo se acostó tempranito dejando claro que estaba malita, al día siguiente José Andrés la llevó a una clínica privada para hacerle la prueba covid-19, pero de inmediato se dio cuenta que el asunto era muy serio y cambió de rumbo, se fue para el Calderón Guardia.

El 11 de enero doña Cecilia falleció.

Recuerda que en medio de su batalla y tras la muerte de su mamá, se deprimió mucho, por eso le agradece a Michael, un enfermero del Calderón Guardia, en el cual él descarga un profundo agradecimiento a todos los profesionales de la salud que lo atendieron.

“Michael, todo buena gente, me dijo: ‘vea, don José, yo sé que es muy lamentable lo de su mamá, pero usted tiene que seguir adelante, por su esposa (Sissi Esquivel) y su hija (Camila, de 22 años). Sé que es triste y duro, pero tiene que poner de su parte para recuperarse, debe ayudarse, si está deprimido no se ayudará, ya su mamá es un ángel y lo está ayudando’.

“Esas palabras me llegaron, por eso, en mis últimos capítulos de ahogos, me agarraba de la baranda de la cama bien duro y decía, ‘mamita, venga a ayudarme’. A partir de ahí poco a poco me fui recuperando, los ahogos eran menos fuertes y duraban poco”, recordó con dolor.

Entró al Calderón Guardia el 7 de enero y salió 22 días después, el 29, eso sí, a mantener al máximo los cuidados, la rehabilitación en el hogar, no descuidarse con el anticoagulante, los esteroides y ser muy puntual con la terapia de respiración para que sus pulmones se recuperen.

Como buen periodista, no olvida jamás su oficio, por eso, tras contar su experiencia, aprovecha para mandar un mensaje de prevención.

El periodista advierte que quien se crea Superman va a tener que luchar con un hombre invisible llamado covid-19. Cortesía. (Crtesía José Andrés Soto)

“Le doy gracias a Dios que en enero cuando me contagié y me puse muy mal había una máquina disponible que me ayudó a respirar y de seguro esa máquina ahorita mismo le está ayudando a otro; sin embargo, no dejo de pensar en esas personas que están haciendo fila por esa máquina porque ya no hay campo en los hospitales.

“Disfruté de un Calderón Guardia sin estar desbordado de pacientes covid-19, pero ahorita la situación es otra, por eso debemos cuidarnos al máximo, esto no es jugando, si algunos se creen Supermán, deben entender que esto es una guerra contra el hombre invisible. Sentirse que uno se ahoga, que no se puede respirar, es lo peor que a uno le puede pasar, por eso, no se arriesgue, no salga, no se exponga, la máquina que a mí me salvó la vida ahorita está ocupada”, advirtió.

Poco a poco

Otro periodista, Juan Ulloa de Canal 7, también tuvo su guerra personal con el covid-19.

Juan nos contó que cuando llegó al hospital Calderón Guardia, el 13 de abril anterior, ya sus pulmones estaban trabajando al 57%. Primero lo internaron en Moderados, pero al no responder al tratamiento lo pasaron a una Unidad de Cuidados Intensivos (UCI).

Juan Ulloa, con sus hijos Fabián y Fiorella, el día que volvió a su casa tras ganarle la batalla al coronavirus. Cortesía.

“Dios hizo un milagro en mí. Mi familia (Gina Escobar, su esposa, y sus hijos Gabriel y Fiorella) fue fundamental en el proceso de recuperación, por eso le digo a todos que se cuiden porque esto no es jugando”, comentó el comunicador, quien esta semana volvió al trabajo (salió del hospital el 21 de abril).

Ese regreso al periodismo es paso a paso.

“La voz se afecta tras la enfermedad, por eso el regreso es un proceso, como trabajamos con la voz, algo que lo hace diferente a otros trabajos, no se puede volver de inmediato.

“Todo lo que uno vivió debe convertirse en materia positiva para avanzar. El canal me puso una sicóloga (también a la esposa) y me ha ayudado mucho a liberar temores, porque uno vuelve con aquel miedo en volvernos a contagiar durante una cobertura. Por eso hay que rehabilitar la parte respiratoria y la sicológica”, reconoció.

Verdadero milagro

Fabián Borbón, quien al igual que Ulloa trabaja en Teletica Deportes de Canal 7 y también le ganó la guerra al covid-19, reconoce que lo suyo fue un milagro en el cual muchos ángeles de nuestro sistema de salud estuvieron para ayudarlo. Él estuvo internado en el Ceaco.

Esta semana Fabián volvió al trabajo (a principios de abril fue internado y duró 11 días); sin embargo, está con horario reducido, combinando trabajo con terapias de respiración y lenguaje porque su voz quedó muy afectada.

Fabián Borbón, periodista de Canal 7, quiere mucho esta foto porque fue cuando ya pudo respirar sin máquinas tras vencer el covid-19
Fabián ama esta foto porque es del día en que dejó de usar máquinas que le ayudaran a respirar. Cortesía. (Cortesía)

“Todo depende de la parte del cuerpo que más afecte el covid-19. En mi caso el virus se fue directamente a los pulmones y para poder respirar utilizaron máquinas, por eso al salir mi voz no tenía fuerza, para eso son las terapias.

“Lo mío fue un verdadero milagro, me compliqué mucho, pero me recuperé muy rápido. Dios y la oración de muchas personas hicieron ese milagro. Me ayudaron los trabajadores del Ceaco, que fueron mis ángeles, y que me tocó un hospital sin estar colapsado de pacientes, por eso le digo a la gente que se cuide porque este virus no es un juego”, dijo.

Sigue en la batalla

El periodista de Teletica Radio, Adrián Méndez, sigue luchando por ganarle la batalla al coronavirus. Hubo momentos realmente duros, de pocas esperanzas, sobre todo a mediados de abril pasado; sin embargo, Adrián ya salió del coma en el que lo pusieron los médicos para que pudiera pelear mejor su recuperación.

Adrián Méndez avanza positivamente en su recuperación, sigue internado. Cortesía.

Rodolfo Méndez, el papá, quien es narrador en Radio Columbia, en redes sociales agradece profundamente a cada persona que se une en las cadenas de oración hechas por la salud de Adrián.

Cristian Sandoval, también de Canal 7, es otro guerrero que superó el coronavirus. Estuvo internado muy malito de salud, pero poco a poco fue superando la enfermedad.

Eduardo Vega

Eduardo Vega

Periodista desde 1994. Bachiller en Análisis de Sistemas de la Universidad Federada y egresado del posgrado en Comunicación de la UCR. Periodista del Año de La Teja en el 2017. Cubrió la Copa del Mundo Sub-20 de la FIFA en el 2001 en Argentina; la Copa del Mundo Mayor de la FIFA del 2010 en Sudáfrica; Copa de Oro en el 2007.

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