¿Me puede decir a dónde encuentro a don Víctor Hugo Vargas Abarca? Con esa pregunta puede andar por todo el centro de Cartago y se quedará con las ganas de que le ayuden, pero si usted pregunta por Lechuza, todo el mundo lo mandará a Las Tablas, que es el costado sur del Mercado Central brumoso, donde están ubicados varios vendedores de lotería.
Vieran lo que costó hacerle la entrevista, no ven que la mañana de este lunes 14 de diciembre parecía una estrella de rock, la gente llegaba a abrazarlo, a felicitarlo y hasta le pedían selfies.
Además, por supuesto, le compraban lotería para el primer sorteo de consolación del próximo domingo 20 de diciembre, porque Lechuza, otra vez, vendió pedacitos del Gordo Navideño (66 con la serie 305), está caliente, lleva dos años seguidos.
“El año pasado vendí 15 pedacitos del Gordo, este año fueron como 10. No lo tengo muy claro porque saqué tiras de 5 y de 10 en la Junta, pero aquí en Cartago, en el Banco de Costa Rica.
“Ya en otras ocasiones he vendido el premio mayor, pero en sorteos normales y también vendí el segundo en chances, como unas ocho veces, pero de la Navideña, esta es la segunda vez”, nos contó en medio de la gente el querido Lechuza.
Lo que sí recuerda muy bien, y eso lo tiene supercontento, es que los ganadores fueron como unos diez y que cada uno pegó 40 melones, porque su lotería la vendió a pedacitos.
“No eran conocidos míos y varios fueron de gallo tapa’o, es que era demasiada gente la que me compró y uno no se da cuenta. Este número no estaba entre los buscados y cómo vendo a precio me pedían gallo tapa’o y ya ve, ahí se fue la suerte”, explicó.
Este vecino de Agua Caliente y vendedor directo de la Junta desde hace 14 años, comenta que los números más buscados eran la fecha (13), el 50, 20, 21 y 60, números bajos y fechas de nacimiento.
Durante la mañana de este lunes muchas personas ya andaban por los alrededores del mercado en busca de Lechuza a ver si les da suerte para el próximo domingo.
“El Gordo estuvo aproximadamente diez días aquí, lo saqué hace como 15 días y los últimos pedacitos se vendieron entre el viernes y el sábado. Yo no pegué nada, pero es como si lo hubiese ganado porque me siento muy feliz.
“Estaba viendo la televisión en mi casa, en mi cama, vi el número y dije, esa serie es mía; llamé a mi hija, a mi hermano, para decirles que vendí el Gordo y no me creían. Mi familia está muy contenta y sorprendida porque incluso algunos de ellos se pegaron unos pedacitos con la serie, pero sin el número, lo que los tiene muy contentos”, finalizó Lechuza, en medio de selfis.
Suerte para los hombres
Esmeralda Britton, presidenta de la Junta de Protección Social (Junta) contó que al ser las 3 de la tarde de este lunes ya habían cambiado 52 pedacitos entre el Gordo, el segundo y el tercer premio, para un total de 702 millones de colones.
Llegó un señor a cambiar diez fracciones del segundo premio (número 96 serie 006), ₵40 millones. Compró la lotería en Cartago y andaba buscando el 60, pero le ofrecieron el 96 y para no quedarse del todo sin lotería, lo agarró. Se irá de unas buenas vacaciones cuando pase la pandemia, le contó el afortunado a la Junta,
Otro hombre, de 64 años de edad y vecino de Tibás, cambió dos pedacitos del segundo premio (número 86 serie 242), llevándose para la casa ₵8 millones. Dice que lo compró porque era el único número que había en la ventanilla que acostumbra comprar y no le quedó más tren que llevarlo. Va a pagar deudas.
Un caballero, de 62 años, de Dulce Nombre de Cartago, cambió dos pedacitos del Gordo y ojo aquí con Lechuza, dice el ganador de 80 millones de colones que su esposa nació en 1966 y por eso juega ese número. Usará la platica para comprar una propiedad.
Otros dos pedacitos del mayor los cambió un señor, de 65 años, de Paraíso de Cartago, pero este no es cosecha de Lechuza, porque esos ochenta millones los ganó tras comprar los pedacitos en Upala y le apuntó al 66 porque es la edad que cumplirá. Hará una casita con la plata.
Seguimos con los caballeros, un señor de 56 años le arrió a 10 fracciones del tercer premio, ganándose ₵20 millones y dice que compró el 86 porque es su generación del cole.
Llegó también un señor, vecino de Alajuelita, a cambiar un pedacito del Mayor, ₵40 millones, los cuales invertirá en cancelar la casita porque lleva dos años de haberla comprado. ¡Qué dichoso!