La apariencia del edificio de la Asamblea Legislativa ha sido el centro de críticas desde que estaba en construcción, porque muchos aseguran que no es agradable a la vista.
El casi no tener ventanas, estar revestido en concreto y su forma cuadrada ha hecho hasta que lo comparen con una caja de leche.
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El arquitecto Javier Salinas fue quien diseñó este importante edificio y en una entrevista con La Teja dejó muy en claro que no le hacen nada de gracia las críticas, porque él se esforzó muchísimo en planificar un edificio de primer mundo.
“La gente no lo valora pero es por una cuestión cultural, se diseñó como un edificio modelo, cosa que aquí no lo ven así, porque lo que les gusta es criticar y hablan diciendo cosas malas que ni siquiera son. Ese edificio se diseñó científicamente.
“La cultura de aquí es de envidia y serrucha pisos, pero yo siento la satisfacción del deber cumplido. Si pienso que la gente es ingrata por cómo lo tratan a uno después de que se hizo algo para el bien del país”, aseguró el arquitecto.
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De primer mundo
Javier Salinas explicó que esa fachada que tanto critican quienes pasan frente al edificio tiene una razón de ser y también un significado muy especial.
“Lo que hicimos en el edificio fue protegerlo del sol con un sistema de cerrarse hacia afuera para protegerse. Cuando está haciendo mucho sol uno lo que hace es ponerse un sombrero, el concreto hace esa función en este edificio. Muchos ven los edificios de vidrio muy bonitos, pero si hubiéramos puesto vidrio en la Asamblea Legislativa lo que hubiéramos hecho es un invernadero, porque por la naturaleza del vidrio lo que hace es calentar exponencialmente el interior cuando el sol pega y para calentar ese interior lo que se requiere es gastar energía para enfriarlo con aire acondicionado.
“Ahora bien, este edificio sí tiene vidrios para que pase la luz, pero en un patio central a lo interno, entonces el edificio por fuera es cerrado protegiéndose del clima, pero por dentro es transparente. Esto no fue que se me ocurrió a mí, así se diseñó en la universidad de Florida, Estados Unidos, donde me apoyaron”, explicó el experto.
Otra de las particularidades de la obra es que tiene ventilación cruzada. Las grietas que están en los muros externos están controladas con unas ventilas que tienen arriba del edificio un cerebro o computadora que está ligado al Instituto Meteorológico Nacional para lograr los vientos. Esas ventilas controlan las ráfagas para que entren y enfríen, eso hace que no se ocupe tanto aire acondicionado.
Además, ese concepto de que por fuera solo se ve una fortaleza de concreto tiene un significado que pocos conocen.
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“Tiene un concepto político cultural que expresa la solidez de la democracia más antigua de Latinoamérica, pero además, la transparencia que se ve a través de la plaza interna que está abierta, representa que los diputados trabajan de forma transparente”, aseguró.
Ni una gota de pintura
Otro secreto del enorme edificio es que no tiene una sola gota de pintura por dentro ni por fuera. En su interior algunas paredes son de concreto, otras de madera y también hay de vidrio, fue pensado así para ahorrarse el mantenimiento de la pintura en el futuro.
Salinas defiende que otra de las pruebas de que el edificio es de primer mundo y amigable con el ambiente es que tiene un sistema que drena las aguas y las lleva a unos tanques que están en el patio central. Ahí se mezclan con aguas recolectadas de la lluvia y se reciclan para el uso en los servicios sanitarios y el riego de las plantas.
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Un dato curioso es que el Plenario Legislativo fue hecho en un nivel inferior al piso por el que ingresa la gente al edificio, se hizo así para simbolizar que el pueblo está por encima de los diputados. Además, en el patio central hay tierra y hasta esferas precolombinas para que a los legisladores no se les olvide de dónde vienen.
El arquitecto contó con orgullo que el edificio tuvo bandera azul en la construcción y también ha ganado premios internacionales, por lo que sabe que pese a que muchos aquí en Costa Rica no reconocen su trabajo, a nivel internacional sí lo han valorado.
“Sé que en algunos años, no sé si pocos o muchos, la gente va a agarrarle cariño al edificio del Congreso y hasta lo va a defender, porque se va a sentir orgullosa de él”, aseguró el experto.
80 profesionales participaron en la construcción de la Asamblea Legislativa