Tremenda sorpresa nos llevamos esta semana cuando el padre Sergio Valverde, presidente de la Asociación Obras del Espíritu Santo, nos contó que el “chiquito” de más edad que atiende tiene 110 años.
Don Felipe Santiago Navarro Bello nació el 25 de julio de 1912, en el municipio de Boaco, que está a unos 90 kilómetros de la capital de Nicaragua, Managua. El señor dice que para aquel año en que nació, no era costumbre que las mujeres tuvieran sus hijos en hospitales, por eso nació en la casa con ayuda de una partera.
Con 108 años, en el 2021, llegó a Costa Rica para que su hija María Navaro (64 años) le dé mucho amor y lo chinee como lo que es, el rey de la casa. Es casi un hecho que ya no se devuelve a Nicaragua, aquí se quedará hasta que Dios le preste vida, dice la hija.
“Me gustó mucho Costa Rica, ya no me voy. Estoy muy contento de poder pasar con mi hija y de las buenas personas que nos están ayudando. Me toca compartir con gente muy especial, me siento muy bien”, reconoce don Felipe.
A este roble de 110 años lo conocimos el pasado 30 de mayo, día en el cual los nicaragüenses celebran el Día de la Madre, en su casita de latas que tiene en La Carpio, en La Uruca, San José.
“Me encanta el gallopinto, el huevito cocido y la leche, en realidad como de todo, pero a poquitos para que no me caiga mal. Eso sí, no me puede faltar el café, me encanta pasar todo el día con una jarra de café”, comenta el abuelito.
El clima es una de las cosas que más lo tiene contento de estar en Costa Rica, por eso en mayo salió varias veces con su hija para apurar las vueltas que le permitan tener su residencia, espera que dentro de pocos días le salga.
“Me gusta con son los ticos, me tratan muy bien. Siempre he sido una persona humilde, me crié trabajando en fincas, sembrado maíz, frijoles y todo lo que se pudiera, me tocó sacar adelante a mis hijos desde que estaban pequeños porque la mamá murió muy joven”, dice.
Gran ayuda
El padre Sergio fue a la casa de este abuelito centenario el pasado 30 de mayo, con el objetivo de poderlo trasladar a un albergue en donde tuviera mejores condiciones para vivir, ya que en el ranchito donde vive en La Carpio no tiene las comodidades mínimas que ocupa una persona de su edad.
“El caso de don Felipe nos toca el alma. Él es uno de los tantos adultos mayores que están en el silencio de las comunidades viviendo en medio de una pobreza gigantesca. En su ranchito muchas veces no hay luz, no hay agua, el servicio sanitario lo hizo la hija de él.
“En un mismo cuartito duermen él y la hija. Por ser de latas, en el día el lugar se pone hirviendo del calor y por las noches como una hielera de frío. Este cuartito tiene goteras por todos lados por eso cuando llueve el agua pasa de lado a lado”, nos cuenta el padre Sergio.
A pesar de todo eso, don Felipe prefirió quedarse en su ranchito acompañando a su hija antes que irse a un albergue. Tomó esa decisión por amor a María, algo que al padre Sergio le arrugó el corazón.
“Vamos a respetar completamente la decisión de él. Uno podría no entender cómo prefiere seguir en esas condiciones tan difíciles que irse a un albergue con todas las comodidades, pero así son los papás, aman a sus hijos.
“A mí lo que me toca con este abuelito de 110 años es respetarlo e inmediatamente cambiar los planes, ahora en un ratico pensé en qué hacer y Dios me dio la respuesta, nos va a tocar acondicionarle la casita para esté con su hija en mejores condiciones. Buscaremos gente amiga que nos ayude con este caso”, reconoció el sacerdote.
Gran fiestón
El padre Sergio ya está pensando en el fiestón que le va a hacer a don Felipe el próximo 25 de julio que cumple 111 años. La idea del sacerdote es que el adulto mayor pase un día muy alegre y con la gente que lo ama.
Ese fiestón será en el recién inaugurado Centro de Atención Comunitaria Gallopinto de la Alegría San Martín, que está en La Carpio (La Uruca).
“Queremos darle calidad de vida a don Felipe. Él ocupa muchas cosas, Ensure, leches especiales, comida en general, pañales para adulto mayor.
“Nosotros vendremos con un diario al mes y le vamos a traer un médico. Lo vamos a chinear al máximo”, dice con alegría el padre, quien recuerda que toda ayuda es bien recibida y para eso está el SINPE móvil al número 8959-2020.
El 30 de mayo es el Día de la Madre en Nicaragua, por eso el sacerdote, en el nuevo Centro de Atención en La Carpio, les hizo un fiestón a las mamás nicaragüenses que viven allí. El lugar estuvo a reventar.