José María Umaña y María Mena son dos policías municipales que forman una de las parejas más singulares del cantón de Santa Ana.
Chema y Mariquita, como se llaman entre ellos, se conocen desde hace seis años y, además de compartir su amor por su profesión, ambos destacan en la comunidad santaneña por su notable diferencia de estatura.
María mide 1.50 metros, mientras que José María mide tamaño poco, nada más y nada menos que 2.13 metros. Ellos mismos se bautizan como “el brazo largo y corto de la ley”.
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A esta pareja de oficiales se le ve en los parques del cantón, en los barrios y en cada rincón de Santa Ana y, cuando están juntos, no falta el que los vacile por su diferencia de tamaños.
En La Teja nos dimos a la tarea de buscar a este par de oficiales. Ambos no ocultaron el respeto, la admiración y el cariño que sienten el uno por el otro y nos compartieron algunas anécdotas del diario vivir.
Chaleco personalizado
Jose María llegó a la policía hace seis años, luego de que vio un anuncio en donde buscaban oficiales y ahí fue dónde conoció a María. Antes de eso trabajaba en el aeropuerto internacional Juan Santamaría y uno de sus anhelos era ser policía.
“Ella es la más bajita y yo el más alto del grupo y eso no nos impidió hacernos muy buenos amigos. Ella tiene mucha paciencia, es una persona que da un gran ejemplo al verla que a su edad continúa sacando una carrera, yo la veo como una hermana mayor”, dijo Chema.
2.13 metros mide José María y 1.50 metros mide María.
Umaña tiene 33 años y vive en el centro de Santa Ana. Recordó que desde que estaba en tercer grado de la escuela ya sobresalía por su estatura.
“Nunca me ha incomodado ser tan grande, pero me cuesta ir en los buses. Desde que llegué a la policía siempre me han hecho los uniformes a la medida, con eso no ha habido problema, pero cuando me hicieron el chaleco antibalas, el señor que los confecciona vino a tomarme las medidas, a ver si era cierto que había alguien tan grande”, recordó.
Chema agregó que cuando los ven juntos le preguntan que qué se comió para ser tan alto y a veces me dicen que le devuelva a María los centímetros que le “robó”.
“A María la veo como una hermana mayor. Ahorita no estamos trabajando juntos, pero cuando lo hacemos, nos ponemos de acuerdo para no llevar cena un día y compramos hamburguesas donde Guty, que es un amigo del colegio.
“Más de una vez ha salido alguien que la ha querido irrespetar y al igual que con otros compañeros la defiendo, siempre intercedo por ella. Nos comunicamos todos los días y sinceramente en este momento me gusta trabajar con ella, es de mis mejores amigas”, expresó.
Fuera de la policía, a José María le gusta la música y de vez en cuando toca guitarra. También le gustan los videojuegos y de vez en cuando se va a un polígono a practicar tiros.
Todo un ejemplo
María vive en Salitral de Santa Ana y llegó a la Policía Municipal hace 16 años. Fue de los primeras personas en optar por una plaza en este cuerpo policial.
Antes de llegar a la muni trabajaba en una central de taxis y reconoció que cuando abrieron la primera plaza no lo pensó dos veces para concursar, porque cuando era niña jugaba a “policías y ladrones” y ella siempre estaba del lado de la ley.
“Cuando estaba en la escuela servía como Cruz Verde, yo era la que ponía orden con otros compañeros y cuando los policías llegaban a dar charlas me emocionaba mucho, no quería que terminara las charlas.
“Cuando me preparé para trabajar en la muni, perdí uno de los últimos exámenes y me pegué una llorada, porque yo pensaba cómo era posible que lo perdiera y mi pareja me decía: ‘Estudie, no va a pasar nada’. Comencé en mayo del 2008 y para las primeras fiestas de Santa Ana nos tiraron a la calle”, comentó.
Fue José María quien bautizó a María como Mariquita y, para los dos, fue rápido entablar una amistad que se mantiene hasta el día de hoy.
Mena estudia Derecho desde hace dos años y afirmó que, a veces, cuando anda patrullando con José María, le explica cómo proceder según las leyes.
“Le digo qué podemos hacer o no y él me dice en son de broma que no necesita estudiar porque me tiene a mí. Le he recomendado conseguirse un libro sobre Derecho Penal o la Constitución Política, porque nos ayuda mejor con nuestro trabajo”, afirmó.
María recordó dos momentos curiosos que ha vivido al lado de su compañero y amigo.
“Un día, un fotógrafo de la zona nos pidió tomarnos una foto junto a otro compañero, para ejemplificar el orden por tamaño y ese día llegaron dos muchachas de Países Bajo y nos pidieron una foto.
“Le dijeron a Chema que se lo iban a llevar para Europa porque en ese país no había policías tan grandes”, añadió entre risas.
También, una vez María le pidió a Umaña que se pusiera frente a ella para que le hiciera sombra, un día que estaban en el centro de Santa Ana.
¿Cuál es la principal cualidad de Chema?
“Es una persona que se preocupa por los demás, la gente lo busca para recibir sus consejos y él trata de ayudarlos a todos por igual, es chistoso y muy alegre”, manifestó.