A los ticos les encanta el pan y este nunca puede faltar en la mayoría de hogares costarricenses, ya sea a la hora del desayuno o en el yodito de la tarde.
El pan tiene tanto pegue en el gusto de la gente que el 16 de octubre fue designado como el Día Mundial del Pan, el cual es promovido por la Federación Internacional de Panaderos para rajar con este producto tan perseguido.
La Teja se dio a la tarea de consultar a varios panaderos nacionales para que nos comentaran sobre los gustos de los ticos con respecto al pan y coincidieron al señalar que el famoso baguette es el que se lleva los honores, ya sea sencillo o con queso.
La salvada con el pan es que siempre salva la tanda cuando el hambre ataca, pues se puede acompañar con mantequilla, con natilla, queso crema, aguacate, frijoles molidos, con mortadela, salchichón o con huevo, entre otro montón de combinaciones.
“Algo muy tradicional es el baguette con mantequilla, queso y natilla”, comentó Marjorie Paniagua, de la Asociación Nacional de Pasteleros, quien recalcó que el baguette es pan preferido de los costarricenses.
Otro que nos contó los secretos de este delicioso alimento fue don Francisco Prendas, panadero propietario del Mundo de los Queques en Pital de San Carlos.
En la panadería de este sancarleño el baguette es el más vendido también y dice que los prefieren suavecito. Según Prendas puede vender unos 60 baguettes al día y agregó que a la gente le gusta acompañarlo con paté y queso crema.
Los panaderos consultados también han notado que el gusto por este pan, cuyo nombre es de origen francés, prevalece en las mañanas, para el desayuno.
“Por las tardes es más común que la gente lleve pan dulce o una enchilada, así que la compra es más variable para acompañar el cafecito”, comentó Paniagua.
Prendas, por su parte, dijo que en la tarde se vende también el pan blanco, pero la gente prefiere el pan dulce relleno o unos bananitos que son unos bollitos bañados en azúcar, característicos de este local. Además se venden mucho las orejas, las costillas y los palitos de queso para el yodito vespertino.
“Por su frescura, los consumidores prefieren comprar el baguette o la manita en las panaderías del pueblo, más que en las pulperías, para asegurarse que esté recién hecho”, explicó Guillermo Varela, CEO de GS1 Costa Rica.
Varela agregó que una empresa que distribuye materias primas para la panificación le comentó que se ha percibido un incremento de panaderías en los barrios, ya sea la panadería tradicional o la artesanal.
Bolados para amas de casa
Con la llegada de la pandemia todos los negocios se han visto afectados, pero pese a los recortes en los presupuestos de los ticos, el pan ha logrado mantenerse en el gusto de los ticos, aunque muchos sí han tenido que variar los acompañamientos.
Incluso el pancito ha sido un salvatandas para muchas familias que se quedaron sin brete, ya que se pusieron a hacer pancitos caseros o repostería para llevar el sustento a sus casas.
“Esos emprendimientos nos han golpeado bastante, pese a ello nosotros compartimos consejos con las amas de casa y nos dicen que se han animado a poner sus negocios con esos tips”, dijo doña Marjorie.
El pan se ha mantenido firme incluso con las personas que tienen problemas con el gluten, ya que ahora los preparan sin este ingrediente.
Otra ventaja del pan es que es muy económico, tanto así que hay algunas panaderías que venden el baguette en 3 x ¢1000 o 2x¢1000 por lo que les echan el hombro a las familias más numerosas y de menos recursos. Otros, también dan en promoción los bonetes, dulces o salados a 10 por ¢1000.
En el Mundo de los Queques, por ejemplo, el bollo de pan sale en 600 colones, pero Prendas asegura que prefiere dar calidad en lugar de perderla vendiéndolo en promociones.
Paniagua recordó que el melcochón era muy famoso en los años ochenta, pero que el baguette lo sustituyó porque era más económico.
Ella comentó que la textura del melcochón era diferente y que era más pequeño que el baguette.
Aunque el pan es una comida deliciosa, recuerde que no es recomendable abusar su consumo, ya que aporta gran cantidad de calorías y en el caso de los diabéticos es aún más peligroso porque puede subirles los niveles de azúcar. Recuerde que todo con medida es más saludable.
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Según el Estudio Latinoamericano de Nutrición y Salud cada persona come un total de 37 kilos de pan al año y el Tiquicia es el tercer país de habla hispana con mayor consumo de pan, solo superado por Chile y Argentina.