Si usted tiene que pasar con frecuencia por el cruce de la Panasonic, que comunica Lindora, Belén y San Rafael de Alajuela, sin duda conoce a don William Anderson, un oficial de Tránsito que hace su trabajo sin cobrar ni un cinco.
Pero además de hacerlo gratis, lo hace con la mejor actitud posible, lo cual agradecen los cientos de conductores que pasan por ahí a diario y que plasman en las redes sociales sus anécdotas de cómo les cambió el día la cordial manera de ser de este limonense, de 56 años.
El tráfico tiene 14 años de servicio y siempre anda con una sonrisa. Con esa forma tan especial de ser ha demostrado que cuando las cosas se hacen con amor, se llevan mejor.
Sin duda Anderson es el ángel que dirige el tránsito en este importante punto de lunes a viernes, de 6 a.m. a 8:30 a.m., donde cada mañana el montón de carros colapsan las vías, pero con la colaboración de este máster en Comercio Internacional y Mercadeo Internacional, la presa se vuelve más llevadera.
"Muchas personas me han dicho que les cambio el día y yo mismo veo el cambio en ellos, Pero me hace gracia que muchos me quieren ver como un santo. Una vez me escribió en mi Facebook una persona que me dijo que cuando me vio sintió algo especial y me puso que ese día estaba pasando por muchas dificultades personales y cómo la ayudé a salir adelante con mi actitud", contó el oficial, quien además es padre de cuatro hijos.
Hasta de psicólogo ha hecho
Hasta le ha tocado consolar a personas que vienen llorando. "En otra ocasión había una señora que se quería suicidar en el puente de Santa Ana, sentí algo que me hizo acercármele y la abrasé. Ahora, cada vez que ella pasa por aquí me agarra y me abraza en agradecimiento por haberle salvado la vida", agregó entre sus anécdotas.
Asegura que la gente requiere afecto y reprensión. Ha hecho partes donde le han dado las gracias por hacerlo, como una señora que irrespetó un alto, se le acercó y le dijo que esa acción significaba la diferencia entre la vida y la muerte, tanto para ella como para otra persona. La señora comprendió el llamado de atención y hasta le admitió que se lo merecía.
Este vecino de San Rafael de Alajuela empieza su día a las 4:30 de la mañana, para que le dé tiempo de alistarse y estar puntual en su puesto de colaboración. Al terminar el voluntariado, regresa a casa y se prepara para trabajar en su empresa de importaciones. También está estudiando Derecho y asiste a taekwondo para ir finalizando su día a las 8:30 de la noche.
"Todos los días le doy a mi país dos horas y media, para retribuir lo que me dieron siendo un niño de escasos recursos de La Bomba, Limón, para que yo pudiera estar hoy donde estoy. Lo hago con mucho amor y dedicación, porque sé que hay miles de personas que van hacia sus trabajos y lugares de interés muy estresados", comentó.
Afirma que trata de igual forma a todos los conductores, pero eso no es impedimento para que le haga una multa a quién lo requiera.
"Lo que hago es anteponer la parte humana. La finalidad de los oficiales de Tránsito es enseñar a respetar las leyes, pero quien es multado o no depende del tipo de conducción. Uno ve que hay quienes lo american y otros que con solo un llamado de atención basta. Con un buen modo la gente capta más que con la parte represiva", dijo Don William.
"Es una persona genial, amable y carismática. Uno desea pasar por donde él está para que lo inyecte con su energía. Es un amanecer diferente cuando uno pasa por acá y lo ve", explicó Jorge Arturo Fernández, quien trabaja en un lugar cercano.
Otro usuario de la ruta que está muy contento con la labor de don William es Aaron Zumbado, quien dice que siempre para por acá y que Anderson tiene un trato completamente diferente con los choferes.
"Normalmente, los tráficos tienen una actitud un poquito molesta en otros lugares, pero uno siempre lo ve a él saludando a la gente. Él no anda buscando a quién hacerle una infracción, anda buscando cómo agilizar el tránsito y eso es lo que todos deberían hacer. Es una persona que me inspira y hasta he buscado la manera de ser oficial de Tránsito, porque quiero ser como él", dijo Zumbado.