El incendio en la catedral de Notre Dame, en París, Francia, el 15 de abril, destapó en Costa Rica algo que muchos quieren esconder: los edificios patrimoniales son una verdadera bomba de tiempo y solo la suerte los ha salvado de las llamas.
La causa del incendio del emblemático edificio francés no fue confirmada, pero las autoridades indicaron que podría estar vinculada a una serie de trabajos de remodelación.
Las llamas afectaron el techo, y la aguja central del templo que se construyó de 1163 a 1345
En nuestro país, algunos edificios patrimoniales han sufrido por culpa del fuego.
El 9 de mayo del 2001, las llamas arrasaron con la Casona de Santa Rosa, aquel edificio en el que los soldados costarricenses expulsaron a un grupo de filibusteros, el 20 de marzo de 1856.
También, el 29 de abril del 2016, el Black Star Line, en Limón, se destruyó en su totalidad. Este inmueble se construyó en 1922 como sede del Movimiento Universal para el Mejoramiento del Negro (UNIA).
A raíz de estos hechos, historiadores y personal de Bomberos han pegado el grito al cielo y llaman la atención de las autoridades para que de manera preventiva se intervengan edificios emblemáticos como los teatros Melico Salazar y Nacional y el edificio de la Asamblea Legislativa.
El Teatro Nacional espera desde hace 5 años la aprobación de un crédito del Banco Centroamericano de Cooperación Económica (BCIE) de $31,3 millones (¢18 mil millones), el cual permitiría hacerle algunos trabajos como la colocación de un sistema contra incendios, instalación del nuevo sistema eléctrico y obras de restauración.
Autoridades deben ocuparse
El director de Bomberos, Héctor Chaves, expresó que en general los edificios patrimoniales no cuentan con un sistema de protección contra incendios; sin embargo, destacó el ejemplo de la Parroquia Inmaculada Concepción, en Heredia centro, que recientemente cambió su instalación eléctrica.
“A pesar de que algunos edificios patrimoniales se han quemado, las autoridades no han aprendido la lección y siguen sin darle al tema la importancia que merece.
"En algunos casos creen que el problema se ha solucionado con la instalación de extintores, pero el problema va más allá”, manifestó don Héctor.
Chaves agregó que por años ha insistido sobre la necesidad de que los edificios patrimoniales estén protegidos contra incendios y sostuvo, que pese a las recomendaciones que realizan constantemente, no pueden clausurar un establecimiento debido a la carencia de sistemas de protección.
“En el país está la tecnología y el conocimiento para ocuparse en temas de prevención; sin embargo, considero que falta información que permita actuar como debe ser.
"Siempre que se recomienda tomar una serie de medidas en estos inmuebles, el primer obstáculo es el presupuesto”, añadió.
Con Chaves concuerda la historiadora Lucía Arce, quien manifestó que las autoridades piensan que los edificios se mantienen solos y se les olvida, que, en la mayoría de los casos, las estructuras declaradas patrimonio fueron construidas por el pueblo.
“El Ministerio de Cultura se creó en el último tercio del siglo 20 y desde entonces se han tomado medidas para el resguardo de los edificios patrimoniales, pese a eso, aún falta desarrollar políticas de preservación. Para algunos invertir en cultura es desperdiciar la plata”, indicó.
Arce fue enfática en asegurar que el tesoro histórico que posee el país es invaluable y se ha logrado mantener con el paso del tiempo.
“En Europa las guerras han acabado con decenas de edificios y en el país hemos tenido la suerte de que eso no ha pasado. Por eso, es importante cuidar cada edificio que tenemos”.
Responsabilidad individual
Diego Meléndez, director del Centro de Patrimonio Cultural, explicó que el mantenimiento de los edificios patrimoniales, está en manos de sus propietarios.
“De acuerdo con la Ley 7555, el propietario es el responsable de mantener el inmueble. Cada intervención en un edificio debe ser avalada por el Centro de Patrimonio Cultural, además, se le brinda al propietario acompañamiento cuando se realizan las obras.
"Si se detecta que el sistema eléctrico está en mal estado, se le indica que la mejora debe ser incluida y cumplir con el código actual, no obstante, no se le puede obligar a hacerlo”, aseguró.
En cuanto al papel del Centro de Patrimonio Cultural sobre este tema, Meléndez agregó que la institución tiene proyectos específicos de intervención para algunos inmuebles, como los ganadores del certamen Salvemos Nuestro Patrimonio Histórico-Arquitectónico, (en el 2018 fue el Mercado Municipal de Orotina).
Además, da seguimiento y asesoría a las intervenciones que realizan los dueños de los edificios.
Por otro lado, Ricardo Morales, de la Dirección de Protección al Ambiente Humano del Ministerio de Salud, aseguró que las autoridades permiten la construcción de un edificio nuevo, siempre y cuando cuente con sistemas de protección; sin embargo, en el caso de los edificios ya existentes, de vez en cuando realizan inspecciones con ingenieros eléctricos externos a la institución.
“Si hay un riesgo inminente podemos girar órdenes sanitarias para que se corrijan los aspectos de mejora. La idea es prevenir y actuar antes, pero no contamos con un plan para inspeccionar edificios patrimoniales”, aseguró