David Mora y Katherine Monge son dos ticos, oriundos de Desamparados, que viven en Canadá y este lunes disfrutaron de forma privilegiada el eclipse total de sol.
Ellos tenían solo dos años en 1991, cuando ocurrió el eclipse total de sol que se vivió en Costa Rica, así que prácticamente no recuerdan nada, por eso no lo pensaron dos veces para ponerse las pilas y vivir al máximo este fenómeno, el más importante a nivel mundial de este 2024.
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“Lo único que recuerdo es que cuando todo se oscureció, un gallo que teníamos se puso a cantar. Pero más que eso no.
“Para mí esta experiencia significa la posibilidad de ver algo que no mucha gente tiene la oportunidad de ver o de recordar, y quizá la oportunidad de experimentar una de esas cosas que solo se hacen una vez en la vida”, dijo Katherine llena de ilusión.
David contó que el último eclipse de sol que se dio en Costa Rica, que fue hace como seis meses, les llamó mucho la atención y lo hizo ponerse a buscar información sobre próximos eventos similares y se llevaron la gran sorpresa de que habría uno total que se podría ver desde Canadá.
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Iniciaron los preparativos
La pareja empezó a investigar todo lo necesario para poder vivir el eclipse a todas sus anchas.
“Nosotros vivimos en Toronto, pero desde ahí no se iba va a poder ver el 100% y un 99% no es suficiente, hay mucha diferencia, así que empezamos a buscar cuáles eran las ciudades que nos quedaban más cerca para verlo”, expresó el tico.
Entonces decidieron sacar el día libre en el trabajo para poder disfrutar el evento a gusto y sin presiones.
Ellos quería ir a las cataratas de Niágara, también estuvieron analizando ciudades como Hamilton, Montreal y Kingston. Hace cinco días empezaron a monitorear el clima y se dieron cuenta de que Montreal era la que más prometía para ver un buen espectáculo, porque estaría despejada.
“Cuando ya decidimos que iríamos a Montreal compramos los tiquetes del tren, es un viaje de cinco horas para llegar, ver el eclipse y luego tomar de nuevo un tren para viajar cinco horas de regreso a Toronto.
“Hoy (lunes) salimos de la casa a las 5:30 de la mañana para agarrar el tren, y llegamos a eso de las 12:30 del día al parque Jean-Drapeau”, contó David.
David y Katherine compraron por Amazon, hace un par de semanas, unos lentes especiales para ver el eclipse, pero dicen que hay organizaciones que hasta los estaban regalando.
Una experiencia única
Una vez en el parque empezó una verdadera fiesta, miles de personas llegaron de distintas partes de Canadá para vivir el espectáculo y los ticos aseguran que todo valió la pena.
Poco a poco la Luna se fue interponiendo entre la Tierra y el Sol y el espectáculo deslumbró a todos los asistentes que no despegaban los ojos del cielo.
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“Fue una cosa demasiado impresionante, ninguna foto ni nada le hace justicia a lo que vimos, duró un minuto, pero fue algo impresionante, muy emocionante.
“Eso parecía como cuando uno va a una película demasiado esperada y se sabe que pasarán cosas muy chivas, van pasando de poquito en poquito. La gente se iba emocionando cada vez más hasta el punto en que las personas gritaron y aplaudieron porque se sintieron fascinadas con lo que veían, así lo viví.
“Cuando se empezó a oscurecer más, la gente se emocionó mucho y ya cuando se cerró el eclipse unos lloraban, otros se abrazaban, también se reían. Todos estábamos viendo lo mismo, pero sentíamos cosas diferentes”, narró Katherine.
Luego del espectáculo, la pareja tuvo que salir caminando del parque, fue imposible hacerlo en metro o en bus porque había una enorme masa de gente.
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Ellos regresaron en tren a Toronto, iban cansados por la madrugada, pero aún sentían adrenalina y la satisfacción de haber vivido un espectáculo histórico de una manera tan privilegiada.
El eclipse de sol de este lunes fue precedido por uno lunar que se dio el pasado 25 de marzo, durante la luna llena de la Semana Santa.
La Fundación Cientec informó que estos dos fenómenos son de una misma “estación de eclipses”, donde generalmente son dos, pero pueden ser hasta tres eclipses solares y lunares en un período de 31 a 37 días.
Para Costa Rica este fenómeno fue parcial, quienes tuvieron suerte lograron ver un “mordisquito” en el sol. Para una franja central de la sombra fue total. La angosta banda de totalidad cruzó México, Estados Unidos y Canadá.
Este eclipse solar se dió un día después de que la luna alcanza el perigeo, que es la distancia mínima con la Tierra en esta órbita. Por ello, la Luna se vio más grande y tapó con creces al sol.