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Duro golpe después de salir de un coma que duró dos meses

Milena López tiene ahora un centro holístico de recuperación

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Milena López Arenas manejaba el carro en el que viajaba junto a Álvaro Andrés Hernández y debido al choque pasó dos meses en coma en el hospital Calderón Guardia.

Ella no recuerda nada del accidente. Explica que su memoria borró por completo el 9 de julio del 2011 y la semana previa.

Por cosas que le han contado sus amigos sabe que andaban en el bar y restaurante Sapo Texano, en San Miguel de Santo Domingo de Heredia, festejando un cumpleaños y que eran cuatro amigos en dos carros.

Milena López con Álvaro Andrés Herández el día del accidente. Es la última foto del joven, quien ese día falleció. Cortesía: Milena López. (Cortesía)

Milena pasó cuatro meses en el hospital (dos de ellos en coma). Logró recuperarse y ahora se dedica a ayudar a otras personas a sanar dolores del alma mediante la psicología y la terapia holística.

“Me desperté en Cuidados Intensivos. Abrí los ojos y lo primero que vi fueron unos cuadros que yo digo que era feos. Luego llegaron varias personas, médicos y enfermeras que decían ‘despertó, despertó’ y me hicieron preguntas de rigor, el nombre completo, quién era el presidente, si sabía dónde estaba”.

Poquito después levantó la sábana y vio que estaba flaca y amarilla.

Le dijeron que los pulmones habían colapsado, quedaron como desinflados, que tuvo un trauma en el estómago y solo le quedó un pedazo de hígado (órgano que se regenera), entre otras secuelas.

“Un especialista chino cuando me vio me dijo: ‘me alegro de verla, la daba por muerta. Le hice la cirugía de los dos pulmones, pero solo pude reactivarlos mezclando químicos’. Esa mezcla fue la que me salvó la vida porque nada funcionaba”; dijo Milena.

Fue una salvada porque mientras estaba en coma los médicos habían fijado una hora límite para que le reaccionaran los pulmones, si no desconectarían la máquina. Milagrosamente ese día, antes de la hora asignada (siete de la noche) los pulmones reaccionaron. Evidentemente siguió delicada y en coma hasta que despertó.

La recuperación fue muy dolorosa, la bañaban, le ponían pañales, le lavaban los dientes y tenían sondas. “Realmente estaba a la merced de Dios y de los médicos”, dijo.

Tremendo cambio

A esas alturas Milena no sabía que Álvaro Andrés había fallecido y le preguntaba por él a cuanta enfermera veía. “Una vez, una doctora dijo que estaba bien, pero al otro día me contó que había muerto. Permanecí dos días en silencio, yo que era rumbera y alegre. Cuando llegó un amigo lloré porque yo iba manejando y no recordaba nada y sentía culpa. Él me tranquilizó al contarme lo que pasó. Un chofer borracho había sido el culpable”.

A Milena le habían dicho que si salía del hospi sería parapléjica y ya estaba en su casa viva y eso le dio tranquilidad. A los 18 días, sin embargo, la despidieron del trabajo, al poco tiempo murió su abuelita (que era como una mamá) y le quedaban dos cirugías pendientes y un juicio (por el accidente) que no era nada sencillo afrontar.

“Me presenté sin abogado. Estaba desecha. Soy psicóloga y uní mi profesión con la terapia holística, busqué meditación y hoy ayudo a otros a curar los dolores del alma”, dijo.

Quien quiera asistir a una clase con ella puede llamar al 8703 8759 o visitar el Face Esencia de Ángel.

Franklin Arroyo

Franklin Arroyo

Periodista egresado de la Universidad Federada. Integra el equipo de Nuestro Tema de La Teja. Trabajó en el Periódico Al Día, corresponsal del diaro Marca para Centroamérica y editor de la revista TYT del Grupo Eka.

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