En febrero de este año se dio a conocer el nuevo reglamento de fraccionamientos aprobado por el Instituto Nacional de Vivienda y Urbanismo (INVU) y el cual establecía que quien tuviera un lote de 900 metros cuadrados y optara por dividirlo en otros más pequeños, debía donarle un 10% a la muni local (90 metros cuadrados) para un parque infantil.
Entre los que pegaron el grito al cielo por semejante ocurrencia estaba el Colegio de Ingenieros Topógrafos. El reclamo dio frutos y el INVU reformó el reglamento con ayuda de especialistas.
La Teja conversó con Marco Antonio Zúñiga, director ejecutivo del Colegio de Ingenieros Topógrafos y quien nos contó cómo quedó la cosa.
Afirma que no fue una tarea fácil, pero se logró la intervención de la ministra de Vivienda, Irene Campos, para hablar con los involucrados y luego de 13 reuniones salió humo blanco.
“Solo falta que la junta directiva del INVU lo apruebe y se mande a publicar en La Gaceta, para entrar a regir a partir del 13 de setiembre”, dijo Zúñiga.
“A como estaba redactado el anterior iba a haber un desorden, no solo por lo que se debía darle a la municipalidad, sino porque debía regalárselo con malla y con los juegos infantiles instalados. Si el vecino del frente hacía lo mismo, otro donativo igual, en cien metros podía haber seis o siete parques”, aclaró Zúñiga.
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Vecinos podrán ayudar a las munis
Ni las munis estaban felices con los “donativos” porque no tenían cómo administrar tanta propiedad y sabían del riesgo de que esos “parques” terminaran tomados por delincuentes.
Ahora las propiedades se pueden segregar hasta en siete lotes sin estar obligados a ceder área pública.
Tampoco deberá llevar el visado del INVU que se pedía para todas las segregaciones y por el cual había que pagar ¢40.510. Solo deberá tramitarse el municipal, que es gratuito.
“Después de ocho lotes y más de 900 metros cuadrados sí tiene que ceder área, ambos requisitos deben cumplirse”, dijo Tomás Martínez, presidente ejecutivo del INVU.
Y en esos casos sí debe tramitarse el visado del INVU.
Ahora también se da poder a las munis para hacer convenios con organizaciones de vecinos u otras y darles mantenimiento a las áreas públicas. Eso les permite supervisar el cumplimiento de esos acuerdos sin tener que sacar plata para el mantenimiento.
Para los dueños de terrenos usados en la siembra se mantuvo el área mínima posible para lotear en 5.000 metros cuadrados, la misma de antes. Esto es si tienen calle pública al frente, si tienen solo servidumbre no podrán.
Se pretende evitar que salga algún “vivo”, lotee terrenos sin calle pública y los venda como posibles urbanizaciones a las que quizás no lleguen los servicios públicos.
Por ejemplo, si usted tiene una propiedad grande y pasa por una necesidad económica y necesita vender una parte o hipotecarla ahora sí podrá hacerlo, pero el lote debe ser, mínimo, de 900 metros cuadrados.
“Eso sí, se designará la propiedad como de uso mixto (que es una condición especial para uso agrícola, pecuario o forestal). Le pondrán una nota que diga que ahí no se podrá construir hasta que se cuente con la disponibilidad de servicios”, contó Zúñiga.
Con estos cambios se respeta la propiedad privada, se disminuyen costos y se eliminan trámites burocráticos.