Los dueños de los bares son de los que más han sufrido con la pandemia y aunque desde el 9 de octubre volvieron a abrir le piden al Gobierno que les suelte un poquito la faja para respirar mejor o al menos que no los aprete más de la cuenta.
José Francisco Quesada, presidente de la Asociación de bares y restaurantes (Asobarest), asegura que se están preocupados porque no ha habido una unificación de medidas en todas las comunidades del país y en algunas, principalmente la zona rural, se han sentido hasta perseguidos.
“Lo que se ha dado son incongruencias por parte de Fuerza Pública, al llegar a un negocio le dicen a los dueños que no pueden usar luces de colores, o que no pueden usar DJs, cuando está establecido en el documento del Ministerio de Salud que se puede usar música instrumental o un DJ que no induzca a bailar, con un volumen moderado”, explicó Quesada.
Según el presidente de Asobarest, esto está haciendo que los comerciantes no se la jueguen y no contratan a nadie, limitando el trabajito a los que viven de la música.
A algunos bares en zonas rurales les están cerrando una hora antes, a las 9 p.m. de lunes a viernes, cuando pueden abrir hasta las 10 p.m. y sábados y domingos a las ocho, cuando tienen permiso hasta las 9.
En el caso del bar El Vaquero en Guápiles, había unos clientes comiendo y la Policía llegó a decirles que debían cerrar pese a que faltaba tiempo para la hora.
“Estas situaciones en lugar de ayudar al comercio están complicando la situación. La autoridad se respeta, pero también se necesita un grado de comprensión, nosotros lo que queremos es trabajar”, comentó Quesada.
Aclaró que como siempre lo han dicho, si hay negocios que inclumplen que los cierren porque hay que ser responsables.
Dos cierres
Don Jorge Hidalgo, administrador del restaurante Zero Grados, ubicado al costado suroeste de la plaza de El Llano, en Alajuela, la ha visto horrible con la crisis y porque le han cerrado el negocio dos veces.
El primero cierre fue en junio, llegaron un montón de oficiales de la Fuerza Pública, le pusieron candado al barcito un mes y le aplicaron la multa de medio millón.
“Presenté la revocatoria y no me la aceptaron porque yo soy el administrador y pese a que la hicieron a mi nombre dicen que no tengo voz ni voto”, narró Hidalgo.
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El segundo cierre fue el 28 de agosto por otro mes y la razón que le dieron es que las mesas solo tenían dos platos fuertes y los demás eran platos de bocas, algo que todavía no entiende.
“Yo entiendo que todos debemos cooperar, pero una cosa es trabajar como se debe hacer y otra el abuso que vengan y digan, cierro porque cierro”, comentó Hidalgo.
Don Jorge quedó extrañado porque la Policia Municipal de Alajuela en sus inspecciones encontraba todo bien, incluso diez minutos antes del primer cierre de su local.
La Teja llamó a Milton Alvarado, director de Fuerza Pública en Alajuela para conocer su posición, pero no respondió las llamadas ni los mensajes de WhatsApp.
Más tiempito
La reunión para pedir que se amplíe el horario durante el mes de diciembre, será este viernes con la ministra de Economía, Victoria Hernández, y la directora de vigilancia de la Salud, Priscilla Herrera, de manera virtual.
El vocero de Asobarest se mostró preocupado de que si no se amplían los horarios, la gente va a optar por reunirse en sus casas, sin cuidar los protocolos sanitarios que en los bares sí se cumplen.
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