Gabriel Morales asegura que desde hace cuatro años, los 31 de diciembre son para él un día de mucho estrés.
El vecino de Desamparados tiene una perrita llamada Noa y ella le tiene mucho miedo a los sonidos fuertes como los truenos, los aguaceros y la pólvora.
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La peludita pasa el día en el garaje y el patio, pero cuando llueve, hay tormenta eléctrica, fiestas con música alta en casa de algún vecino o juego de pólvora, empieza a tocar la puerta con desesperación para entrar a la casa, porque se asusta muchísimo.
“Cuando caen rayos cerca es un problema porque corre para todo lado muy asustada, pero lo peor es con la pólvora, el año pasado estuvo más de una hora en un estado de desesperación terrible, nosotros la alzábamos, pero ella se bajaba y corría para todos lados sin saber qué hacer, se metía debajo de las camas, de los sillones y no había manera de tranquilizarla, era muy angustiante verla así”, contó el dueño de la perrita.
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Gabriel tiene toda la esperanza de que este año sea diferente, una prima le recomendó que comprara una mantequilla de maní con CBD hecha especialmente para perros y desde hace días le está dando para mantenerla tranquila.
“Compramos dos paquetes, uno se lo dimos a inicios de noviembre porque estaba lloviendo mucho y le hizo muy bien, el CBD la tranquilizaba tanto que ya no pedía que la metiéramos a la casa cuando llovía fuerte. El segundo paquete se lo empezamos a dar la semana pasada, le damos una cucharadita revuelta con la comida y esperamos que este año ya no se asuste tanto con la pólvora del 31 de diciembre.
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La pólvora podría causar hasta la muerte de las mascotas
La veterinaria María Antonieta Leandro dice que el tema de la pólvora y el miedo que genera en los perros y otras mascotas es muy común y peligroso.
“He atendido casos de ansiedad severos a causa de la pólvora, los perros son hipersensible a los sonidos y cuando escuchar las explosiones tienen a correr y eso hace que se golpeen, se escapen y hasta se expongan a accidentes de tránsito.
“En los casos más severos de ansiedad los animales podrían hasta morir. Hay productos que pueden ayudar a los animales en esas situaciones: productos con CBD, con tilo y otros tranquilizantes”, explicó la veterinaria.
La especialista dice que es muy importante que antes de que los dueños de las mascotas decidan usar cualquiera de estos productos lo consulten con un veterinario para descartar que los animalitos sean alérgicos.
“Es importante contar con la recomendación de un especialista que analice cuál producto se ajusta mejor a cada mascota y dé la dosis correcta para evitar intoxicaciones.
“Además de los medicamentos, también se puede trabajar la músicoterapia, se puede meter el perro en un cuarto y se le pone música tranquila a un volumen adecuado, ni muy suave ni muy fuerte, otra opción es ponerle uno de los chalecos especiales que venden para mascotas, algunas personas usan unas tiras que les amarran a los perros y hacen el efecto de un abrazo, eso también los tranquiliza”, dijo Leandro.
Polémica en el país por eliminación de pólvora sonora
Actualmente, en el país el tema de la pólvora y el efecto que causa en mascotas y personas con autismo causa polémica.
Una parte de la población está a favor de que se prohíba el uso de la pólvora, como lo hizo la Municipalidad de San José este diciembre y otra no porque ven afectados sus intereses comerciales o simplemente disfrutan de la pirotecnia.
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De igual manera, la Asamblea Legislativa está dividida. En la corriente legislativa se analiza una iniciativa para prohibir a nivel nacional la pólvora sonora, el proyecto ya fue dictaminado, es decir, ya está listo para ser discutido en el Plenario Legislativo, pero aún no se sabe si los diputados lograrán ponerse de acuerdo para aprobarlo. Lo propuso el diputado oficialista, Alexander Barrantes.
La iniciativa además establece una serie de sanciones para quienes no acaten la normativa. Por ejemplo, se impondría una multa de dos y hasta 10 salarios base (es decir, ¢924.400 y hasta ¢4,6 millones) a quien detone artículos pirotécnicos sonoros mayores a 86 decibeles.
Ese nivel de ruido se considera muy elevado y peligroso. A partir de los 75 decibelios el ruido comienza a causar daños.
Para que usted se haga una idea, el paso de un tren, maquinaria de fábrica, las sirenas de los bomberos, una manifestación ruidosa, son ejemplos de ese nivel de ruido.