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(Video) Dos enanos hacen un gigante

El cobrador se negó a montarse a caballito sobre Paul Planes, porque le da vértigo la altura

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Entrada dos enanos y un gigante

Con sus 2,09 metros de altura Paul Planes subió con dificultad a la microbús en Paso Ancho. Sus largas piernas le estorbaban para subir, pero la amplitud del auto hizo que tuviera un confortable viaje a Heredia.

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Allí nos encontraríamos con Álvaro Oviedo, de apenas 1,12 metros y quien llegó, para sorpresa nuestra, acompañado de su hijo Jonathan, de aproximadamente un metro de estatura.

Las escaleras de la micro fueron un obstáculo para el tata y su hijo. Por eso no es de extrañar que los tres digan que andar en bus es de las cosas más incómodas con las que deben lidiar. Mientras Planes pega la jupa al techo, los Álvaro y Jonathan se enfrentan a una especie de escalada.

Si juntáramos en una sola persona a los Oviedo medirían 2,12 metros, apenas tres centímetros más que Planes. 

En la micro los esperaba un viaje a San José donde los tres caminarían por plena avenida central y harían un vídeo de presentación de esta nota en la web.

Allí, en el corazón de Chepe, causaron furor. La gente miró el contraste entre Paul y los Oviedo con extrañeza y algunos se acercaron a ellos con sus celulares para sacar una foto o grabar.

Álvaro Oviedo y su hijo Jonathan (tenis gris con celeste) se unieron al gigantón Paul Planes Linox. Hablaron y caminaron por el bulevar de la avenida Central. Foto: Rafael Pacheco (Rafael PACHECO GRANADOS)

“Nos ven a mi hijo y a mí con curiosidad, pero cuando miran al supergigante (Paul) se preguntan, ¿qué está pasando?, ¿por qué una persona tan alta anda con dos enanos?. Sin duda, se asombran”, expresó don Álvaro.

En efecto, el contraste causó un burumbún en Chepe, exactamente en la fuente que está diagonal a la plaza de la Cultura. Mientras hacíamos entrevistas y algunas tomas, la gente se metía, se les ponía de frente, sacaba una foto y uno que otro se animó a hablarles. 

La gente tuvo que ver con detenimiento el contraste que causaron Paul, Álvaro y Jonathan. Foto: Rafael Pacheco (Rafael PACHECO GRANADOS)

Cecilia Martínez comentó que le gustaría tener la altura de Planes para alcanzar cosas que quedan fuera de su alcance y la estatura de los Oviedo para escabullirse más rápido entre la gente.

“La verdad es que es una escena que cuesta mucho ver, de hecho, nunca he visto nada así”, comentó la joven, vecina de San José.

Marvin Suárez  dijo que Planes, el gigantón, llama más la atención porque cuesta más ver a personas de semejantes medidas. “Uno ve más gente pequeña, está más acostumbrado, pero alguien como ese moreno tan alto cuesta mucho ver”, dijo.

La Teja quiso hacerla toda y le pidió a don Álvaro si podía montarse a caballito en hombros del gigante, pero nos paró en seco: "Me dan vértigo las alturas". Sí aceptó ser alzado, pero en el regazo. "Le cuento que este señor, aunque no parece, pesa bastante", dijo Planes.  

Don Álvaro se encaramó en Paul, mientras su hijo permaneció al lado del gigante. Foto: Rafael Pacheco (Rafael PACHECO GRANADOS)

Aunque ellos no lo reconozcan, las diferencias de tamaño se evidencian en las oportunidades laborales. Don Álvaro es cobrador. Lo contratan para darles color a los deudores  pues se disfraza cada vez que tiene un bretecito de forma muy llamativa y va hasta con carteles para que el colorazo sea mayor  (esa es la idea).

“Muchas personas me buscan  porque uno llama la atención, para promocionar algo o cobrar. Pero yo siempre echo para delante y muchos trabajos se me dificultan, pero encuentro la manera de hacerlo más fácil, dijo.

En el caso de Jonathan,  su hijo de 27 años, ni siquiera tiene trabajo (ver nota aparte).

Para reforzar más el razonamiento, Álvaro ni siquiera fue capaz de decir en qué empleo podrían rechazar al joven de 2,09 metros.

“No sé, como es una persona que llama la atención puede desempeñar un trabajo como cualquier persona normal”, explicó.

Paul es modelo, practica baloncesto y fútbol americano, tiene una empresa de promoción de eventos y está por lanzar su propia marca de ropa.

Sin embargo, cree que las oportunidades de trabajo son iguales para todos, sin discriminación alguna. “Para nada existe eso,  depende de cada uno”, dijo.

La percepción de algunas  personas que se acercaron al lugar donde La Teja hablaba con los tres hombres es que hay igualdad de oportunidades, como dijo Efraín Vargas, un herediano que ese día estaba en Chepe.

“Creo que tanto los pequeñitos como ese moreno pueden cumplir con cualquier trabajo que se les asigne de forma normal”, dijo.

Pero Adrián Rodríguez, coordinador de Salud Ocupacional del Grupo Nación, fue enfático al afirmar que es más fácil para una persona alta conseguir trabajo. 

“La altura es vista como una virtud por el ser humano, indiferentemente de trabajo. A los pequeños se les ve como frágiles, que pueden esta enfermos aunque tengan facultades excepcionales”, comentó.

"Sin duda, la primera impresión es muy importante, aunque haya literatura que diga lo contrario. Es parecido con las mujeres bonitas y feas, las primeras tienen más opciones de ser contratadas", añadió Rodríguez.

Franklin Arroyo

Franklin Arroyo

Periodista egresado de la Universidad Federada. Integra el equipo de Nuestro Tema de La Teja. Trabajó en el Periódico Al Día, corresponsal del diaro Marca para Centroamérica y editor de la revista TYT del Grupo Eka.

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