EscucharEl bebé Maximiliano Santamaría pasó por una dolorosa experiencia cuando su mamá, Elizeth Zúñiga, lo llevó a una cita para que le hicieran el tamizaje y terminó con el piecito derecho quemado. Eso pasó cuando tenía solo cuatro días de nacido, ahora tiene 26.
Esto ocurrió el 1° de febrero en el Ebáis de Ochomogo de Cartago, donde una enfermera de apellido Vargas atendió al bebito y le puso una bolsa de suero caliente en el piecito antes de hacerle el tamizaje y se fue a atender otros pacientes.
Maximiliano pasó llorando mientras tenía la bolsa puesta en el pie y la enfermera le comentó a la preocupada madre que era un niño muy llorón. Tanto llanto extrañó a Elizeth porque ella sabía que su hijo es muy tranquilo.
Elizeth nos explica qué pasó después: "(la enfermera) volvió como a los treinta minutos y le quitó la bolsa de suero y ya se le habían hecho las bombas de agua por la quemadura. Llamó a la doctora y le preguntó por qué había pasado eso y esta le respondió que seguro porque la piel del niño era muy delicada por ser tan blanquito".
La Teja pudo observar algunas fotos de cómo se veía la quemadura. Al chiquito se le hizo una ampolla a lo largo de todo el talón, otra en el dedo meñique y una más en el borde externo del pie.
Las pruebas de tamizaje consisten en un pinchazo en un pie del bebé para tomar las muestras de sangre necesarias para determinar si tiene alguna enfermedad de nacimiento; pero, la enfermera Vargas le indicó a la madre de Maximiliano que se estaba poniendo en práctica colocarles una bolsa con agua tibia antes del pinchazo.
Elizeth preguntó luego si efectivamente se había aprobado dicho cambio y en el Área de Salud le respondieron que sí, pero solo para las zonas frías, por ejemplo, Llano Grande.
¿Regresar? ¡Jamás!
Inmediatamente después de las quemaduras, que resultaron ser de tercer grado, Zúñiga regresó a su casa, se alistó y se fue para emergencias del hospital Max Peralta, en Cartago, donde internaron al chiquito de inmediato para curarlo.
Según consta en el documento de atención, en el Ebáis le pusieron una crema de sulfadiazina de plata, lo vendaron y le dijeron a la mamá que regresara al día siguiente a curaciones.
Obviamente la madre no regresó y desde entonces a Maximiliano lo atienden en el Hospital Nacional de Niños.
"Tengo que llevarlo cada cuatro días a curación y me prohibieron tocarle el vendaje o mojárselo y si se le ensucia debo ir de inmediato a cambiárselo", explica la mamá.
Estas medidas son para prevenir una infección.
A la espera
Pese a que ya han pasado 22 días desde la quemadura, el bebé sigue en atención médica. Según nos contó Elizeth, solo las dos quemaduras más pequeñas han sanado, la del talón tardará más tiempo.
"No me han dicho cuánto falta para que esté sanado completamente, solo que tenemos que ver cómo responde a las curaciones para ver si necesitará un injerto de piel o no", explica la mamá.
Como la herida es bastante grande, Max llora mucho cuando lo están curando.
"Eso es lo que me da más cólera, ver que salimos de lo más bien del parto y que él nació sin problemas y por una mala praxis tener que estar en estas", agregó la madre.
Consultamos a las autoridades de la Caja Costarricense de Seguro Social sobre este caso y mediante un correo muy breve, el doctor Armando Villalobos Castañeda, director de la Dirección Regional de Servicios de Salud Central Sur, indicó que el caso se encuentra en investigación y que no darían detalles.
El 2 de febrero, el papá de Maximiliano, Renán Santamaría, puso la denuncia en el Ebáis central de Cartago y están averiguando qué deben entregar en los tribunales para poner una demanda penal.
Dicha denuncia fue respondida este miércoles por la doctora Yudith Mata, jefa de Enfermería del Área de Saud de Cartago quien firma la carta entregada a los padres del chiquito y en la que se les informa que a la auxiliar de enfermería de apellido Vargas se le hará un proceso administrativo.
La Teja fue al Ebáis a tratar de conversar con Vargas o con la directora del lugar, pero nos informaron que las dos estaban de vacaciones.
Riesgo de quemadura
La doctora Olga Arguedas, directora del Hospital de Niños, explicó que la técnica para la prueba de tamizaje ya está estandarizada y debe hacerse en la cara externa del taloncito del bebé.
Con solo la fricción de la mano, se puede calentar el piecito, pero no hay ningún protocolo que indique que debe usarse suero o cualquier otro objeto caliente para ello, pues esto es un riesgo de quemaduras, como efectivamente ocurrió en este caso.
