Después de 19 años de trabajar en el departamento de mecánica de la empresa Dole Food Company, don Luis Castillo se llevó la fea sorpresa, el jueves 24 de enero, de que la compañía había puesto los candados y cerró 240 puestos de trabajo, entre ellos el suyo.
Don Luis y sus compas se toparon con un rótulo que decía que ya no tienen brete por culpa (decía el cartel) del inicio de labores de la terminal de contenedores de Moín, administrada por APM Terminals.
“Hoy nos llevamos la sorpresa de esta liquidación. Ya todo lo tenían planeado, cuando llegamos en la mañana nos encontramos todo con candados. Pensamos que esto es una burla para nosotros, por lo menos nos hubiesen dado un aviso, pero no dijeron nada. Estas decisiones lo que vienen es a empobrecer más a Limón… ¿ahora dónde consigo trabajo si en Limón ni hay?”, se pregunta don Luis a los 57 años.
En los portones con candados había un rótulo que indicaba dónde se pagarían las liquidaciones.
“Ante el inicio de operaciones de la Terminal de Contenedores de Moín, la empresa se ve en la necesidad de cerrar totalmente el centro de trabajo (Departamento de Operaciones, terminal y taller de Standard Fruit Company de Costa Rica S.A.), ya que las funciones de atención de contenedores serán realizadas dentro de la tarifa integral cobrada por la concesionaria APM y las otras dejan de ser rentables por la severa disminución que se produce producto de la concesión pública otorgada por el Estado. Por lo anterior, a partir de esta fecha (24 de enero del 2019) se cierra el centro de trabajo denominado terminal y taller”, explica el rótulo.
Albin Sandí, del Sindicato Industrial de Trabajadores Agrícolas, Transporte Agrícola y Afines de Costa Rica (Sintrastafcor), confirmó que pese a que Dole convocó a todos los despedidos a las 11 de la mañana para pagarles las prestaciones, la gran mayoría no se presentó porque así se los recomendó el departamento legal del sindicato.
“Estamos buscando un acercamiento con el Gobierno, los estamos invitando a reunirnos en el ministerio de Trabajo en Limón. Queremos recuperar el trabajo porque en la provincia eso es lo que menos hay, nada hacemos con las prestaciones porque la plasta se acaba, queremos trabajo”, dijo Sandí.
El diputado, Eduardo Cruickshank, del Partido Restauración Nacional, dice que Limón entrará en una crisis laboral por el inicio de operaciones de la nueva terminal de contenedores de Moín.
“Hay un gran temor entre los trabajadores limonenses. Una gran zozobra en las familias. La concesión dada a APM Terminals ha sido un mal negocio para el país y el Gobierno no está preparado para responder a la urgente necesidad de generar nuevos puestos de trabajo”, opinó el diputado.
Dole no habló, pero sí se manifestó Kenneth Waugh, director general de APM Terminals, quien recordó que ellos realizaron un estudio en el cual quedó claro que la entrada de APM generaría cambios en la forma de hacer las cosas y que era necesario que todos se adaptaran a ese cambio y que ellos generarán 147 mil empleos indirectos en la zona en 10 años, pero el país debe tomar las medidas necesarias para que eso suceda. También recordó Waugh que la TCM genera 540 empleos directos y eso sin estar trabajando al 100%.