La infectóloga y exministra de Salud, María Luisa Ávila, tiene un rinconcito en su casa en el que se quita el estrés de la pandemia.
Se trata de un jardín lleno de orquídeas que ella cuida con esmero, ya que aunque no conoce los nombres científicos de las platas, es una gran aficionada a ellas.
“Empecé a tener orquídeas hace como unos veinte años, a mi mamá le encantan y ella también tiene, de ahí fue que les tomé el gusto. Debo reconocer que no las cuido yo sola, un jardinero que llega a mi casa es el que se encarga de abonarlas y darles el mantenimiento necesario para que estén bien y cuando alguna se pone feilla la agarro y me la llevo para donde mi mamá para que ella la chinee y la cure, ella hace milagros”, contó.
“No me sé los nombres científicos de las orquídeas que tengo, pero sí algunos de los populares. Tengo torito, guaria morada, una muy linda que las flores huelen a chocolate, esa florea con mucha frecuencia, también tengo bandas con flores preciosas, tengo una turrialbeña, entre otras”.
La especialista dice que siempre es bueno tener un hobby y ahora con la pandemia mucho más para distraerse y sacar la tensión.
“En estos momentos tan complicados el tener algo que cuidar es de mucha ayuda para distraernos, para llegar a casa y tener paz, dejar por un rato todo lo malo que está pasando en el mundo.
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“Siempre es bueno tener ganas de llegar a casa, ese es nuestro lugar seguro y en mi caso mis orquídeas son las que me llenan de tranquilidad cuando no estoy en el trabajo”, aseguró la exministra.
Muchos regalos
La doctora dice que antes de la pandemia acostumbraba ir a ferias de orquídeas y así consiguió varias de las que tiene, sin embargo, dice que también le han regalado muchas.
“Yo acostumbro compartir en las redes sociales fotos de mis orquídeas, entonces mucha gente conoce mi afición a ellas y eso hace que me regalen. Eugenia Flores, la exministra de Ciencia y Tecnología, es bióloga, sabe mucho de orquídeas y tiene una colección, es muy amable y me ha regalado plantas.
“Doña Margarita Penón es otra señora que tiene un gusto muy grande por las orquídeas, ella también me ha regalado, una colega también me lleva porque el esposo las cuida y hasta las reproduce, entonces hay como un trasiego entre amigos”.
“Siempre hay que tener cuidado de no aceptar plantas de las que personas irresponsables van y agarran de la montaña, por ejemplo, sino de las que se reproducen en las casas de los aficionados”.
— María Luisa Ávila
María Luisa dice que los fines de semana, que es cuando pasa más tiempo en su casa, desde bien temprano sale al jardín. Ahí desayuna y pasa la mayor parte del día, incluso, si llega alguien a visitarla, lo recibe en la terraza para poder disfrutar de sus plantas.
“Cuando subo fotos a Facebook mucha gente comenta porque las orquídeas les gustan a todos. Se forma una comunidad bonita porque sin conocernos empezamos a intercambiar experiencias sobre las plantas y hasta de vida.
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“Un día un muchacho me escribió para decirme que a la esposa le encantaban las orquídeas, que tenía un montón, pero lamentablemente murió y desde entonces ya no tienen en la casa, me contó que tiene una hija y yo le dije que por qué no retomaban ellos dos el pasatiempo y dijo que sí, lo iban a hacer en honor a la memoria de la esposa”, recordó.
Hasta les habla
Aunque el jardinero y la señora que le ayuda con las labores de la casa son los que más se encargan del mantenimiento de las orquídeas, la doc dice que cuando está en la casa les echa agua, las cambia de lugar y hasta les habla.
“La gente me pregunta que cuál es el secreto para que estén bonitas y yo les digo que mi secreto es que les tomo fotos, las subo a Facebook y luego les leo los comentarios que hace la gente”, dijo entre risas.
Pero la doctora no solo tiene orquídeas, también tiene pasifloras, lengua de suegra y palitos de limón dulce, limón agrio y mango, incluso, tiene una matita de fresa en una maceta.
“Las plantas ayudan un montón a tener una buena salud mental porque son seres vivos que necesitan atención y es bonito ver el proceso desde que se siembran, hasta que dan flores o frutos, lo sacan a uno de la rutina.
“No se necesita tener un gran espacio para tener plantas, hasta en macetas se pueden sembrar y alegran la casa. A mí me gustan tanto las orquídeas que cuando me jubile me gustaría aprender sobre ellas y hasta a reproducirlas, es un proyecto que tengo para el futuro”, comentó.