Hay muchos dj en el mundo que se dicen doctores, como por ejemplo el dj Doctor, el dj Doctor Leo, el dj Doctor Deep o el dj Doctor Music, sin embargo, en Tiquicia hay uno que sí mezcla los dos oficios.
Hablamos de Dixon Marín, un médico de profesión que apenas sale de su consultorio, en Ciudad Colón, se va a mezclar música a su propio bar, llamado Calle Urbana y ubicado en Plaza del Río, en Brasil de Mora.
Dixon lleva 18 años ejerciendo en el campo de la salud y desde hace cuatro empezó a mezclar porque un amigo suyo que se llama Ignacio Vargas y que es voluntario en la Cruz Roja, fue el que le enseñó.
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Uno de los géneros favoritos para el doc es la electrónica, que es el fuerte de los dj.
“El realidad el gusto por la música es de siempre y de cualquier género. Me gustan grandes de las mezclas como Armin van Buuren (dj holandés)”.
Al doc también le encanta jugar con el rock en español, con el rock clásico y con el reggae roots, eso sí, más que todo los fines de semana.
“El bar lo que tiene es una discomóvil que era mi discomóvil. La usaba antes, como un pasatiempo, si un amigo tenía un cumpleaños o alguna celebración yo iba y ponía la música. No cobraba por eso”, dijo.
Explicó que en un disco duro tiene siete mil canciones, muchas de ellas con videos.
“A veces me pongo a escuchar y digo, ‘¿de dónde salió esta canción?… buenísima’. Hay mucha música que la gente no conoce y es buena”.
Añadió que la música debe formar parte de la vida de cualquier persona.
“Tiene un toque mágico, pongo todos los géneros, lo mejor de cada uno. Los viernes y sábados programamos música o viene alguien y toca en vivo".
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Dixon trabaja en su consultorio en medicina general, pero con mucho énfasis en emergencias y cuando sale se va para la casa, se baña, le da comidita a una perra que tiene y llega al bar.
“No lo veo como un trabajo (mezclar música), no me dedico a esto. Me dedico a la medicina, en un futuro no sé. Tal vez trabaje menos horas y comparta en otras actividades como esta. Pero el hecho de venir aquí (al bar) y desconectarme del ambiente de la oficina para poner música y estar en un lugar diferente, me hace bien, me desestresa.
“Es curioso porque esto me relaja, me quita el agotamiento; tengo un perfil de sueño bajo, con cuatro o cinco horas que duerma ya es suficiente y venir acá e interactuar con otras personas, oír la música, o ponerla, estar al tanto de la parte gastronómica, todas esas cosas me descansan”, explica.
Buen corazón
-¿Qué hace si le sugiere a un paciente que deje de tomar guaro porque se puede morir y se lo topa en el bar?
En la oficina le doy la recomendación, pero no soy de dar recomendaciones cuadradas, le digo cuáles son los riesgos que tiene. Mi deber como doctor es decirle podés tener un problema mayor si te tomas esa cerveza, pero no soy quién para decirle que no se puede tomar una cerveza. Le recordaría la sugerencia.
- ¿Se ha encontrado pacientes en el bar, o clientes en el consultorio?
- Claro que sí. Hay amigos que son amigos de pacientes y ya se les había dicho del proyecto y preguntan. Algunos pacientes saben que soy el dueño del bar y saben separar las cosas y referirse al doctor y al empresario.
- ¿Ha recibido alguna crítica de colegas por tener un bar al no ser compatible con la salud?
- No. Aquí no me he encontrado colegas. Algunos piensan venir y me preguntan qué día está abierto. Los pacientes me dicen que si voy a estar, ellos quieren que el doc esté en el bar. Ahora, eso que no es compatible sería cierto si habláramos de bares como antes, tipo cantina, con barras y el orinal a la par, que uno entra y huele a orines. Pero esto es más un restaurante que vende bebidas alcohólicas.